Alfonso Santana Díaz

Trazabilidad: "Desarrollo o todo nos llega tarde"

Por Alfonso Santana Díaz - 24 de Julio 2025


La columna de mi autoría, publicada en julio 17 de 2025, ‘Porque no ganar dinero con la trazabilidad individual’, registró comentarios muy valiosos de lectores de CONtexto ganadero que bien vale la pena reseñar, no sin antes agradecer esas opiniones y lecturas.

En esa columna se planteó que llevamos muchos años en Colombia hablando de trazabilidad, y más en el sector ganadero bovino, en donde el avance ha sido lento y selectivo, perdiendo el ganadero en general una alternativa viable y no costosa para elevar sus ingresos al maximizar la rentabilidad vía aumento de la eficiencia de su hato ganadero, es decir, produciendo más carne o leche en su mismo predio, con más calidad y bajo estándares ambientales internacionales, lo que a la final le significan más ingresos cuando se aplica a cada animal.

También se planteó que la trazabilidad si bien es una condición necesaria para acceder a mercados internacionales de alto valor (venta de carne versus ganado en pie), no puede tener como única meta satisfacer las exigencias de estos mercados, sino que debe servir como acicate para avanzar productivamente en el mercado interno a través de la trazabilidad individual, en la medida en que es una herramienta valiosísima de información para de la gestión sanitaria (aumenta la capacidad de respuesta ante posibles brotes epidemiológicos), para el manejo de inventario, selección de animales (descarte), para el bienestar de los animales y para el cuido del medio ambiente, entre otros.

Y que por lo tanto la trazabilidad para el ganadero debe convertirse en una inversión y no en un gasto, a la par que se indicó que, por la vía de apoyos gubernamentales, es poco lo que se pueda andar en trazabilidad por esa vía, aunque la exigencia de una ley, acelera el proceso de trazar.

Pues bien, lectores de esta columna colocaron un granito de arena muy valioso sobre la trazabilidad, al señalar que en pocos años trazar será un requisito de los más básicos para todos los ganaderos; que hace 25 años nos preguntábamos para qué vacunar, y la respuesta la dio el comercio internacional. ¿Para qué trazar hoy? El argumento lo da esa misma tendencia: para mantener y aumentar el comercio internacional.

Otras opiniones indican que el tema de la trazabilidad es complejo, porque tenemos barreras muy fuertes para su implementación que trascienden la normatividad y el apoyo gubernamental.

Señalan 4 factores a este respecto:

1- El muy bajo nivel de empresarización y asociatividad de nuestra ganadería.

2- La escasa cultura de eficiencia y rentabilidad en las fincas.

3- La entronización de una cultura paternalista en la que los ganaderos asumen como responsabilidad del gobierno muchas de sus obligaciones como propietarios de ganado.

4- La casi inexistente cultura por la calidad -que va muy ligada a la trazabilidad-, salvo en los productores que venden productos de manera formal. Las exigencias para quienes hacen parte de la cadena exportadora también son muy laxas.

En resumen, indican que, en el corto o mediano plazo, no se visibiliza que la trazabilidad llegue a ser una de las prioridades de los ganaderos, pero enfatizan en que toca seguir insistiendo en el tema.

Estas apreciaciones de nuestros lectores son valiosas porque apuntan a problemas de fondo para avanzar en la trazabilidad, y, por tanto, dimensionan la magnitud de las tareas.

Son puntos ineludibles: uno, que hay que seguir insistiendo en el tema porque será un requisito básico para todos los ganaderos; dos, hacen un llamado de atención sobre el bajo nivel de empresarización y asociatividad, así como de la cultura de la eficiencia y la calidad del producto; y tres, el afianzamiento de una cultura paternalista en la que ven que el gobierno debe asumir algunas funciones propias del ganadero. El reto por delante es muy grande porque eso requiere cambios de mentalidad.

Insisto en las ventajas que tiene para cualquier ganadero apropiarse de la trazabilidad, no importando si es grande o pequeño, pero especialmente el tema de la identificación y trazabilidad individual porque es una herramienta valiosísima de información para la gestión sanitaria (aumenta la capacidad de respuesta ante posibles brotes epidemiológicos), para el manejo de inventario, selección de animales (descarte), para el bienestar de los animales y para el cuido del medio ambiente, entre otros, amén de las cada vez más fuertes exigencias de los consumidores, que están requiriendo información completa de todo el producto que se está obteniendo en las fincas, el trato a los animales, su movilidad, cambios de propietario o de predio, dónde se está faenando y cuál es la calidad de la carne que está consumiendo.

Corolario: si no nos ponemos las pilas en este tema, competir va a ser cada vez más difícil. Lo que está haciendo Argentina, Brasil y Uruguay, reseñado en la columna anterior, nos indican la gran competitividad que deberá enfrentar el sector ganadero colombiano en los mercados internacionales a la vuelta de tres años. “El desarrollo o todo nos llega tarde”, como sentenció Álvaro Gómez Hurtado.