Colombia, María Fernanda Cabal, Representante a la Cámara María Fernanda Cablal, María Fernanda Cabal Candidata al Senado  2018, Los 5 puntos de la agenda rural de María Fernanda Cabal, Recuperar la seguridad y la dignidad: María Fernanda Cabal, Mejor y más infraestructura vial rural, Formar para nuestros campos, CONtexto ganadero, ganadería colombia, noticias ganaderas colombia

Cargando...

María Fernanda Cabal en CONtexto

Por - 05 de Febrero 2018


–Los 5 puntos de su agenda rural–   En su paso por la Cámara de Representantes, María Fernanda Cabal se caracterizó por formular propuestas relacionadas con el sector rural al haber librado una dura batalla por reformar la Ley 1448 de 2012 a la que califica de “ley depredadora”, y cuyos debates –profundamente documentados– demostraron un compromiso real al ayudar a cientos de pequeños campesinos para evitar que les quitaran la tierra injustamente a través de la acción de tutela.   CONtexto ganadero la entrevistó para conocer qué otras iniciativas relacionadas con el sector ganadero y en general con el agropecuario tiene en su portafolio para promoverlas en el Senado de la República, instancia a la que aspira llegar en las próximas elecciones de marzo. Aquí sus apreciaciones.     Las grandes problemáticas del sector rural   CONtexto ganadero (CG): ¿Cuál es su mirada del sector rural ahora que todas las políticas públicas han quedado ancladas, por el Acuerdo de La Habana, al desarrollo de un modelo de economía agrícola, familiar y comunitaria? ¿Eso supera la dicotomía urbano-rural que ha caracterizado el desarrollo de Colombia?   María Fernanda Cabal (MFC): Hay que darle la mirada a lo urbano y a lo rural porque el país es solo uno, pero es necesario darle el lugar que se merece a nuestros campos y sobre todo a sus habitantes. El Estado, desde hace muchas décadas, se olvidó de él, y sus políticas públicas han estado centradas en las ciudades, en los grandes bancos, en la gran industria; como si los pobladores de las zonas rurales fueran de segunda o de tercera clase.   Debemos recuperar lo agropecuario, debemos recuperar lo rural. Respecto a la primera parte de la pregunta, no hay país en el mundo que resista un modelo económico fundamentado en los subsidios como el que embarcó Santos a nuestra economía, que no le va a permitir generar ingresos al país con sólo el mercado interno y menos vía exportaciones. La verdadera paz de nuestros campos se dará cuando se generen mejores ingresos, empleo e inversiones, la verdadera paz llegará cuando el Estado coloque a lo rural en el lugar que se merece.   CG: ¿Específicamente cuáles son los problemas que usted, desde el Senado, pretende atacar para recuperar el papel fundamental del sector rural en Colombia?   MFC: Nuestro sector rural y la parte agropecuaria tienen múltiples y grandes dificultades, producto de ese abandono del Estado al que me he referido. Para ser concreta le nombro cinco grandes problemáticas que, si se empiezan a resolver, le generarían mejores condiciones sociales y económicas a sus pobladores.   Primero, la seguridad en los campos y la recuperación de la dignidad de las fuerzas legalmente constituidas para preservarlas. Sin este elemento no es posible tener un campo productivo y un país que pueda generar y aprovechar sus riquezas, no hay empleo, y los patrimonios se debilitan. Es denigrante no sólo para los mismos militares sino para todo el país ver cómo son vilipendiados y vapuleados nuestros militares que se han sacrificado. Esta es una bandera que hoy, después del Acuerdo firmado por Santos con los terroristas y traficantes de las Farc, cobra mayor vigencia.   También cobra mayor importancia la seguridad jurídica de la propiedad, hoy en manos de una burocracia que ni siquiera investiga antes de expropiar sin compasión a pequeños propietarios.   Segundo, dotar al sector rural de una comunicación vial real. La pésima calidad de las vías terciarias y caminos vecinales del país impide un adecuado encadenamiento productivo.   Tercero, reducir los costos de producción para quienes viven en nuestros campos. No es un secreto que los altos costos restan competitividad. El no tener seguridad es uno de ellos porque por esa puerta entra la extorsión, el secuestro y el abigeato, que es un mundo de sobrecostos que ahogan cualquier actividad productiva.   Pero también están los altos costos que prohíja el Estado mismo. Un ejemplo claro son los elevadísimos costos de la energía eléctrica, o el cobro de alumbrado público, o el alto costo del combustible, el de los insumos de producción agropecuaria, y el de los prediales   Cuarto, acceso a crédito. Eso es un bien de lujo para los campesinos. Son muchos los obstáculos para acceder a crédito, y crédito barato sobre todo, para desarrollar actividades que les generen ingresos, y   Quinto, la calidad de la educación que hoy tienen las gentes de los campos. No por ser el último que cito es el menos importante. La insuficiencia en la calidad de la educación en zonas rurales es evidente, pues no se capacita ni se educa para ese medio. Si usted genera mejores capacidades técnicas y reconstruye tejido social a sus pobladores, esto abre oportunidades de inclusión y este sector será en su conjunto más productivo y más competitivo.     Recuperar la seguridad y la dignidad   CG: Vamos por partes. Háblenos del tema de la seguridad y la dignidad   MFC: Hoy, con excepción de Santos y su séquito que no quieren ver que el tema de la seguridad se salió de madre, el resto del país rural vive en la zozobra, en la angustia de perder su vida y sus tierras. Volvimos al terror. No es un secreto que en los campos florece el delito, llámese extorsión, abigeato, carneo, expropiación por las armas, invasiones, asesinatos, y si me apura, el secuestro, todas esas formas de violencia están a la orden del día, sin que el gobierno se apresure a controlarlas.   Por el contrario, parecería que las aplaude, porque en muchas regiones ya retiró a las fuerzas militares, y en otras las están sacando a la fuerza. El video de la violencia contra los militares, en donde un supuesto indígena le pone un machete en el cuello a un militar es una prueba fehaciente del acrecentamiento de la inseguridad y de esa pérdida de dignidad a que nos llevado este gobierno.   Pero también ocupar el primer lugar en la producción de coca, con todos los problemas que ello genera, empezando por el fortalecimiento de quienes la promueven, es parte de esa inseguridad. La mal llamada insurgencia necesitaba aire y la encontró en ese acuerdo.   Ni qué decir del fortalecimiento del ELN, que ha cobrado muchas vidas de militares en los últimos días. No sólo se han fortalecido en número a decir de los continuos ataques, sino que parecieran que hoy son el brazo armado de quienes firmaron la paz. Y vuelve asimismo el sometiendo del Estado, en donde otros humbertos negociarán lo que queda del país.   Hay que recuperar esos dos puntales: Seguridad y dignidad, que son además bandera del Centro Democrático, y que se podrá lograr con más senadores del CD en el Congreso.     Mejor y más infraestructura vial rural   CG: El tema de las vías terciarias es de viaja data y se requieren muchos más recursos ¿qué hacer?   MFC: Si, este gobierno se concentró en la construcción de las grandes vías, en las 4G, que son muy necesarias para el desarrollo del país, pero de ese mismo tamaño han sido los casos de corrupción –ya todo el mundo conoce lo que Odebrecht por citar uno solo– o de estruendosos fracasos como el de la caída del puente sobre la vía Bogotá-Villavicencio. Y lo triste es que el país salió de uno de los activos más rentables –Isagen– por la presión del Ministro Cárdenas por el voraz apetito de gasto del gobierno, feriándolo por un poco más de 2.000 millones de dólares, pero los problemas de las vías rurales quedaron lo mismo.   De 130 mil kilómetros de vías terciarias y caminos vecinales que tiene Colombia, menos de 5 mil kilómetros tienen una condición decente. Lo que encarece entre 12% y 15% la producción agropecuaria especialmente de los pequeños productores. Hoy nos toca volver a mirar esa problemática pero sin plata.   Hay una propuesta para disminuir esta problemática que me ha llamado la atención. Se podría por ejemplo, destinar parte del impuesto predial de los municipios a la recuperación exclusiva de las vías terciarias. Sin olvidar la reparación de la red ferroviaria que tan rápida, eficiente y de forma barata puede generar conectividad entre zonas rurales de nuestro país, que es un tema del gobierno nacional.   Igualmente, las asociaciones de municipios deberían conjuntamente acceder a la compra de equipos de maquinaria con el fin de apoyar el mantenimiento de los caminos vecinales de nuestra Colombia. Además es importante aprovechar nuestra red fluvial de ríos para transportar producción agropecuaria en donde a través de 18 mil kilómetros es posible la navegación.     Costos y competitividad   CG: Usted ha mencionado la importancia de disminuir costos ¿cómo lograrlo?   MFC: Hay que tener en cuenta que las condiciones del campo son muy diferentes a las de las ciudades. Por ejemplo, el tema de los altos impuestos prediales, que son además recurrentes. No demoran las diferentes administraciones locales en pasar facturas exorbitantes que absorben la rentabilidad de las producciones, sin que eso valores reviertan por ejemplo en mejores vías rurales o seguridad para el campo. Además, todos los días aparecen noticias sobre hurto de ganado, carneo, sacrificio ilegal, para no hablar del contrabando. A eso hay que ponerle límite.   Tampoco es justo, y además no tiene sentido, que se cobre alumbrado público en las zonas rurales porque no existe ese tipo de alumbrado, y en donde existiese debería tener una tarifa diferencial a la de las áreas urbanas.   Lo mismo ocurre con el costo de la energía eléctrica, debe ser diferencial. Hoy día hay casos en donde las tarifas de este tipo de energía son más caras en campo que en ciudad. Al respecto hay que promover el uso de energías alternativas, como la solar o la eólica, a través del diseño de adecuadas políticas públicas.   Además se debe diseñar una política pública para controlar el precio de los medicamentos pecuarios, al mismo estilo de la salud humana. Situación idéntica se debe establecer para el resto de insumos agropecuarios, además de establecer medidas eficaces contra el contrabando.   CG: Y respecto al tema de competitividad y encadenamiento ¿Cómo resolverlo?   MFC: Hay que avanzar en unas iniciativas que se han implantado como son los conglomerados. Bajo este esquema la industria, los productores primarios, los centros de investigación, las universidades y los gobiernos locales y regionales, son socios en el sentido más amplio de la palabra. Aquí el secreto es generar valor agregado.   Otra vía es establecer zonas francas agroindustriales y comercialización de nuestra producción con nuestras mismas instituciones. Allí concurrirían productores agropecuarios y compradores institucionales, como Fuerzas Militares, ICBF, INPEC, colegios departamentales y municipales en todo lo que tiene que ver con desayunos y almuerzos escolares, comedores comunitarios, etc. Todo a través de la Bolsa Mercantil en un programa que podría llamarse Compra Colombia Rural.   Hay otro aspecto que es crucial para el mejor desempeño del sector agropecuario. Se trata de hacer una reforma de la institucionalidad agropecuaria, para que estén al servicio del productor rural, que se conviertan en su aliado y no en una traba al productor.     Mejores condiciones financieras para el campo   CG: En el caso del mejoramiento del crédito agropecuario ¿Cuál es la propuesta?   MFC: Desafortunadamente en el sector rural colombiano el 72 por ciento de los hogares no puede acceder a crédito. En el 28 por ciento restante cerca de la mitad lo hace con microcrédito que son las tasas de interés más altas que cualquier producto crediticio del mercado pueda tener incluyendo las líneas FINAGRO. Aquí es necesario hacer esfuerzos por diferentes frentes.   Primero, FINAGRO debe colocar más recursos y más baratos. Hoy FINAGRO solo coloca 15 billones de pesos, eso es menos de 358 mil pesos por hectárea para el total productivo del país. Insuficiente a todas luces. Así mismo, la tasa de interés de esta institución no es de fomento. Es muy difícil producir con tasas de interés del 9 o 10% E.A. que es el doble de la inflación. Sin duda hay que abaratar las tasas y hacerlas de verdadero fomento agropecuario.   Segundo, establecer un modelo adecuado y suficiente de seguros. Si las tasas son altas porque los riesgos son altos en el sector agropecuario, pues es necesario establecer un modelo adecuado y suficiente de seguros. Si hay seguros, el riesgo se cubre, y si el riesgo, se cubre, la tasa de interés debe bajar. Esto exige a su vez, extender la cultura del seguro en los productores.   Tercero, FINAGRO y Banco Agrario deben enfocar más los créditos en los productores agropecuarios, especialmente a los medianos y pequeños, no a grandes industrias, ni empresas de construcción como Navelena u Odebrecht, y no realizar negocios con intermediarios financieros como Estraval u otras que han terminado robando a los ciudadanos.   Y cuarto, un reordenamiento de la figura de la hipoteca. En el 98 por ciento de los casos de quienes adquieren un crédito agropecuario, la garantía es la tierra, lo que hace obligatoria una hipoteca. Cada vez que un productor realiza hipoteca de su tierra incurre en grandes costos. Es necesario contar con un sistema móvil de garantías en donde el productor incurra solo una vez en esos costos, aunque se pueda hipotecar varias veces la garantía, casi al estilo de un crédito rotativo en donde se libera cupo. El administrador de dicho sistema móvil debería ser FINAGRO.     Formar para nuestros campos   CG: ¿Cuál es su propuesta para mejorar la calidad de la educación en el sector rural colombiano?   MFC: Mire, hay que hacer atractivo ser de la comunidad rural, hay que hacer atractivo y rentable vivir en el campo. Para esto se requiere:   Primero, mejorar la remuneración el perfil de los educadores rurales. Hacer que los maestros de educación básica y media que ejerzan su labor en zonas rurales, tengan una mejor remuneración y un perfil de educación más técnica.   Segundo, que la educación media rural obligatoriamente tenga una formación técnica agropecuaria. En otras palabras, que cuando los muchachos terminen su bachillerato deban hacer una pequeña validación de los estudios que realizaron en decimo y undécimo grado y puedan alcanzar el título de técnicos agropecuarios. Adicionalmente, en esa formación técnica debe existir un énfasis en extensión, asistencia técnica y cuidado del medio ambiente.   CG: ¿Cuál es su mensaje a los habitantes de las zonas rurales de Colombia?   MFC: Es este un momento histórico para el futuro del país que debemos aprovechar, y sobre todo para su sector rural y agropecuario. Coger el camino equivocado sería fatal. Los de al lado han perdido alrededor de 4 décadas de desarrollo y bienestar. Insisto, la verdadera paz de nuestros campos se dará cuando se generen mejores ingresos, empleo e inversiones, la verdadera paz llegará cuando el Estado coloque a lo rural en el lugar que se merece. No perdamos la oportunidad.