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Volver al pasado

Por Oscar Cubillos Pedraza - 13 de Febrero 2023

A propósito de la modificación del Decreto 1500, lo mejor sería cambiar para mejorar. Por ahora nos quedan debiendo creatividad en el diseño de las nuevas políticas públicas.

Recientemente se conoció el Proyecto de Decreto de modificación del Decreto de 1500 de 2007, relacionado con toda la inocuidad de la cadena de la carne y los requisitos que deben cumplir las plantas de beneficio. Que haya dinámica en las normativas es algo común, aunque resulta lamentable que durante dieciséis años el Decreto 1500 solo haya involucionado.

Efectivamente, lo propuesto ahora tiene que ver con la creación de una nueva categoría de plantas, llamadas de “categoría especial”, que en la realidad de las cosas terminan siendo infraestructuras más pequeñas que las de autoconsumo, surgidas con el Decreto 1975 de 2019.

Con la aplicación del 1500, desde 2007 se generó menor oferta formal, dado el alto cierre de establecimientos de transformación, lo que incidió para que el sacrificio clandestino se incrementara.

Así las cosas, las plantas de autoconsumo se establecieron dada la necesidad de abastecer de carne las regiones en donde los intermediarios que hacían conexión con las plantas nacionales no tenían interés de abastecer o les resultaba extremadamente costoso. Sin embargo, los problemas han persistido.

Al problema de menor oferta y mayor clandestinidad se unió la alta inflación registrada en 2021 y 2022, que no fue exclusiva para los precios de la carne sino de toda la economía en general, pero que en el caso cárnico registró altos IPC con cifras de 33% y 19% para dichos años.

Con estas problemáticas seguramente hubiera sido más útil fortalecer las plantas de autoconsumo, dándoles mayor espacio de operación regional para lograr una escala de producción más eficiente, sin que esto implicara abastecer municipios en donde las plantas nacionales lo hacen.

Pero lo que se hizo fue crear una categoría aun más pequeña, un poco alineándose con la solicitud del presidente Petro de volver al viejo esquema de mataderos municipales con la premisa de que a mayores plantas habrá más oferta de carne que no es del todo cierto.

Lo que ocurría con los mataderos municipales de mayo de 2007 hacia atrás, era que surtían parcialmente de carne a los municipios pero con pésimas condiciones de salubridad e inocuidad, por eso con una norma más exigente, como era el Decreto 1500 terminaron cerradas. Además, que en muchos casos servían como pequeños feudos de las administraciones municipales sin que so se tradujera en mayor recaudo de impuestos y contribuciones.

Reitero que las que debieron fortalecerse son las plantas de autoconsumo, ya de por sí, con unas pequeñas escalas de producción que en muchos casos dificultan su operación; y no crear plantas aun más pequeñas, que no tendrían la capacidad de cumplir los requerimientos de salubridad requeridos en el 1500, por eso su nuevo proyecto de modificación.

Pero además de haber dirigido las políticas públicas a las de autoconsumo también debió hacerse énfasis en la distribución regional a partir de las plantas nacionales y también las de autoconsumo. Centros de Distribución Regional, y no solo para carnes, que bien podrían ser totalmente públicos ya que andamos en la onda de estatizar todo.

Evidentemente está faltando creatividad en el diseño de las nuevas políticas públicas.

@ojcubillosp