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De la indiferencia a la visibilización y reconocimiento de las víctimas ganaderas

Por Federico Arellano - 05 de Diciembre 2012

Es sabido que por más de cinco décadas en Colombia hemos sufrido los vejámenes de la violencia en sus diversas manifestaciones. Podríamos hacer un breve resumen señalando que en sus inicios, los protagonistas eran los partidos políticos tradicionales, posteriormente y con el animo de la insubordinación vinieron las guerrillas, seguidamente en respuesta a la subversión surgieron los grupos paramilitares o de auto defensas como también se les conoce.

De manera desafortunada hay que mencionar la violencia a manos de los propios agentes del Estado y ya más recientemente, las famosas BACRIM que no son otra cosa que reductos de grupos armados ilegales en combinación con delincuencia común y con el desastroso financiamiento del narcotráfico, que sin duda ha sido el motor criminal impulsor de la violencia no solo nacional sino, mundial.

El campo colombiano ha sido escenario de un sinnúmero de problemáticas, sus  pobladores  tienen  los más bajos niveles de calidad de vida,  afrontan el desempleo, carecen  de servicios  básicos,  representan los mayores índices de pobreza de nuestro país y sobre todo, sufren el peor de los  flagelos, la violencia.

Esto sumado a la indiferencia de otrora del aparato estatal, e inclusive de ciertos sectores de la clase política y social, da como resultado la imperiosa necesidad de la suplencia de los derechos fundamentales de los asociados que en lo rural, son muy importantes para la economía del país y determinantes en ciertos rubros del comercio internacional.

El campo no solo ha estado aislado, se le ha mantenido en el anonimato, a merced del demencial uso de las armas ilegítimas y del demoniaco interés de apagar violentamente el noble oficio de la producción agropecuaria criolla.

De los ganaderos en Colombia siempre se dice que son grandes terratenientes, hacendados poderosos y empresarios millonarios, alejándose de una parte de la mayor importancia y es su realidad en materia de seguridad. Resulta que también son víctimas de la violencia. La ganadería es la actividad económica con mayor presencia en el campo.

Se ha consolidado como una de las industrias más prometedoras del país. Aporta con el 20% del PIB agropecuario, lo que significa 3,3 veces más que el sector cafetero, generando a su vez alrededor de 950.000 empleos directos y cifras incalculables de aportes indirectos, a través de la producción industrial. Cerca de 500.000 colombianos, la gran mayoría pequeños ganaderos, derivan de  ella el sustento para sus familias en todas las regiones del país.

En Colombia no podemos pasar de agache en la aplicación de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, en un tema de gran calado como lo es la problemática de la violencia en el sector ganadero. Por esto considero que la Ley 1448 de 2011 o Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, se consolida como un importante instrumento en el reconocimiento de los derechos de las víctimas en ese gremio y presenta un gran avance en el propósito de la reparación para las mismas, en busca del fin último de la nación toda: la reconciliación.

Por esto, la Federación Colombiana de Ganaderos FEDEGAN- en asocio con la Fundación Colombia Ganadera - FUNDAGAN, consciente de esta realidad rural, no ha sido indiferente y se ha interesado porque el gremio ganadero sea ejemplo de respeto  a la dignidad humana y a los colombianos que día a día construyen el país rural. Desde hace cinco años, FUNDAGAN asumió el compromiso de trabajar por los derechos de las víctimas ganaderas en pro de la verdad,  la justicia  y la reparación. Como una primera muestra de ese empeño el resultado fue la publicación del libro “Acabar con el olvido”. En este texto se registró el nombre de más de 3.000 víctimas ganaderas de homicidio y secuestro.

Se visibilizaron 1.551 asesinatos y se registraron 1.742 privaciones ilegales de la libertad. Este trabajo de investigación con el ánimo de evidenciar la violencia en el sector, muestra que a pesar de que muchos ganaderos guardan silencio y  de que su dolor permanece en el anonimato, esas víctimas existen, son reales y merecen la atención de la justicia para que dentro del marco de la normatividad aplicable y los mecanismos contemplados en ella, tengan garantías jurídicas y administrativas  como cualquier otra víctima de la violencia colombiana.

“Acabar con el Olvido”  ha institucionalizado el Observatorio Permanente de DDHH y DIH, como un instrumento idóneo de recolección de información  para la investigación social, apoya a las víctimas y también hace un llamado a la sociedad sobre la complejidad de la situación de seguridad en que se desarrolla el ejercicio de la ganadería. Como programa constituye la reconstrucción de la memoria histórica de los ganaderos que han sido víctimas a lo largo de estos últimos 40 años. Mediante el proceso de reconstrucción de la verdad de lo sucedido se analizan los  hechos pasados, para recobrar la dignidad y el valor de estas víctimas.

En la actualidad las cifras de hechos delictivos se han incrementado. A cierre de 2011 el asesinato de ganaderos ascendió a 52. El balance también indica 37 secuestros, 56 casos de extorsión y 102 casos de abigeato con 1267 animales hurtados.

Pero esto es solamente lo reportado por las Unidades Regionales de FEDEGAN, muy seguramente son más los casos, lo que pasa es que reina la zozobra en las regiones y dado a que muchos ganaderos aun sienten el temor, se abstienen de denunciar su situación ante el gremio y las autoridades competentes.

Gracias al compromiso del Gobierno colombiano con las víctimas de la violencia y a la iniciativa de reparación y restitución, consagrada en la mencionada Ley  de Víctimas y Restitución de Tierras,  FUNDAGAN  con el respaldo del gremio ganadero  ha puesto en marcha su Programa de Acompañamiento a las Víctimas Ganaderas de la Violencia. Este noble y ambicioso proyecto, que hoy ya es una realidad, esta orientado a facilitar el acceso a sus víctimas a las instancias de reparación y restitución consagradas en la norma.

El lanzamiento del programa se llevó a cabo el pasado 29 de septiembre en el marco del día del ganadero, encabezado por el Presidente de FEDEGAN, Dr. José Félix Lafaurie en el Club EL Nogal en Bogotá D.C. El evento contó la presencia y participación de importantes dignatarios del gobierno nacional como el Vicepresidente de la República -Dr. Angelino Garzón- y el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural-Dr. Juan Camilo Restrepo-.

En lo que va corrido del año, se ha obtenido el registro de 6554 reclamantes que demandan ese acompañamiento, a través del programa diseñado para cumplir ese propósito.  

El objetivo programático está dirigido a prestar una asistencia, asesoría y apoyo jurídico a quienes dentro del contexto del artículo tercero de la ley 1448 de 2011, sean destinatarios de las medidas contempladas en la misma, según su hecho victimizante y tipología delictual. Con esto se va a obtener la reparación de los daños sufridos, el reconocimiento de las garantías fundamentales y cómo no, la observancia de los Derechos Humanos, consagrados no solamente en instrumentos locales, sino en Convenciones y Protocolos Internacionales que hacen bloque constitucional con nuestra Carta Política.

El Programa de Acompañamiento a las Víctimas Ganaderas de la Violencia esta dividido básicamente en dos partes. Una formal de registro, estadística y captura de narrativa testimonial de las víctimas y otra de fondo, enfocada a la orientación y obtención de resultados frente a las reclamaciones de las mismas. El procedimiento supone la recolección de unos formatos con la información de las víctimas, el diligenciamiento de los formularios de registro y una pedagogía sobre las entidades competentes para adelantar los trámites.

Posterior a esto, la siguiente parte del proceso es hacer un seguimiento sistemático de cada caso, para que a través de una veeduría gremial, se obtengan los resultados favorables frente a las víctimas y si es del caso, hacer las respectivas solicitudes al Estado y las denuncias por omisión o inoperancia de la administración. Paralelamente se busca la participación activa en las Mesas de Víctimas como representantes de las mismas en ese sector.

Para dar ejecución a estas tareas y brindando el respaldo institucional a los ganaderos que así lo deseen, se cuenta con un equipo interdisciplinario conformado por profesionales del derecho, de la comunicación, de la veterinaria y con la infraestructura administrativa y logística necesaria tanto a nivel central como regional que presta el apoyo requerido en el desarrollo misional.

En la actualidad el gremio esta integrado por 14 Unidades Regionales de Desarrollo Ganadero, 75 Organizaciones Ejecutoras Gremiales y 87 Proyectos Locales, a nivel nacional, que permiten abarcar un gran porcentaje de ganaderos a los cuales se pretende brindar el acompañamiento profesional, detrás del objetivo trazado: la visibilización y la justicia para las víctimas.

El equipo de FUNDAGAN presenta no solo una propuesta de acercamiento a la norma, sino también constituye un plan de acción para orientar y apoyar a las víctimas directamente en cada una de las regiones, mediante brigadas teórico-practicas, con presencia de autoridades competentes como Gobernadores, Personeros Municipales, Defensores del Pueblo, Alcaldes Municipales y delegados del Ministerio de Agricultura con quienes mancomunadamente se desarrollarán estas tareas. Los ganaderos víctimas encontrarán una asesoría directa para el acceso a los derechos que les concede la Ley  de Víctimas y Restitución de Tierras.

Aplauso para el gremio, el equipo y su cabeza visible el Dr. José Félix Lafaurie: esto se llama responsabilidad social con iniciativa y liderazgo en pro de una causa tan noble como el nombre de su programa. Es ponerle el pecho a la realidad del conflicto, sobre la base de un compromiso y un espíritu de solidaridad gremial. Es un deseo vehemente por la reconciliación. Abrazo cálido. Seguimos trabajando.

@colconmemoria [email protected]