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Mejor coma carne

Por - 28 de Febrero 2023

Hace unas semanas fui invitado a un debate en una emisora universitaria, el eje central fue defender el consumo de carne bovina frente a nuevas posturas de alimentación. Mis contradictores, representantes veganos y vegetarianos.

Por supuesto, bajo el respeto de cómo cada persona decide alimentarse y disfrutar de los diferentes sabores y preparaciones, para mi es indiscutible el beneficio y gusto de consumir carne. Sin embargo vale la pena analizar algunos elementos de interés.   En el año 1990 en promedio un colombiano consumió 23 kilos de carne bovina, 8 de pollo y 3 kilos de carne de porcino; mientras que para 2017 la situación fue muy diferente. El consumo per cápita de nuestra carne fue de 18 kilos, la de pollo de 33 y la de porcino superó los 9 kilos por persona.   No han sido las preferencias por el sabor las que han originado este comportamiento. Al contrario, en diferentes ejercicios estadísticos realizados la mayor predilección y gusto de los consumidores ha estado del lado de la carne de res, y la razón para que hayan decidido adquirir más pollo o porcino es fundamentalmente una: el precio.   Efectivamente, si se analizan los precios al consumidor de estas tres carnes la que más tendencia alcista registra es la de bovino. Además, cuando el precio de la carne vacuna se mantiene estable, el de sus dos sustitutos cercanos disminuye.   Por supuesto, el mayor grado de integración en las cadenas de valor de las aves y de los porcinos les ha permitido disminuir sus costos, además que su concentración geográfica en ciertas zonas del país también hace más eficiente su estructura logística.   En el caso de la carne bovina los procesos de intermediación hacen que el precio al consumidor final esté por encima de las otras carnes, a pesar que en el país se producen novillos gordos muy competitivos. Sin duda esa exagerada intermediación le hace perder gran competitividad al producto originando una fuerte caída en el consumo.   Pero además existen mitos que se han venido construyendo, arregladamente, sobre el consumo de carne bovina. Una de ellas es que el consumo de esta carne roja genera dificultades en la salud. Nada más desacertado.   En Argentina y Uruguay el consumo de carne vacuna es de los más altos del mundo, superando los 57 kilos por persona al año, mientras que su esperanza de vida es de 76,3 años y 77,1 años respectivamente. En Colombia la esperanza de vida alcanza los 74,1 años consumiendo 18 kilogramos. Sin duda que la carne no está afectando negativamente la salud de argentinos y uruguayos.   Lo que sí es cierto es que el dejar de consumir carne origina deficiencias en el crecimiento y regeneración muscular, calidad de las uñas, del cabello y tono de la piel; además de aumentar la probabilidad de desarrollar anemia. Por eso quien es vegetariano, y especialmente vegano, debe consumir productos con vitamina B12, presente en la carne y necesaria para el desarrollo cerebral y el sistema nervioso así como para la formación de sangre y de varias proteínas.   Más aún, los bovinos y en especial aquellos que han sido alimentados con pastos tienen un ácido graso que brinda múltiples beneficios, denominado ácido linoleico conjugado, o CLA por sus siglas en inglés, que tiene la propiedad de reducir los niveles de colesterol y materia grasa. Esta sustancia se obtiene de animales que consumen forrajes.   El CLA se encuentra en aceites vegetales pero principalmente proviene de la carne y los productos lácteos procedentes de animales rumiantes.   No deje de consumir carne bovina. Existen cortes que en el mercado pueden ser más económicos y que se adaptan a su bolsillo. ¿Acaso ha pensado usted en hacer un asado sin carne de res, solo con porcino o pollo? Sin duda que no. El sabor más placentero de las diferentes opciones de proteína animal está en la carne vacuna.