En Colombia este 20 de julio se conmemora el Grito de la Independencia, ocurrido en 1810, que fue el inicio de la emancipación que culminó en 1819, liberándose de la Corona de España; y convirtiéndose en una república libre desde esa época; pero sin olvidar que las fuerzas totalitarias marxistas desde hace tiempo pretenden que la nación termine en la esclavitud, subyugada por una dictadura que convierte a las personas en despojos luego de ser utilizadas para satisfacer los caprichos y apetitos de una camarilla que envilece al pueblo, como ocurre en Venezuela, patria del libertador Bolívar, que hoy esta hollada por la banda chavista y el colonialismo cubano.
La narrativa mamerta (comunista), sobre una supuesta “segunda y definitiva independencia” de los países latinoamericanos, corresponde a un proyecto totalitario, para llevar a los pueblos de la región a tiranías oprobiosas como las de Venezuela, Cuba y Nicaragua, usando como excusa la “liberación del imperio”, pero el “imperio” ha tenido intereses más importantes en otras partes de la tierra, dejando a Latinoamérica reducida al problema del narcotráfico y las migraciones; sin embargo los seguidores de la estafa comunista del marxismo leninismo en sus diferentes pelambres, buscan que a los regímenes del castrochavismo se le dé más importancia de la que tienen, olvidándose que su receta marxista es un fracaso. Nuestras naciones desde una perspectiva dialéctica deben ir creando unas auténticas democracias nacionales, para el desarrollo social y humano de toda la ciudadanía.
Además este 7 de agosto se cumplen 204 años de la Batalla de Boyacá que selló nuestra independencia, y las fuerzas absolutista, quieren acomodar la historia para sus objetivos burocráticos y dictatoriales, planteando la falaz “segunda independencia”, que sería la versión del maniático venezolano Hugo Chávez (1954…2013), quien como melancólico de la guerra fría quería que se creara, como ya se sabe, una “unión soviética latinoamericana”, con miras a esclavizar a las naciones mediante la opresión del socialismo del siglo XXI que es la aplicación práctica del marxismo, según las propias palabras del tirano Fidel Castro en el 2010.
El marxismo con todas sus vertientes debería guardar silencio ante la memoria de Simón Bolívar, pues juntarlo al lado del señor Karl Marx como lo hizo Hugo Chávez, es una deshonra para la memoria del genio de América, porque nuevamente hay que recordar, que Marx en una biografía publicada en 1858 de su puño y letra, declaró que Bolívar había sido un canalla, cobarde y traidor, además lo acusó de haber entregado a Francisco Miranda a los españoles; lo que demuestra que la simbiosis entre Bolívar y Marx es un extravío.
Una autentica segunda independencia en algunos países de la región, se daría en el caso de Venezuela para liberarse del colonialismo cubano, quien ha manejado como una marioneta a Nicolás Maduro, dándole las directrices políticas, militares, ideológicas y económicas, ello es gracias a Hugo Chávez que por hacerle desplantes al “imperialismo yanqui”, entregó su país al peor criminal que ha conocido Latinoamérica en los últimos siglos, o sea el sátrapa de Fidel Castro (1926-2016), quien fungió como un monarca en la patria de Bolívar; de ahí que la liberación de Venezuela de la férula cubana es una cuestión de dignidad e independencia.
Siendo tan desgraciada hoy la patria de Bolívar, que no solo sus habitantes están en su gran mayoría en la pobreza extrema (94%) en el 2021, sino que además la camarilla comunista de Nicolás Maduro, según el informe anual de la Ong Provea, ha asesinado a más 72 personas bajo torturas, algo que no puede negar el régimen que es asesorado en esa práctica desde La Habana, demostrándose indiscutiblemente la dependencia que tiene Venezuela de Cuba.
Asimismo el pueblo cubano a pesar del conventículo que manda en la isla, y que actúa de manera imperialista, se debe liberar del lastre comunista, con lo cual habría una verdadera segunda independencia; en la misma situación se encuentra Nicaragua cuyos ciudadanos son víctimas del atroz régimen comunista de Daniel Ortega, quien ha cometido genocidios en contra de la población, entonces una segunda independencia, esta vez liberando a Venezuela, Cuba y Nicaragua de la opresión marxista, sería una trascendental gesta heroica para América Latina.
La mentada “segunda independencia” que proclaman los mamertos, es una expresión política en el esquema del comunismo totalitario, para encadenar a los países de la región convirtiéndolos en satélites de La Habana, como ocurría con Moscú desde donde se manejaban las naciones de la antigua “cortina de hierro”, lo que constituiría para los países latinoamericanos la pérdida total de la soberanía patria, por lo que ante semejante amenaza hay que volver a las fuentes de la emancipación hace 213 años, para superar el embeleco comunista de “la segunda independencia”, y preparar acciones para construir un muro de contención, que no permita la esclavitud de nuestras naciones, dado que con ello se perdería la libertad que es un bien supremo de toda la humanidad.
Hace 213 años se dio el Grito de la Independencia en el Nuevo Reino de granada que hoy es Colombia; pero desafortunadamente las fuerzas totalitarias marxistas leninistas permanecen al acecho para acabar con la libertad, que le costado inmensos sacrificios a la nación; se debe impulsar el fortalecimiento de la democracia, para rechazar las intenciones perversas del comunismo, que se presenta con diferentes motes para engañar a los incautos.