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Empezó el baile

Por - 25 de Enero 2017

A muchos no les va a gustar ni la música ni el ritmo de Donald Trump.

A muchos no les va a gustar ni la música ni el ritmo de Donald Trump.

Luego de la ceremonia de posesión, la tradición estadounidense es que el nuevo mandatario asiste a varios bailes que son ofrecidos en su honor. Y el momento estelar de la noche es cuando baila con la primera dama solo en una tribuna especial. Simbólicamente Trump escogió “A mi manera”, el clásico de Paul Anka.   Donald Trump empezó a gobernar y, para sorpresa de quienes están acostumbrados a que los gobernantes incumplan, empezó a hacer lo que había prometido. Empezó el baile y a muchos no les va a gustar ni la música ni el ritmo.   Algunas señales son menores pero dicen mucho. La versión en español de la página web de la Casa Blanca fue descolgada. Para muchos es un gesto hostil e innecesario. Hubo tantas protestas que se argumentó que la razón era técnica pues estaba en modernización. Pero la verdad es que, por primera vez en casi 3 décadas, no hay ningún hispano en el gabinete presidencial. Ese sí es un mensaje fuerte para esta minoría que es hoy la más importante de los Estados Unidos y sobretodo para América Latina. El baile no tendrá ritmos latinos.   Grave para Santos la frase destemplada del nuevo secretario de Estado que afirmó solemnemente ante el Congreso que pensaba revisar con detenimiento el acuerdo firmado con las Farc antes de garantizar el apoyo de la nueva administración al proceso. Las cláusulas de impunidad que les garantizan a los guerrilleros que no irán a la cárcel pueden no caer bien en Washington donde ahora hay un gobierno que no es partidario del apaciguamiento con los terroristas. El baile no será con los simpatizantes de la izquierda.   Grave para la economía mundial el anuncio de que Estados Unidos se retira del acuerdo comercial Trans- Pacífico (TPP), negociado con los países asiáticos, y que se encontraba en su fase final de aprobación. Trump también anunció que renegociaría el Nafta (acuerdo de libre comercio entre E.U, Canadá y México) lo que siembra dudas sobre la estabilidad de los demás tratados comerciales como el que tiene Colombia con su principal socio económico. El baile será con el proteccionismo.   Pero lo más inquietante para Colombia es el cambio de ritmo y de música nos coge mal parados. Con un acuerdo de paz que muchos consideran ilegítimo, una economía debilitada y la explosión de los cultivos de coca (200 mil hectáreas, el nivel más alto de nuestra historia) no seremos muy populares en el baile de Washington. Tenemos pinta de niña fea que comerá pavo.   Kyenyke, Bogotá, 24 de enero de 2017