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Acción e investigación a la medida

Por - 20 de Julio 2021

Generalizar es negar la diversidad de explicaciones y acciones que tenemos para tratar a los seres vivos, sean humanos, animales o vegetales; es casarse con un método, un proceso o una decisión. Por eso, actuar en pro del conocimiento y la experiencia marcan una diferencia, porque es una estrategia a la medida.

Generalizar es negar la diversidad de explicaciones y acciones que tenemos para tratar a los seres vivos, sean humanos, animales o vegetales; es casarse con un método, un proceso o una decisión. Por eso, actuar en pro del conocimiento y la experiencia marcan una diferencia, porque es una estrategia a la medida.

Un estudio realizado por Procultivos ANDI y CropLife, en el año 2016 y que sigue vigente, indicó la importancia de crear un modelo de agricultura competitiva, que supere las brechas existentes en cuanto a infraestructura de riego, vías, almacenamiento, bajos rendimientos de las cosechas, baja inversión en investigación y desarrollo, entre otras.

Bajo ese parámetro, en Procultivos ANDI procedimos a cambiar el trabajo, enfocándonos con los agricultores en sus fincas ubicadas en diferentes regiones del país y con un compromiso de buscar su empoderamiento con los núcleos productivos, decidiendo y gestionando su cambio propio, logrando así la creación de un modelo de trabajo que combina la investigación y la acción a la medida.

Son las comunidades de los agricultores y los expertos los que deben participar directamente en el diagnóstico de las fincas, combinando el conocimiento y las experiencias sobre clima, plagas, enfermedades, malas hierbas y el estado nutritivo de plantas y suelo, para impactar los factores que inciden en la producción, y con base en su investigación diseñar el paquete tecnológico a la medida para aplicarlo y ver los mejores resultados.

La investigación con acción en campo es fundamental para la competitividad del sector agro, porque su papel en la transformación de las cosechas es crucial, y si Colombia se propone en hacer realidad la oportunidad que tiene como despensa mundial de alimentos para la creciente población, necesita apoyar más la investigación, tal y como lo hacen los CENIS, las universidades, la empresa privada y los gremios -como Procultivos ANDI-, entre otros.

En ese sentido, la Misión de Sabios de 2019, señaló que uno de los principales retos del país es la consolidación de “una Colombia Bio-Diversa que propone identificar, conocer, documentar y aprovechar la diversidad cultural y natural del país para impulsar la bioeconomía y la economía creativa”. El documento agrega que “esto permitirá al país dejar de depender de la explotación de recursos no renovables y productos agrícolas primarios para dar un giro hacia una economía basada en el conocimiento y con gran valor agregado y le permitirá conservar recursos tan valiosos como el agua y la diversidad biológica y cultural”.

Es por ello que encontrar aspiraciones o decisiones sin acción ni investigación en campo, como sacrificar o desmotivar el uso de las tecnologías para la protección y nutrición de cultivos, o la indiferencia con las semillas no certificadas y el desinterés por los paquetes tecnológicos, es postrar a la agricultura colombiana y negarle la oportunidad de estar entre las mejores del mundo.

Necesitamos superar la escala mínima de producción y rendimientos, necesitamos trabajar en el incremento de los volúmenes de las cosechas, y ahí la creación de los paquetes tecnológicos con acción e investigación a la medida de cada región de nuestro país.

Colombia merece ser la mejor economía agrícola, así que la acción y la investigación a la medida es clave.