Las propuestas que hoy propone el candidato Petro son las mismas que llevaron a la Argentina a crecer en pobreza
De las diferentes propuestas que en las últimas semanas he escuchado, en plena campaña electoral, me llama la atención que varias de ellas parecen calcadas del cono sur latinoamericano. Me tomé la tarea de revisar un par, que incluso afectan al sector ganadero, para ver cómo les fue, o si sencillamente fue populismo cantado, ese que hoy pulula en nuestro país.
Decía el candidato Petro, el 19 de febrero pasado, que el gobierno debería suspender las exportaciones de ganado en pie, si quiere reducir el hambre en Colombia, tratando de emular una actuación similar a la del actual presidente de Argentina, Alberto Fernández, cuando en mayo de 2021 decidió restringir la exportación de carne por 30 días con el fin de controlar la inflación de dicho producto. Vale recordar que esta medida entre alargue y alargue fue extendida hasta el 31 de diciembre de 2023.
Pues bueno, la medida de Fernández solo contribuyó en hacer estragos sobre la economía ganadera argentina. Diez meses después de tomada esta medida el resultado es que el precio de la carne no bajó, al contrario, se incrementó en 52% y la cadena de valor dejó de recibir más de US$490 millones en exportaciones.
Claro, Fernandez recibió los aplausos de sus electores, aunque deterioró las posibilidades de invertir en el sector y generar empleo, instrumentos que sí permiten reducir el hambre.
No es diferente la medida de utilización de los ahorros pensionales que propone el mismo candidato Petro, en una acción idéntica a la que en 2008 implementó la entonces presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
Explicado de manera sencilla es tomar los ahorros de los ciudadanos que han cotizado en fondos privados de pensión durante toda su vida laboral para financiar un sistema público pensional que entregue recursos a quienes no lo han hecho, haciendo que no se tenga sostenimiento financiero en la propuesta y al final del canto no tengamos 32% de pobreza sino 78%.
El resultado en Argentina catorce años después ha sido el del crecimiento de la pobreza, alta inflación que golpea con más fuerza a las clases menos favorecidas, y que nadie responda por US$30.000 millones de 9,5 millones de argentinos que literalmente fueron expropiados.
Lo más preocupante de todo es que a pesar de la demostración fáctica de la inviabilidad de estas propuestas se siga apelando a ellas en un oportunismo electoral que se aprovecha del desconocimiento y altísima falta de información y de educación de los ciudadanos, pero que también evidencia la falta de rigor técnico de quien lo propone.
Por ejemplo ¿Qué pasará si se cierran las exportaciones de carne o animales en pie? Afectación a 670 mil familias que dependen de esta actividad, de ellas 83% pequeños productores. Sin duda no sería una forma adecuada de luchar contra el hambre.
Lejos de estar copiando recetas fallidas desde Argentina, mejor sí resultará ser la emprezarización de los productores, la irrigación de crédito y la promoción de inversión en el sector, así como la apertura de nuevos mercados internacionales. Efectivamente para luchar contra el hambre es necesario mejorar el nivel de ingreso de las familias y de las empresas para que el consumo interno y el ahorro pensional se fortalezcan. Las restricciones y expropiaciones nos arruinarán.
@ojcubillosp