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Del norte viene un buque cargado de…

Por Oscar Cubillos Pedraza - 09 de Enero 2019

Efectivamente del norte viene un buque cargado de leche en polvo y otros productos lácteos con puertos de partida en Estados Unidos y la Unión Europea.

No es solo un buque. Serán varios que durante 2019 traerán al país cerca de 31 mil toneladas de leche en polvo, sin contar los demás derivados lácteos, libres de arancel, en el marco de diferentes Tratados de Libre Comercio.   La cifra es preocupante, pero no tanto como las siguientes:   Para 2019 el cupo libre de arancel de leche en polvo proveniente desde EEUU es de 10.718 toneladas, de las cuales, en los primeros ocho días del año, ya se consumieron cerca de 2.500, es decir el 24% de dicho contingente. En cuentas alegres, diríamos que en un mes podría agotarse toda la disponibilidad.   No es diferente la situación en el cupo para leche en polvo con origen en la Unión Europea, pues de las 6.400 toneladas que pueden ingresarse sin gravamen al país, ya lo hicieron 591, un poco más del 9%.   También lo podrán hacer durante el año, 3.244 toneladas desde Mercosur, y cerca de 10.600 toneladas de México, a lo que se suma otros derivados como lactosueros, quesos y mantequillas… ¡todo sin arancel!   A pesar que la tonelada de leche en polvo entera registra el mayor de los precios al comparar los mercados de EEUU, UE, y Oceanía, la estructura logística y de transporte termina haciendo que sea más barato traerla desde Norteamérica.   Mención especial merece la leche en polvo descremada, pues es el commoditie que más dinámica tiene en materia de importación, y que registra el menor precio por tonelada al compararse en los tres mercados anteriores.   En otras palabras, al menos el 70% del agotamiento actual de los cupos se da por importación de leche en polvo descremada. ¿La razón? La entera se está subastando en Colombia a través de la Bolsa Mercantil con un bajo precio, por lo cual la industria láctea, la de galletas, de chocolates y las de otros alimentos optan por la descremada, cerca de US1.000 más barata en cada tonelada.   En este cuadro no puede faltar el fenómeno de El Niño, pues este ha hecho que la industria salga más rápido a importar productos lácteos dados los precios altos de la producción interna, originados en la escasez de leche. Lo que preocupa es que terminada la sequía -a mediados de marzo- el sector va a encontrase con un sobre stock de leche en polvo y aparecerá el típico discurso de abril de un sector “enlechado” señalando a los productores de tal situación.     Al respecto bien vale la pena que en 2019 las subastas lácteas que desarrolla la Bolsa Mercantil no solo cobijen la leche en polvo entera sino también la descremada, y sobre todo que se evalúen los inventarios de la industria históricamente para determinar que el sobre stock que se viene es de importaciones y no del recalentado mito de la enlechada.