Risaralda le pone el ojo al sacrificio clandestino

La administración departamental en conjunto con el Comité Departamental de la Cadena Cárnica, intensificará los operativos de control a las plantas de beneficio animal clandestinas y los expendios de carne que no cumplen con la reglamentación vigente.   Diciembre es uno de los meses en los que se incrementa de manera considerable el consumo de carne de cerdo en el país, situación que es aprovechada por gente inescrupulosa que comercializa este tipo de producto sin condiciones de higiene y a la que tampoco le importa el origen de lo que vende. (Lea: Quindío trabaja para combatir el sacrificio clandestino)   Por esa razón, autoridades como la Gobernación de Risaralda, el Comité Departamental de la Cadena Cárnica, el ICA, Invima, la Policía Nacional y las Secretarías de Salud municipales, pretenden evitar riesgos con un cárnico sacrificado en lugares no adecuados.   “En este fin de año intensificaremos las acciones que permitan evitar riesgos de salud para los risaraldenses, pero también hacemos un llamado para que adquieran los productos cárnicos comestibles en establecimientos que estén autorizados por las Secretarías de Salud y el Invima, es decir, no comprar productos en lugares de dudosa procedencia”, afirmó Olga Lucía Hoyos Gómez, secretaria de Salud de Risaralda.   La funcionaria explicó que en los últimos días se desarrolló un operativo en conjunto con la Policía Nacional, el ICA, Invima y las autoridades de salud municipales, en donde se decomisaron 5 cerdos en una vivienda de la zona rural en Santa Rosa de Cabal. (Lea: Antioquia sigue su lucha contra el sacrificio clandestino)   Por su parte, el coordinador del programa de Factores del Riesgo del Consumo de la Gobernación, Alejandro Bartolo, manifestó que se están preparando operativos en Marsella, Belén de Umbría, Quinchía y La Virginia.   Señaló que, si las personas compran en sitios clandestinos, están expuestos a consumir carne de animales que fueron sacrificados estando enfermos, o que los procedimientos no cumplen las condiciones sanitarias adecuadas, sin agua potable, entre otros riesgos que puede tener el consumidor.   De acuerdo con la reglamentación, las sanciones para las personas que estén haciendo este tipo de prácticas pueden ir desde una amonestación o una contravención, hasta una sanción pecuniaria que podría llegar a los 100 salarios mínimos diarios legales vigentes. (Lea: Preocupa incremento del sacrificio clandestino en el Valle)