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La silvicultura una manera de convivir con el ambiente

23 de Agosto 2021

El crecimiento anual de la población mundial, estimada en 80 millones de habitantes, ha generado una mayor demanda de alimento y materias primas, lo cual ha traído como consecuencia la intensificación de la agricultura en áreas desarrolladas y la expansión de la frontera agrícola y ganadera hacia áreas marginales y ecosistemas frágiles como bosques húmedos y subhúmedos, sabanas naturales y zonas áridas y semiáridas.

Los valores promedios de deforestación para América Latina se estiman aproximadamente en 0,9% anual, con una pérdida del bosque natural de 8,3 millones de hectáreas anuales, en gran proporción como consecuencia de la tala, la quema, la expansión de la agricultura y la ganadería.

La intervención del bosque natural en el Amazonas se estima en 82,8 millones de hectáreas, de las cuales 34,9 corresponden a Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Del total del área intervenida el 40 %, aproximadamente 30 millones, se utilizan en pasturas, agricultura y reforestación; el 60% restante, unos 50 millones de hectáreas se encuentran degradadas e improductivas y el resto en bosques secundarios de diferentes edades.

El área de bosques naturales para América Latina se estima en 171 millones de hectáreas, de las cuales 78 millones corresponden a Sur América. Esta condición de bosques naturales es consecuencia directa de la conversión del bosque primario en pasturas y agricultura. Esta situación ha permitido una rápida disminución de la productividad y permanencia de los sistemas de producción agrícolas y ganaderos, tradicionalmente explotados de manera extensiva.

La información aportada, nos permite reflexionar como productores y profesionales del campo, sobre el futuro de la humanidad y en especial de la ganadería como negocio, en caso que continuemos ceñidos a los viejos esquemas tradicionales de producción.

Sin duda, se hace necesario un productor y/o profesional del campo con un nuevo perfil, más proactivo y comprometido, con una amplia apertura hacia el cambio, que le permita adoptar nuevas tecnologías y conocimientos, que den sostenibilidad y valor agregado a la actividad económica que se desarrolla en el medio rural.

A diferencia de la agricultura, la actividad ganadera desarrollada mediante buenas prácticas y con criterios de gerencia, permiten alcanzar altos niveles de eficiencia en los recursos utilizados, traducidos en elevados valores de producción y productividad.

Ello se logra haciendo un uso racional de los agroquímicos, que ponen en riesgo la salud y el ambiente, manteniendo bajos los costos de producción y los riesgos de pérdida en la actividad económica, lo que constituye una razón para considerar a la ganadería, la actividad económica mas estable y productiva.

Este hecho se ve aún mas justificado con las nuevas tendencias de armonizar con el ambiente los sistemas de producción de ganadería, representados en el trópico en más del 90% por la ganadería doble propósito, incorporando la agroforestería a través de los sistemas agrosilvapastoriles y silvopastoriles.

Agroforestería

La dinámica funcional de los sistemas de producción agroforestales, se asemeja a los bosques naturales y constituyen una alternativa válida para intensificar la producción ganadera y diversificar el germoplásma vegetal y animal.

Una de las principales causas de la baja disponibilidad de proteína animal (leche y carne), lo constituye la baja oferta de forraje en cantidad y calidad, suficiente como para satisfacer la demanda de los rebaños bovinos en los sistemas de ganadería doble propósito.

Según la organización mundial de la salud, los requerimientos de proteína animal por habitante para Venezuela, se estiman aproximadamente en 120 kg, y los niveles actuales de producción de nuestra ganadería solo alcanzan a satisfacer 80 kg, generando un déficit importante de este rubro en la cadena agroalimentaria.

Se hace necesario, intensificar la producción y aumentar la productividad. Una alternativa que puede revertir esta situación es el establecimiento y manejo de sistemas agrosilvopastoriles y silvopastoriles en la totalidad o en parte de las unidades de producción, según las estrategias tecnológicas que considere viable utilizar el productor, conjuntamente con el profesional del campo.

Tipos de sistemas agroforestales

Sistemas Agrosilvopastoriles: estos sistemas combinan la agricultura, los árboles y la ganadería. Permiten las labores de siembra, labranza, cosecha y pastoreo por largos periodos, dentro de los cultivos y los árboles, protegiendo al suelo de los efectos de la erosión.

En estos sistemas se pueden combinar cultivos y ganadería en plantaciones forestales y árboles asociados con cultivos y ganadería. Son más utilizados en Venezuela, combinan de manera integral los árboles, especies herbáceas y pastoreos.

Dentro de estos sistemas encontramos arreglos como pastoreos en plantaciones forestales, árboles distribuidos en potreros, cercas vivas, barreras rompevientos, sistemas de corte y acarreo (bancos de forraje puros o policultivos, bancos proteicos o energéticos) y otros.

La incorporación de estas alternativas en los sistemas de producción de ganadería bovina doble propósito, dependen de la nueva visión de negocio del productor para establecer el uso y manejo de los ecosistemas actualmente en desarrollo y de los que se incorporarán posteriormente. Lo que significa sembrar en el presente para cosechar a futuro.

En Venezuela, la utilización y manejo de los sistemas agroforestales son considerablemente recientes, por lo que la investigación realizada y la tecnología generada resulta limitada.

A pesar de esto, cada día más áreas ganaderas y productores convencidos se suman a la utilización de los sistemas agrosilvapastoriles y silvopastoriles, entendiendo los beneficios que los mismos aportan a la finca, en cuanto sostenibilidad del sistema, conservación de suelos, mejoramiento de la temperatura ambiental para los animales, fuente de forraje, combustible e ingreso de divisas como valor agregado por su calidad en maderas finas.

La agroforestería al servicio del ganadero

La experiencia generada en otros países tropicales, sobre el uso de estos sistemas integrales de producción., pueden ser aplicables a zonas agroecológicas similares de Venezuela.

En climas fríos de Colombia(bosque húmedo montano bajo) a 2350 msnm, con precipitaciones promedios de 2200 mm y 18°C de temperatura, la utilización bajo pastoreo de la Acacia negra (Acacia decurrens), combinada con kikuyo (Pennisetum clandestinum), ha dado buenos resultados en cuanto a comportamientos de adaptación, oferta y calidad de forraje (14,81% PC), producción de leche (15 l/vaca/día) y calidad de la leche (2,9% PC, 3,6% grasa, 12% sólidos totales) y disminución de costos por suplementación, utilizando una carga animal de 6 UA/ha, con ciclo de pastoreo de 60 días (53 días de descanso y 7 días de ocupación).

La siembra de esta especie se recomienda realizarla a 5mx 5 m, que representa una densidad de 407 árboles/ha. Otra manera de utilizar estos sistemas agroforestales es a través de bancos de energía y proteína, manejados bajo pastoreo o corte y acarreo; para ello se pueden utilizar especies gramíneas como pasto Imperial (Axonopus scoparius), King-grass (Pennisetum hybridum), Caña Forrajera (Sacharum officinarum) y otras. Como leguminosas arbustivas se pueden utilizar Leucaena (Leucaena leucocephala), Caro-Caro (Cadariocolyx gyroides), Quinchoncho (Cajanus cajan), Matarratón (Gliricidia sepium), Bucare (Erytrina fusca), Cratilia (Cratilia argentea), Clitoria (Clitoria fairchildiana) y otras.

En condiciones de suelos ácidos, las especies Cratilia argentea y Clitoria fairchildiana han mostrado buenos resultados, con cortes cada 4 semanas; mientras que la leucaena se ve afectada por los altos niveles de acidez en el suelo.

Texto original en el siguiente enlace.