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Ojo en el blanco

Por - 28 de Febrero 2023

Hay una realidad innegable ante la pandemia que hemos vivido durante 2020, y es que el nivel de ingreso se ha deteriorado significativamente, lo que ha hecho que tengamos nuevas dinámicas y rutinas de compras. Situación que se ha registrado en todo el mundo, aunque en tiempos diferentes.

Efectivamente, la diferencia entre unos y otros países es que los de oriente, los asiáticos, hoy ya tienen mayor control sanitario frente a la COVID-19 y han recuperado su capacidad de consumo, mientras que los europeos están en la transición del aislamiento a la nueva normalidad, y los de América apenas empiezan a enfrentarse a los mayores impactos.

Hoy Latinoamérica tiene grandes dificultades en la capacidad de compra, aunque mantiene su mismo potencial de producción, hablando específicamente de la oferta agropecuaria. Al contrario, por ejemplo, países como EE. UU. han reducido su oferta de carne pues gran cantidad de frigoríficos han cerrado, o van a media marcha, como consecuencia del aislamiento preventivo.

Esto nos indica que países como China, Corea o Indonesia, que ya han dejado gran parte de la problemática de la COVID-19 atrás, han reactivado el consumo de carne, pero no existen hoy los mismos jugadores internacionales para que los provean. Lo mismo ocurrirá en unas semanas con las compras de proteína animal, en los países de Medio Oriente y Europa.

Colombia, con las inmensas posibilidades que tiene debe poner su mirada en los mercados que ya se han recuperado, y los que empiezan a hacerlo, ante las dificultades que se puedan tener con la demanda interna, al estar nosotros en otra etapa de la pandemia.

Entre enero y marzo, la dinámica exportadora de carne y animales vivos mostraba una fuerte aceleración: 7 mil toneladas de carne y 54 mil cabezas. Seguramente las cifras de abril y mayo mantendrán la misma buena tendencia ante los desequilibrios en la oferta por la crisis actual.

Sin embargo, la meta del año debe ser inmensamente superior al logro de 2019 que fue cercano a 21 mil toneladas enviadas al exterior. El objetivo definido para este año es el de alcanzar la exportación de 40 mil toneladas por valor de US153 millones, abriendo el paso para exportar en el año 2022 un monto de al menos US500 millones.

El potencial de oferta está en Colombia y el de consumo está en este momento en Asia, sin embargo, para consolidar estos y otros mercados y que la flor no solo sea de verano, el sector también debe contar con herramientas tecnológicas de vanguardia. La primera un sistema moderno de movilización animal, la segunda una plataforma tecnológica de punta en identificación y trazabilidad animal; las dos de responsabilidad de establecerse como bienes públicos.

Los instrumentos están a la mano y las condiciones están dadas.