Ganado pastandoFoto: Captura de pantalla de video

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Con mejoramiento genético duplican producción de leche

29 de Enero 2023

Apostarle a la biotecnología reproductiva con el mejoramiento genético fue una decisión acertada para los esposos Juan Antonio Soche y Martha Rodríguez Calderón, de la finca Las Acacias, en Suesca (Cundinamarca).

Este par de productores decidieron, un día, que su objetivo tenía que ser duplicar la producción lechera de su finca y para ello contaron con el acompañamiento técnico de la Unidad de Desarrollo Agropecuario de Suesca.

De acuerdo con lo expuesto por Soche, en una nota del programa La Finca de Hoy, su primera acción tuvo que ver con cambiar el modelo reproductivo, dejando de lado la monta natural para empezar a inseminar con genética superior a todas sus vacas criollas.

En la actualidad cuenta con ejemplares de las razas jersey, jerhol, normando, holstein y ayrshire. Hace seis años se sacaban alrededor de 60 litros y ahora ha alcanzado hasta 200 litros diarios con doce vacas.

Se ha tenido una mejoría importante en la producción de leche y de ganado cuando se dejan machos para reproductores, indicó por su parte Rodríguez. (Lea: En qué debe fijarse para implementar mejoramiento genético bovino)

Hace diez años en esta finca, ubicada a 2.800 metros sobre el nivel del mar no existían más de seis vacas criollas y hoy su inventario en número y productividad se duplica.

Los esposos Soche Rodríguez integran la lista de 450 pequeños ganaderos que anualmente se benefician del programa de mejoramiento genético impulsado por el gobierno local y el Sena con el que son inseminados, por lo menos, unos 600 vientres.

Señala este productor que hace unos ocho años las vacas que tenían los productores de la región eran de las conocidas como siete colores, muy rústicas y adaptables a la zona pero que daba unas producciones bajas comiendo la misma cantidad de alimento que hoy día consumen.

Según Edgar Arturo Muñoz Fresneda, de Desarrollo Agropecuario de la alcaldía de Suesca, con este programa se busca aprovechar la rusticidad de los animales para mejorarla y obtener ejemplares más eficientes y productivos.

No se busca la pureza de la raza sino que se realizan cruces para mantener esa sangre de rusticidad que es muy importante para la misma topografía de la zona que es bastante quebrada. (Lea: Mejoramiento genético y reproducción, dos aspectos que van de la mano)

Rojo noruego, normando, holstein, ayrshire, gyr y angus, son las razas con las que en la zona se está mejorando el ganado criollo.

Tanto los pequeños ganaderos como los asesores técnicos tienen una premisa y es mejorar también las condiciones ambientales de los predios para que la genética funcione.

Es por ello que la reforestación con árboles nativos como el sauco y los arrayanes a manera de cercas vivas o arreglos silvopastoriles se encuentran a la orden día y es una labor vital para estos pequeños ganaderos.

Además con estos árboles se forman unas barreras rompe vientos para poder proteger tanto a los animales como al pasto y también protege frente a la radiación solar. Igualmente le da sombrío al ganado porque hay una época muy fuerte de verano donde se debe brindar confort y bienestar al ganado.

Así mismo se contribuye a aumentar la materia orgánica de las fincas, sirve para la recuperación de suelos ya que allí son terrenos muy erosionados debido a que anteriormente la zona era minera. (Lea: ¿Por qué debe tener árboles en los potreros?)

En los arreglos más sencillos la distancia de siembra entre árbol y árbol es de uno a dos metros. Los árboles que también necesitan de cuidados benefician el desarrollo de los forrajes establecidos en los potreros que en el caso de esta finca son kikuyo, carretón, avena y raigrás.

En este predio las vacas rotan de potrero cada 15 días y el espacio se fertiliza con rotación de productos al siguiente día que los animales dejan el lugar.