Durante la Feria Ganadera de Valledupar, una charla enfocada en el biotipo adecuado según el entorno se convirtió en una lección para decenas de productores. Nicolás Benedetti, especialista en Producción Bovina Tropical, dejó claro que el futuro de la ganadería rentable comienza por entender el ecosistema local.
La reciente conferencia realizada durante la Feria Ganadera de Valledupar abordó una verdad muchas veces ignorada en las fincas ganaderas del trópico, no todos los animales están hechos para todos los climas.
Nicolás Benedetti, médico veterinario zootecnista especializado en Producción Bovina Tropical, lideró la charla centrada en cómo las condiciones ecuatoriales influyen directamente en la productividad animal. (Lea en CONtexto ganadero: Valledupar abre sus puertas para vivir tres días de ganadería, familia y fiesta)
Benedetti utilizó ejemplares en vivo de las razas gyr y nelore para explicar, con precisión y detalle, cómo deben seleccionarse los biotipos según el entorno agroecológico. En sus palabras, “fue una oportunidad increíble para hacer de la teoría algo completamente práctico”.
La charla partió de la premisa de que en Colombia nos ubicamos no solo en el trópico, sino específicamente en la franja ecuatorial, lo que implica una incidencia solar directa, temperaturas altas y humedad relativa considerable.
Valledupar, con una humedad más baja que otras regiones como Córdoba, se convierte en una zona privilegiada para desarrollar ganadería eficiente si se escoge el biotipo adecuado.
“Las oportunidades de producir biomasa forrajera son inmensas en estas zonas. Pero si no se elige el animal correcto para estas condiciones, el resultado puede ser negativo”, explicó Benedetti.
Animales traídos de otras latitudes, como razas europeas no adaptadas, sufren estrés térmico, disminuyen su capacidad de rumia y, por tanto, su conversión alimenticia en carne o leche.
El experto Nicolás Benedetti utilizó ejemplares en vivo de las razas gyr y nelore para explicar, con precisión y detalle, cómo deben seleccionarse los biotipos según el entorno agroecológico. Foto: Cortesía
Uno de los conceptos más enfatizados por el experto fue la importancia del confort térmico para el bovino. Sin zonas de sombra, los animales no pueden realizar adecuadamente la rumia, lo que compromete directamente su capacidad de producción.
De acuerdo con Benedetti, “después de alimentarse, el bovino necesita confort ambiental para procesar su comida. Si no lo tiene, toda esa energía se pierde en regular su temperatura, y no en producir leche o carne”.
Por eso, el manejo holístico que propuso Benedetti inicia desde el suelo, pasando por los forrajes y culminando en la elección del biotipo animal. Es decir, un enfoque integral que respeta el entorno y potencia los recursos disponibles en cada finca.
En la feria, Benedetti dividió los animales en tres tercios (anterior, medio y posterior) para hacer una lectura morfológica completa. Además habló de giba, cuello, dorso, costillas, inserción de glándulas mamarias y aplomos. Para finalizar con la forma de la cabeza o la musculatura posterior que no son solo detalles estéticos, sino que son indicadores de eficiencia, adaptabilidad y funcionalidad.
Su enfoque pedagógico, anclado en décadas de experiencia, fue recibido con atención y entusiasmo por el público.
Finalmente, el profesional aseguró que “cada finca es un mundo, y cada productor debe conocer su vocación productiva”. (Lea en CONtexto ganadero: El biotipo, un factor a considerar en el programa de mejoramiento genético)
En su opinión, muchas veces el error no está en la genética, sino en la falta de asesoría técnica. Elegir un biotipo adaptado, hacer cruces inteligentes y atender lo que pide el mercado son hoy decisiones fundamentales para competir en un entorno climático cada vez más desafiante.