Los brasileños podrían darle la espalda a la clase política tradicional y confiar para las próximas elecciones en candidatos atípicos, pero con las manos limpias
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Hartos de la corrupción, brasileños miran a candidatos diferentes

Por - 20 de Abril 2017

Hastiados por un escándalo de corrupción que parece infinito, los brasileños podrían darle la espalda a la clase política tradicional y confiar para las próximas elecciones en candidatos atípicos, como los de extrema derecha, pero aparentemente con las manos limpias.


Hastiados por un escándalo de corrupción que parece infinito, los brasileños podrían darle la espalda a la clase política tradicional y confiar para las próximas elecciones en candidatos atípicos, como los de extrema derecha, pero aparentemente con las manos limpias.   La primera ola contra el 'establishment' podría impactar en las presidenciales de 2018, según afirman analistas.   La corte suprema autorizó la semana pasada a investigar a casi cien políticos -la mayoría de primera línea- por sospechas de corrupción. Un nuevo sismo que golpeó a los principales partidos del gigante sudamericano, ya con su imagen mermada después de tres años de revelaciones, acusaciones y detenciones en el marco de la gigantesca   Operación 'Lava Jato'   Desencantados, los brasileños -como le ocurre a gran parte del electorado de Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña- están hartos del 'statu quo'.   "Quieren cambios", afirmó David Fleischer, profesor emérito de la Universidad de Brasilia. "Se ha abierto una gran oportunidad para la gente que dice 'No soy un político, nunca lo fui'".   La escala de la supuesta corrupción es asombrosa   El Supremo Tribunal Federal (STF) dio luz verde para investigar a ocho ministros del presidente Michel Temer, así a como un tercio del Senado y a cerca de 40 diputados.   Los cinco presidentes vivos desde el retorno de la democracia a mediados de los años 80 están, además, bajo sospecha.   Así, el futuro de algunos de los candidatos que se perfilaban para sustituir a Temer todavía está en el aire.    Por ejemplo, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), icono de la izquierda latinoamericana y gran esperanza del Partido de los Trabajadores (PT) para regresar al poder, enfrenta ya cinco procesos vinculados a la operación Lava Jato.   El líder del centrista y liberal PSDB, Aecio Neves, quien perdió por un estrecho margen en 2014 contra Dilma Rousseff, está bajo la lupa en cinco investigaciones.   ¿'Donald Trump brasileño?   Aunque, por el momento, Lula seguiría siendo el vencedor de acuerdo a los sondeos. Una encuesta de febrero realizada por el instituto MDA le daba 30,5 % de los votos, pasando por encima de todos sus rivales, como Neves, quien obtendría apenas un 10%.   El expresidente enfrenta en los próximos meses, sin embargo, el peligro de ser declarado culpable, inhabilitado o, incluso, encarcelado.   Por ello, si los votantes van a buscar a un desconocido de Brasilia con las manos limpias, el gran beneficiario podría ser Joao Doria, el nuevo alcalde de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil. Millonario, buen comunicador e incluso presentador durante un tiempo de la versión brasileña del reality "El aprendiz", Doria ha sido comparado con otro exanimador del programa, amante de los focos y orgulloso de no ser político: Donald Trump.   Con el centrista PSDB, Doria le arrebató Sao Paulo al PT de Lula y se presenta como alguien con eficiencia empresarial. Además, no enfrenta cargos de corrupción.   El ahora alcalde no ha presentado su candidatura y se mantiene detrás de su padrino político y gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, que sí ha sido alcanzado por la 'Lava Jato'.   En un nuevo sondeo publicado este martes, realizado por Vox Populi, Doria obtendría un insignificante 5 %. Eso sin haber dado todavía ningún paso.   Extremo   Pero si los votantes con hambre de cambio quieren ir al extremo, pueden favorecer al diputado Jair Bolsonaro, famoso por su elogio de un torturador y de la dictadura militar (1964-1985) ante millones de telespectadores en 2016, durante el voto sobre la destitución de Rousseff en el Congreso.   Además de sus declaraciones abiertamente homófobas, también saltó a las portadas por sus descalificaciones a la diputada del PT Maria do Rosario. Si en 2003 la llamó "puta" a gritos, en 2015 repitió la vejación al chillarle en la propia Cámara: "No te violaría porque no te lo mereces".    Bolsonaro, sin embargo, no figura en la lista de investigados por corrupción. Y como duro representante de la cada vez más poderosa derecha evangélica, en algunos sectores es visto como alguien que podría limpiar el desastre.   "Tenemos que frenar la hemorragia de la corrupción", afirma en su perfil de Twitter.   Tanto en la encuesta de febrero como en la de este martes, Bolsonaro obtenía un 11,3 % de las intenciones de voto.   Esta ola de cambio podría afectar igualmente a las legislativas del próximo año, cuando se elige a toda la Cámara de Diputados, incluido su presidente, y gran parte del Senado. Una primera gran modificación del escenario político ya ocurrió en las municipales de octubre, cuando el PT sufrió una derrota histórica.   "El miedo está creciendo entre los miembros de los partidos tradicionales de Brasil de que la Operación Lava Jato pueda destruir el sistema político, tal y como se le conoce", escribió este martes el grupo de análisis de riesgo Stratfor.

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