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La genética no se expresa por si misma

Por - 23 de Julio 2019

La genética que usted incorpora a su hato es una variable importante, equivale al 30% de los resultados de cada individuo, un porcentaje alto si no es la correcta y un porcentaje bajo que no le da la mayor importancia en los resultados finales.

La composición genética de un individuo aporta el 30 %. Es decir que no es posible lograr los resultados ofrecidos por esos genes si no se tiene en cuenta que el 70 % dependerá del medio ambiente y del manejo que usted le dé a ese individuo.

Por supuesto vale la pena invertir en genética, pero si espera que esa inversión le dé resultados hágase las siguientes preguntas:

-¿El medio ambiente que le ofrecerá usted a ese individuo es similar al entorno en el que se obtuvo la expresión de genes que usted busca?

-¿Las prácticas de manejo que usted tiene en su producción están cerca a las que se llevan a cabo en el lugar donde se expresaron los resultados deseados de esa genética?

-¿Es posible y rentable darle a ese individuo la misma alimentación que reciben los individuos que expresan las características que usted desea?

El desarrollo de un individuo está influenciado, además de sus genes, por:

1.La salud del vientre que los gestó

2.La calidad del calostro y el momento en el que lo tomó

3.Los acontecimientos de salud y los medicamentos utilizados sobre todo en sus primeros 3 meses de edad

4. La temperatura, la altura, la humedad y los metros sobre el nivel del mar en el que vive

  1. La topografía del suelo en el que se desplaza

6. El manejo del estrés en la interacción con los demás individuos de su especie y de otras especies

  1. La alimentación durante sus primeros meses y después del destete, etc

A continuación, algunos ejemplos que suenan lógicos y tienen diferencia que al omitirse nos pueden dar sorpresas.

Una vaca lechera que produce 40 litros en donde las temperaturas oscilen entre 5 y 18 grados centígrados a 300 msn, tendrá un esfuerzo mucho mayor para lograr la misma producción a 2.600 msn.

Un individuo habituado a 38 grados centígrados en un medio seco no se adaptará igual en un medio húmedo, sin importar que la altura sobre el nivel del mar y la temperatura sea la misma.

Por último, no descuide la genética, pero asegúrese que esa inversión está siendo la adecuada para su entorno, sus expectativas, sus capacidades y sus gustos. La genética antes que nada debe ser enfocada en funcionalidad, y así tendrá animales productivos.

**Mariana Navarro S

Médica Veterinaria Zootecnista

Asistencia de manejo en producciones ganaderas

[email protected]**