El invierno intenso en Sogamoso y municipios cercanos ha dejado campos anegados, afectando la producción ganadera y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria, calificándola como una de las peores temporadas invernales en años. La falta de mantenimiento en ríos y canales agrava la crisis del campo boyacense.
El invierno no da tregua en Boyacá. Las lluvias torrenciales que azotan a municipios como Sogamoso, Duitama, Paipa y Tibasosa han provocado inundaciones en los pastos, afectando directamente la alimentación del ganado y generando pérdidas económicas para los productores.
La emergencia ya es visible en varias fincas de la región, donde los campos anegados obligan a mover el ganado a terrenos más altos y a recurrir a suplementos alimenticios para evitar la desnutrición. (Lea en CONtexto ganadero: Perdió más de 100 millones de pesos por una inundación, pero no se rindió: así resurgió esta productora)
Ernesto Fonseca, ganadero de la zona, compartió con CONtexto ganadero su preocupación: “El escenario que hemos vivido en estos últimos días es difícil. Cada vez las lluvias son más intensas, de 30, 40, 50 mm. Por ese volumen han provocado emergencias ambientales”.
La situación ha empeorado desde hace un par de días, cuando las lluvias se intensificaron en el sector de Paipa y se extendieron rápidamente a las demás zonas, generando anegamientos y desbordes en ríos y quebradas.
Infraestructura rural al límite
El impacto de las lluvias no se limita a las pasturas. La infraestructura hidráulica de la región también se encuentra al límite. “Ya la situación empieza a preocupar, uno empieza a mirar compuertas, niveles de los ríos, a mirar canales, a escuchar noticias. Hay una cosa que me preocupa bastante y es el mantenimiento de los canales, de los ríos”, expresó Fonseca, señalando la fragilidad del sistema de drenaje.
En Tibasosa, la situación es crítica. Una compuerta clave para el drenaje de las fincas no ha podido abrirse debido al robo de un transformador eléctrico que alimentaba la electrobomba. “A la gente local le toca pagar el combustible para arreglarlo, pero la compuerta no se ha podido abrir para drenar las fincas”, lamentó el ganadero. Esta falta de mantenimiento e inversión agrava el impacto de las lluvias, dejando a los productores con pocas opciones para proteger sus cultivos y animales.
Boyacá en calamidad pública
El gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, declaró la calamidad pública en el departamento debido a la magnitud de la emergencia.
“Hemos tomado una decisión unánime de decretar en el departamento de Boyacá la calamidad pública a raíz de la emergencia por la ola invernal. Las fuertes lluvias han llevado a que hoy 32 municipios del departamento hayan decretado una calamidad pública. La situación está lamentable, dolorosa, difícil y hoy todos nos unimos en una tarea conjunta de atender con urgencia la emergencia que se nos presenta”, manifestó Amaya.
Durante un sobrevuelo por las zonas más afectadas, autoridades y expertos constataron los daños, que incluyen pastos inservibles, vías bloqueadas y viviendas inundadas. Siete municipios permanecen en alerta roja, tres en alerta naranja y dos en alerta amarilla, mientras crece el temor entre los productores por el deterioro ambiental y las posibles consecuencias para la seguridad alimentaria de la región.