La relación entre la música y la producción de leche en las vacas ha sido objeto de varios estudios en los últimos años. Mientras algunos investigadores y ganaderos han notado un impacto positivo de ciertos géneros musicales, la evidencia científica sugiere que la respuesta dependería de cada vaca.

Un estudio de principios de siglo de la Universidad de Leicester (Reino Unido) y publicado por la revista Science explicó que las vacas pueden reaccionar de manera diferente a la música, dependiendo del ritmo y la intensidad del sonido.

Según la investigación, las vacas sometidas a melodías suaves y relajantes pueden mostrar una mayor producción de leche en comparación con aquellas expuestas a ruidos fuertes o música estridente.

Esto sugiere que géneros como la música clásica o el jazz suave podrían tener un efecto positivo en la producción de leche, que aumentaba hasta un 3 % cuando las vacas escuchaban canciones lentas como “Everybody Hurts” de REM, “Bridge over Troubled Water” de Simon & Garfunkel o la Sinfonía n.º 6 en fa mayor, Op. 68, conocida como Sinfonía Pastoral de Beethoven, en lugar de canciones más rápidas.

“La música relajante puede mejorar la producción de leche, probablemente porque reduce el estrés”, dijo en su momento el Dr. Adrian North, quien realizó el estudio con su colega Liam MacKenzie. (Lea en CONtexto ganadero: Cholo Valderrama: la ganadería y la música las lleva en la sangre)

En cambio, la música de ritmo rápido, como el country, tenía el efecto opuesto. Con el country, las vacas tenían una variedad de latidos cardíacos y estaban más inquietas, lo que las hacía sentir estresadas y producían menos leche. Los investigadores afirmaron que el ritmo y el tempo de la música country debían ser demasiado fuertes para las vacas, poniéndolas nerviosas e incómodas.

Por su parte, The Times of India reveló que otro estudio más reciente, de 2020, afirmaba que la música clásica y las canciones de cuna proporcionaban un entorno relajante, mientras que la música country provocaba un estado de alerta y reducía la producción de leche.

Géneros como la música clásica o el jazz suave podrían tener un efecto positivo en la producción de leche. Foto: Facebook Escuela escandinava de Violonchelo

Cada vaca con sus gustos

No obstante, ese estudio de Anneliese Kemp, de la Universidad Estatal de Murray en EE. UU., que monitoreó los parámetros fisiológicos, la producción de leche y los comportamientos de vacas jersey y cruces jersey x holstein bajo diferentes géneros musicales, no fue tan concluyente.

Por ejemplo, las vacas mostraron los signos físicos más intensos de relajación mientras escuchaban canciones de cuna, pero la producción de leche no fue la más alta durante ese momento, sino en el periodo de control cuando no escucharon música.

A su juicio, hay otros factores que inciden en la recolección de datos. Estos pueden incluir “el estado de ánimo, el clima, la alimentación y las interrupciones inesperadas”, señaló, y anotó a continuación:

“Al igual que los humanos, las vacas tienen días buenos y días malos. Pueden despertarse de buen humor o pueden tener un mal comienzo del día. Incluso si disfrutaron de la música, es posible que no hayan tenido una buena mañana”.

Además, la recopilación de datos se hizo en el invierno, cuando las vacas también tienden a producir menos leche por las más bajas temperaturas, lo que pudo haber incidido en este monitoreo.

En un reportaje de NPR en 2014, Anne Marie de Passille, científica canadiense que estudia el comportamiento y el bienestar de las vacas, había llegado a una conclusión similar.

“Si lo piensas, las probabilidades de que a todas las vacas les guste la misma música son realmente escasas. Creo que son individuos y no las seleccionamos por sus gustos musicales... ¿Por qué les iba a gustar a todas la misma música?”, afirmó.

Para la experta, se requería repetir ese tipo de experimentos controlados a gran escala para concretar realmente los resultados científicos, pero hasta ese momento nadie lo había hecho por el costo. A su juicio, la investigación no era concluyente y aún “no sabemos realmente cuál es la relación” entre las preferencias musicales de las vacas y la producción de leche.

“Creo que las vacas son individuos y no las seleccionamos por sus gustos musicales... ¿Por qué les iba a gustar a todas la misma música?”, dijo la investigadora Anne Marie de Passille.

Un caso en Colombia

En Boyacá, una finca ganadera implementó el uso de música para estimular la producción de leche, según contamos en CONtexto ganadero. Mary Luz Bello, propietaria del predio ubicado en la vereda Hato Viejo, contó que los empleados de la finca ponían la radio cuando ordeñaban las 39 vacas holstein que tenían en ese entonces.

“Los ordeñadores empezaron a ponerles música de la emisora desde hace mucho tiempo. (…) Nos dimos cuenta que ellas se destresan, se relajan y sueltan más rápido la leche si tienen música”, aseguró. (Lea en CONtexto ganadero: Finca en Boyacá estimula producción de leche con música)

Cristina Alarcón, médico veterinaria e hija de la propietaria, contó que los operarios ponían su emisora de preferencia, lo que resultaba que sonara cualquier ritmo musical o canción.

“Cualquier tipo de música, carranga o lo que sea, las tranquiliza. Al estar escuchando ese ruido, no se asustan y están muy calmadas”, relató.

Aunque no pudo explicar con exactitud el efecto real de la música en los rumiantes, Alarcón se aventuró a conjeturar a qué se debe el control de la producción en las vacas.

“La música funciona como un estimulante energético, porque tiene vibraciones que ayudan a tranquilizar, otras a sanar, otras a levantar ánimo. Todo está relacionado con las vibraciones que producen los diferentes instrumentos”, dijo.