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La semilla de Colombia Siembra

Por Juan Lucas Restrepo - 03 de Noviembre 2015

Hace unas semanas el Ministerio de Agricultura anunció Colombia Siembra, una política que busca aprovechar la coyuntura macroeconómica favorable y la alta probabilidad de un país en posconflicto, para dinamizar nuestro sector agropecuario, incrementar su oferta y atender mejor, tanto nuestro mercado interno como las oportunidades de exportación.

Hace unas semanas el Ministerio de Agricultura anunció Colombia Siembra, una política que busca aprovechar la coyuntura macroeconómica favorable y la alta probabilidad de un país en posconflicto, para dinamizar nuestro sector agropecuario, incrementar su oferta y atender mejor, tanto nuestro mercado interno como las oportunidades de exportación.   Uno de los elementos centrales para que Colombia Siembra salga adelante es el de las semillas, que están estrechamente relacionadas con la productividad y la calidad de los cultivos, y donde hay grandes brechas por superar.   El mercado de semillas en Colombia tiene una fuerte segmentación. Unos pocos sectores como el arroz, maíz tecnificado, palma, hortalizas de clima frío y café, cuentan con buenos materiales genéticos y oferta de los mismos en el mercado. En el resto, que coincide en buena medida con los sistemas de producción de la economía campesina, hay brechas enormes entre la semilla que usan los productores y la que deberían estar usando.   Corpoica tiene un rol central en ayudar a destrabar un círculo vicioso en el que, al no haber semilla de calidad ofrecida por el mercado, los productores le tienen que echar mano a lo que está disponible, que normalmente se trata de semilla proveniente de cultivos comerciales, en los que la uniformidad genética y la calidad sanitaria dejan mucho que desear. Para resolver esto, con el Ministerio de Agricultura, el ICA y el Sena montamos un programa llamado el Plan Semilla, que pretende darle solución al problema de oferta y uso de semilla de buena calidad para los productores, especialmente los más pequeños.   Llevamos un par de años trabajando con 22 especies y más de 120 variedades, rescatando, limpiando y estandarizando los sistemas de multiplicación de las semillas más valiosas y útiles para los agricultores. Por otro lado, venimos convocando y caracterizando asociaciones de productores que, una vez capacitadas y fortalecidas empresarialmente, puedan encargarse de la producción y la comercialización de estos materiales a nivel local. Hoy en día el Plan Semilla ha caracterizado 281 asociaciones con este propósito.   Por ejemplo en fríjol, uno de los productos que le están pegando a la inflación en este momento, los agricultores trabajan con semillas degradadas, susceptibles a enfermedades y de baja productividad. El Plan Semilla ya cuenta con 25 variedades de buena productividad y aceptación, tanto de los productores como del consumidor, y 23 organizaciones de productores, de 9 departamentos, que vienen siendo capacitadas empresarialmente por el SENA y que contribuirán a cerrar las brechas en este cultivo, compitiendo con las importaciones y mejorando la oferta nacional.   De esta misma forma se trabaja con especies tan importantes como la papa, la yuca, el ñame, el maíz tradicional, el plátano, la caña para panela y el cacao, entre otros, para buscar resolver de manera estructural y permanente sus falencias. Y en la medida en que se logre consolidar una red fuerte de asociaciones, ellas serán los canales idóneos para introducir nuevas variedades y tecnologías en las regiones y sistemas productivos en los que trabajan.   Entre el Plan Semilla, la oferta directa de Corpoica de materiales genéticos como la soya, a la que me referí en una anterior columna, y lo que ofrezcan las comercializadoras nacionales y multinacionales de semillas apropiadas para nuestras condiciones productivas, Colombia Siembra cuenta con una base sólida para avanzar en esta dimensión.   Juan Lucas Restrepo Ibiza Director Ejecutivo Corpoica   @jlrestrepo             *Publicado en Portafolio el 29 de octubre de 2015