Miguel Angel Lacouture

El crecimiento del hato bovino colombiano: llave maestra para conquistar mercados internacionales

Por Miguel Ángel Lacouture Arévalo - 14 de Noviembre 2025


Colombia se encuentra en un momento decisivo para su ganadería: la demanda global de carne y genética de calidad nos toca las puertas, y con nuestro vasto potencial forrajero, ubicación estratégica y vocación rural, podemos ser protagonistas indiscutibles. Pero para transformar esta oportunidad en realidad, debemos fusionar la visión exportadora con sostenibilidad y coherencia política.

El instrumento clave reside en crecer el hato bovino con inteligencia, repoblando no solo en números, sino en productividad y trazabilidad, para atender mercados como China, Rusia, los países árabes y Chile.

Solo así, pasaremos del discurso a la acción concreta. Las cifras de 2025, hasta septiembre, confirman el dinamismo: las exportaciones no mineras agropecuarias crecieron un 21,4% interanual, atenuando caídas en otros sectores. En el sector ganadero, el récord es histórico: en el primer semestre, superamos los 216 millones de dólares en envíos de carne, despojos, vísceras y ganado en pie, con China y Egipto como pilares. Entre enero y julio, exportamos 23.754 toneladas de carne por más de 105 millones de dólares, un salto que proyecta un 17,6% de crecimiento anual. Rusia absorbió miles de toneladas en enero, consolidando 9.924 toneladas anuales previas por Us $38 millones; Arabia Saudita abrió sus mercados halal este año tras esfuerzos sanitarios conjuntos; y Chile se afianza como destino premium.

Estos avances, impulsados por afinidades ideológicas con el gobierno de izquierda de Gustavo Petro (como los memorandos con la Ruta de la Seda, que elevaron el comercio bilateral un 14%), son pragmáticos, pero efímeros sin sustancia. Nuestro hato bovino, con 30 millones de cabezas a inicios de 2025 (el decimotercero más grande del mundo, distribuido en 736.972 predios y generando 1,09 millones de empleos permanentes directos), muestra vitalidad: el sacrificio creció 12% en el primer trimestre con 834.843 cabezas, y en el tercero alcanzó 880.183 cabezas, un 6,8% más que en 2024. Oscilando históricamente entre 24 y 30 millones, hoy suma 30 millones estables, pero insuficiente para la voraz demanda china (3.158 toneladas en 2024, en ascenso), o los nichos árabes. Para un crecimiento sostenido del 3,3% en producción de carne, como proyectan analistas, urge una política de repoblamiento: duplicar el hato en una década mediante mejoramiento genético adaptado al trópico, pastos rotativos y sanidad impecable. No expansión salvaje, sino eficiente: más vientres fértiles y toros de alto rendimiento, midiendo éxito en eficiencia por hectárea y calidad por canal.

Esta ecuación básica demanda instrumentos financieros focalizados. Las líneas de crédito de Finagro, el Incentivo a la Capitalización Rural (ICR) y seguros pecuarios subsidiados deben priorizar repoblamiento y genética, conectando fincas con mercados globales. Cada ternero debe ser una oportunidad exportadora, no una estadística.

Invertir en trazabilidad y sostenibilidad ambiental no es opción: es el sello para no presionar la frontera agrícola. Diversificar es el reto mayor. China, hito ideológico, demanda volúmenes y paga por calidad; Rusia busca proveedores confiables, los países árabes valoran halal constante, y Chile eleva nuestra reputación sanitaria.

El premio mayor: la admisibilidad en Estados Unidos. Tras inspecciones del USDA en enero de 2025 a tres plantas (un avance satisfactorio tras décadas de esfuerzo), estamos en la recta final, con visitas adicionales en febrero y marzo que evaluaron nuestro sistema de inspección. Ese mercado de 330 millones de consumidores premium diversificará riesgos y Crecimiento del Hato Bovino Colombiano será la Llave Maestra para Conquistar Mercados Internacionales

Bajo la centro-derecha, replicaremos la audacia china para abrir esta puerta, haciendo de la ganadería política de Estado, no rehén ideológica. En paralelo, un nicho complementario: la lechería especializada. Sus exportaciones saltaron 75% en 2025, con 7.162 toneladas por 25,6 millones de dólares en el primer semestre hacia Venezuela y EE.UU. Enfocada en quesos artesanales, leche orgánica de montaña o derivados funcionales de clústeres en Nariño, Antioquia, Boyacá —con inversión en frío y certificaciones—, conquista nichos gourmet en Asia y Oriente Medio. No volumen masivo, sino valor agregado sectorizado.

En conclusión, para conquistar el mundo, Colombia precisa un hato más grande, productivo y tecnificado. Los mercados claman; los instrumentos (crédito, genética, trazabilidad), están listos. Falta voluntad de país, articulada entre gobierno, FEDEGÁN (hace su mayor y mejor esfuerzo), y productores. Ya sea bajo izquierda pragmática o centro-derecha visionaria, consolidemos avances y abramos EE.UU. Solo exportando confianza (sanitaria, económica y política), florecerá nuestro campo, alimentando al planeta y a nuestra gente.

@lacoutu