En una finca de Sahagún, Córdoba, una joven apasionada por los bovinos red sindhi y los caballos demuestra que la vocación por el campo no tiene edad. Gracias a programas de formación rural y una conexión profunda con sus raíces, Silvana Saldarriaga encarna la nueva generación que necesita la ganadería colombiana para proyectarse al futuro sin perder su esencia.
Silvana Saldarriaga tiene apenas 16 años, pero habla con la determinación y madurez de quien lleva toda la vida dedicada al campo. Criada en una familia ganadera de más de tres generaciones, esta joven ha convertido su amor por bovinos en una misión de preservar la tradición, innovar con conciencia y contagiar su pasión a otros jóvenes.
Desde los 10 años supo que su vida estaría entre ganado y caballos. Su conexión con los animales, especialmente con la raza red sindhi, se ha intensificado con los años. (Lea en CONtexto ganadero: Cómo atraer a los jóvenes y sus nuevas ideas a trabajar en el sector agropecuario)
“Es una raza demasiado noble, funcional y rústica, no necesita suplementación para ser productiva y es precoz. Nosotros tenemos vacas de dos años que ya han destetado y están en su segundo parto”, expresó.
La historia de Silvana no solo se teje en los potreros de su finca llamada Sindi Ingen, sino también en los espacios formativos que han potenciado su vocación. Desde los 12 años participa activamente en los programas ‘Echando Raíces’ y ‘Fuerza Cebuista’ de Asocebú, donde ha encontrado un entorno para aprender, compartir experiencias y crecer como persona.
De acuerdo con Silvana, “estos programas me han dado muchas oportunidades. He conocido jóvenes ganaderos que saben muchísimo, y que ahora son parte esencial de mi vida por los conocimientos que hemos compartido”.
Pero, ¿cómo divide su tiempo entre la escuela y el campo? La respuesta es que la joven ganadera estudia en el colegio por las mañanas y en las tardes dedica su tiempo a los caballos y a sus animales.
Vive en una casa finca cerca de Cereté, donde sus días transcurren entre cuadernos, concentrado para bovinos y horas de práctica de chalanería, disciplina ecuestre que considera “elegante, emocionante y muy linda”.
Aunque aún no ha definido si se especializa en equinos o bovinos, tiene claro que su futuro está en la veterinaria. Según Silvana, “son mis dos grandes pasiones, estudiar veterinaria me va a permitir entenderlos mejor, cuidarlos más y seguir creciendo con ellos”.
Red sindhi, apuesta familiar
La llegada de la raza red sindhi a la ganadería familiar en 2019 marcó un punto de inflexión para el negocio. Su padre, ganadero de tradición, había trabajado con otras razas sin lograr una conexión verdadera.
Fue un lote de embriones traídos de Brasil lo que cambió el rumbo de la finca, pues como aseguró Silvana, “nos enamoramos de su temperamento y su funcionalidad. Es una raza que nos llenó totalmente”.
Desde entonces, la familia ha enfocado su trabajo en el doble propósito apostando por ejemplares con alta eficiencia y adaptabilidad, sin perder de vista el respeto por los ciclos naturales y el bienestar animal.
Finalmente, para Silvana el campo es un refugio de paz, amor y pasión, por eso concluyó que “toda la vida he pensado que el campo me trae tranquilidad. Espero que muchas personas puedan experimentarlo, porque puede ser para cualquiera que lo quiera y que tenga pasión”. (Lea en CONtexto ganadero: La chalanería, un deporte que toma fuerza en Colombia)