El país cerró el ciclo cafetero 2024-2025 con una producción de 14,87 millones de sacos de café de 60 kg, un crecimiento del 17 % que marca el mejor desempeño en más de tres décadas. Este récord no solo ratifica la capacidad productiva del país, sino que abre nuevas posibilidades económicas a las familias cultivadoras y consolida el papel de la Federación Nacional de Cafeteros.
Según datos de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Colombia produjo 14.869.000 sacos en el año cafetero 2024-2025 (periodo entre septiembre de 2024 y agosto de 2025), lo que representa un aumento del 17 % frente al ciclo anterior. Este resultado constituye la cifra más alta registrada en 33 años para el país.
Este comportamiento favorable también se reflejó en el comercio internacional: se exportaron 13,3 millones de sacos, un aumento del 12 % respecto al ciclo anterior. Los ingresos por ventas externas llegaron a 5.400 millones de dólares, cifra que el gremio describió como “nunca antes registrada”. (Lea en CONtexto ganadero: Exportaciones cafeteras alcanzan cifra histórica de 5.400 millones de dólares)
El gerente de la FNC, Germán Bahamón, destacó que este logro “ratifica la confiabilidad del origen Colombia en el mundo del café”, y que es fruto del trabajo disciplinado de los productores, la renovación responsable de cafetales, la asistencia técnica profesional y las condiciones climáticas que acompañaron el proceso productivo. No obstante, advirtió que el próximo ciclo (2025/26) podría enfrentar una caída productiva debido a la respuesta fisiológica del cafeto y posibles lluvias intensas.
Familias cafeteras
Este récord tiene un impacto directo en las más de 560.000 familias cafeteras que viven de este cultivo en 23 departamentos del país. Mejor rendimiento significa mayores ingresos para los productores y para toda la cadena: trilladoras, cooperativas, comercializadores y transporte regional.
Sin embargo, el gremio mantiene la cautela. La FNC advierte que tras una cosecha tan alta, las plantas pueden entrar en un periodo de menor productividad, lo que sumado al riesgo climático exige focalizar esfuerzos en sostenibilidad, renovación de cultivos resistentes e innovación técnica.
En ese sentido, Bahamón aseguró: “cada ciclo trae nuevos retos y oportunidades. Trabajaremos con determinación para que la rentabilidad del productor sea el eje que garantice la sostenibilidad y el futuro de toda la cadena cafetera”.
Además, el buen momento del sector permitió que la Federación saldara una deuda histórica con cooperativas de agricultores, lo cual alivió una carga financiera para muchas regiones cafeteras. (Lea en CONtexto ganadero: Producción de café en Colombia marca récord en julio de 2025)
El éxito del sector caficultor evidencia que con alianzas gremiales, políticas públicas adecuadas y apoyo técnico, las economías rurales pueden dar saltos transformadores. Este logro cafetero refuerza la credibilidad de las federaciones rurales como gestores del progreso agrario integral.
De cara al futuro, esta experiencia positiva de 2025 refuerza el llamado para que el Estado y el sector privado mantengan y amplíen los mecanismos de apoyo técnico, acceso a crédito, infraestructura y mercados para los pequeños productores rurales, ganaderos o cafeteros, con el fin de que las regiones del país crezcan de modo sostenible y equitativo.