Los fuertes aguaceros en zonas cafeteras están afectando la cosecha del primer semestre y podría comprometer la del segundo, según alertó el gerente de Fedecafé, Germán Bahamón. Aunque la producción y las exportaciones han crecido de forma histórica, el gremio advierte sobre riesgos climáticos y diplomáticos que amenazan la sostenibilidad del sector.
El gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Germán Bahamón, lanzó una alerta sobre los efectos del exceso de lluvias en las zonas cafeteras del país, los cuales ya se reflejan en una reducción del ritmo de la cosecha del primer semestre y podrían afectar la del segundo semestre de este año.
“El reciente fenómeno de lluvias en Colombia ha generado una anomalía significativa en los patrones de precipitación, registrando excesos superiores al 90% respecto a los promedios históricos en la mayor parte del territorio cafetero nacional”, explicó a través de su cuenta de X (antes Twitter).
Según el líder gremial, esta situación está generando dos impactos clave: por un lado, ha dificultado la maduración del fruto correspondiente a la cosecha actual y, por otro, ha afectado los procesos vegetativos necesarios para inducir una florescencia adecuada, lo cual compromete la cosecha del segundo semestre, prevista entre octubre y diciembre de 2025.
Como resultado, la producción de café en abril de 2025 cayó un 5% frente al mismo mes del año anterior. A pesar de ello, el desempeño global del año cafetero ha sido sobresaliente: entre octubre de 2024 y abril de 2025, Colombia produjo 9,3 millones de sacos, lo que representa un crecimiento del 31%. En los últimos 12 meses móviles, la producción alcanzó 14,9 millones de sacos, un nivel que no se registraba desde 1992.
Sostener relación con EE. UU.
En términos económicos, la cosecha generó un valor estimado de $21 billones, gracias a la combinación del mayor volumen y un repunte en los precios internacionales. En cuanto a comercio exterior, las exportaciones crecieron un 16% en lo corrido del año, con 12,9 millones de sacos exportados a más de 100 países, por un valor total de USD 4.644 millones, considerada una cifra histórica para el país.
Por el contrario, las importaciones de café disminuyeron un 57%, ubicándose en 583 mil sacos en el mismo periodo, lo que demuestra la recuperación de la producción nacional y la reducción de la dependencia de cafés de otros orígenes. (Lea en CONtexto ganadero: Café de Colombia alcanzó récord de $19 billones en el último año)
Ante este panorama mixto, Bahamón hizo un llamado al Ejecutivo.
“Hacemos un llamado al Gobierno Nacional a preservar y fortalecer la diplomacia comercial con Estados Unidos y con todos los mercados estratégicos”, señaló, destacando que más de 550 mil familias colombianas dependen del café y que Estados Unidos sigue siendo el principal destino de exportación.
“Cualquier incidente en el manejo diplomático o comercial con este país puede traducirse en consecuencias graves para el bienestar de los caficultores colombianos”, advirtió.
El gremio cafetero insiste en que, si bien se han hecho esfuerzos por diversificar mercados, la estabilidad en la relación con EE. UU. es vital para sostener el crecimiento reciente del sector y garantizar ingresos dignos a las familias productoras.