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El salón de belleza de las vacas: lo que revelan sus pezuñas sobre la salud del hato

Angie Barbosa 24 de Septiembre 2025
Recorte funcional pezuñas bovinasFoto: appb.esSi se descuidan, acumulan barro, estiércol y humedad, lo que favorece infecciones y deformaciones.

El adecuado mantenimiento del casco bovino es tan esencial para ellas como el arreglo personal en los humanos: garantiza comodidad, rendimiento y longevidad en la finca. Expertos explican cómo mantenerlas sanas y evitar pérdidas económicas en la producción.


En ganadería, hablar de pezuñas no suele ser tema de conversación frecuente, sin embargo, su papel es central. Las vacas pasan la mayor parte de su tiempo de pie o caminando, y cualquier molestia en esa zona se traduce en estrés, dolor y pérdida de productividad.

Alberto Since, médico veterinario y zootecnista, lo explica sin rodeos: “Una vaca con dolor en las patas no camina, no come bien y no se reproduce como debería”.

La anterior frase puede sonar simple, pero refleja un problema serio: la cojera, una de las principales causas de descarte en hatos lecheros y de ceba. (Lea en CONtexto ganadero: Estrategias para establecer una buena salud de las pezuñas)

El especialista recalca que la salud del casco no es un lujo ni un procedimiento secundario.

“Cuando el productor ve una vaca coja, ya vamos tarde. El objetivo es prevenir, no curar. El recorte funcional de las pezuñas debería ser tan importante como vacunar o desparasitar”, anotó.


Señales de alerta


Aunque a primera vista las pezuñas parecen resistentes, son estructuras vivas y sensibles. (Lea en CONtexto ganadero: 5 recomendaciones para el cuidado e higiene de las pezuñas en las vacas)

Si se descuidan, acumulan barro, estiércol y humedad, lo que favorece infecciones y deformaciones. El problema es que muchos ganaderos no prestan atención hasta que la cojera es evidente.

“El animal empieza con una pequeña renguera, apenas se nota. Luego se queda más tiempo echado, se retrasa para llegar al comedero o al bebedero. Ahí es cuando el ganadero debería prender las alarmas. Si espera más, ya la vaca está sufriendo”, asegura Since.

El veterinario insiste en que no hay que ver la cojera como un mal menor.

“Una vaca que no camina no produce leche como antes, pierde condición corporal y se convierte en un gasto. El productor cree que está perdiendo por la enfermedad, pero en realidad pierde por no haber hecho mantenimiento a tiempo”, añade.

El recorte funcional de pezuñas es una práctica esencial para prevenir cojeras y garantizar vacas más productivas en los hatos ganaderos. Foto: revistageneticabovina.com


Combinar manejo y ambiente


El recorte de pezuñas, realizado de manera periódica y con la técnica adecuada, es la medida más efectiva para garantizar la comodidad del animal. Según Since, debe hacerse al menos una vez al año, aunque en hatos intensivos se recomienda con más frecuencia.

“El recorte no es solo cortar lo que sobra. Es darle equilibrio al casco, hacer que las vacas apoyen bien y caminen sin dolor. Si se hace mal, se puede lastimar al animal y causar más daño que beneficio”, precisa.

Además del recorte, el experto sugiere mantener corrales secos, caminos firmes y limpios, y evitar superficies demasiado duras que desgasten en exceso.

“El ambiente cuenta mucho. Una vaca que camina todos los días sobre barro va a tener problemas, así le recorten perfecto. La clave es combinar buen manejo y buen ambiente”, sostiene.

La experiencia también ha demostrado que un hato con vacas libres de cojeras es más rentable. Since lo resume con esta reflexión: “Invertir en las pezuñas es invertir en litros de leche y en kilos de carne. Es sencillo: vacas sanas producen más”.


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