Para tal cantidad de pobladores siempre será obligatorio el suministro de materias primas e insumos, lo que hace que de un lado su oferta crezca, y de otro, se haga más eficiente el uso de los recursos que la producen. En el caso de la producción de alimentos, esta puede tender al infinito pero no ocurre lo mismo con la tierra que mantiene una característica de finita o limitada. Ante tal situación se abren oportunidades en la producción de alimentos, siendo siempre fundamental la proteína animal, para nuestro interés la carne y la leche de bovino. Haciendo cuentas alegres, el año anterior cada habitante de este planeta comió 9,2 kg de carne cuando la recomendación nutricional es que de carnes rojas el consumo sea de 36 kg anuales. En el caso lácteo no es diferente pues el óptimo anual está por encima de los 180 litros por año, y el consumo mundial por persona apenas llegó a 93 litros en 2017. Esto indica que no solo las oportunidades de ampliar los mercados de carne y leche se encontrarán hasta 2050 o 2100, sino que ya están abiertas al observar los déficits que registra el consumo. Hoy el escenario es de particular interés para Colombia, no solo porque tiene la capacidad de aumentar su oferta de alimentos al ampliar su frontera agropecuaria, sino por la posibilidad de hacer más eficiente el uso actual de la tierra: el caso de los sistemas silvopastoriles y agroforestales es un buen ejemplo al hablar de ganadería. Pero además, si lo vemos por el lado de la demanda, los países de ingresos medianos registran el mayor crecimiento en sus niveles de población, sumando el 71 % de la población mundial. Esto indica mayor posibilidad de acceder a bienes de mejor calidad, lo que incluye pasar de una dieta basada en proteína vegetal a una basada en proteína animal. En las últimas tres décadas, por ejemplo, el ingreso en China e India que representan el 37 % de la población del mundo, han venido mejorando notablemente lo que los ha constituido en grandes importadores de alimentos. Pero tampoco se puede dejar de hablar del otro segmento de la población, el que sufre desnutrición. De acuerdo a la FAO la cantidad de personas que registraron desnutrición en el mundo sumó 821 millones de personas, el 11 % del total de la población. Allí es indispensable el actuar de los gobiernos a través de políticas públicas de fomento y asistencia, no solo en el orden doméstico sino también en el internacional. Es evidente que la puerta está abierta y a la mano, lo que se requiere con suma urgencia es avanzar en los temas de competitividad, en los que son evidentes los rezagos. Sino mejoramos en tal materia, las oportunidades que hoy da el mundo las terminará aprovechando otro. No esperemos al 2050.
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Hay demanda, hay mercados
Por - 28 de Febrero 2023
El mundo tiene poco más de 7.400 millones de habitantes, el doble de la población que tenía en el año 1969. Las estimaciones indican que para el año 2050 seremos 9.700 millones y en 2100 la cifra superará las 11 mil 200 millones de personas.