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De la monta al microchip: la nueva era de la reproducción bovina

Melanny Orozco 11 de Noviembre 2025
Manual Práctico Ganadero - Inseminación artificial e IATFFoto: Fedegán FNGLa inseminación artificial se posiciona como una solución moderna y efectiva.

Cada vez más fincas ganaderas dejan atrás el método natural para adoptar métodos modernos como la inseminación artificial y la sincronización de celos. El médico veterinario Ricardo Arenas Ovalle explicó cómo estas herramientas, bien aplicadas, elevan la productividad, mejoran la genética y optimizan los recursos.


La transición de prácticas tradicionales como la monta directa hacia técnicas modernas como la inseminación artificial y la sincronización de celos representa un cambio profundo en la forma de entender y manejar la reproducción bovina.

Ricardo Arenas Ovalle, médico veterinario zootecnista, autor y presentador del Manual Práctico Ganadero, es uno de los principales impulsores de esta evolución que promete mayor eficiencia y rentabilidad para el sector. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué implementar inseminación artificial en el ganado vacuno?)

Durante décadas, la monta directa ha sido el método predominante en muchas fincas. Esta herramienta requiere mantener un toro reproductor, alimentarlo, cuidarlo y asegurar que su número sea suficiente para cubrir el hato de hembras en edad reproductiva. Sin embargo, esta práctica conlleva altos costos, riesgos sanitarios y limitaciones en el avance genético.

La inseminación artificial se posiciona como una solución moderna y efectiva. Esta técnica permite usar semen de toros con calidad genética superior, almacenado en pajillas congeladas dentro de termos de nitrógeno líquido. Según Arenas Ovalle, “esto optimiza el uso de reproductores y nos da acceso a material genético de élite sin tener que mantener al toro en la finca”.

Uno de los factores críticos para el éxito de la inseminación es la detección oportuna del celo. “Se debe observar a las vacas mínimo dos veces al día durante al menos media hora”, explicó el especialista.

El personal encargado debe conocer los signos fisiológicos y comportamentales del celo para programar correctamente la inseminación. Una mala detección puede traducirse en fallos de preñez y pérdida de recursos.

Tradicionalmente, se usaban toros “calentadores” para facilitar esta labor. Hoy en día, tecnologías como sensores, collares con microchips y aplicaciones móviles han revolucionado este proceso, proporcionando datos precisos sobre el momento óptimo para la inseminación.


Ventajas indiscutibles


Además del acceso a mejor genética, la inseminación artificial ofrece beneficios importantes como un menor riesgo de enfermedades de transmisión sexual, control sobre los nacimientos, planificación productiva y reducción de la carga de trabajo asociada al manejo de toros.

La técnica requiere cierta preparación con materiales estériles, descongelamiento controlado del semen, uso de pistolas de inseminación y una correcta introducción al útero. De acuerdo con Arenas Ovalle, “es un procedimiento técnico, pero con la capacitación adecuada, su implementación puede ser altamente efectiva”.


Inseminación artificial a tiempo fijo


Para evitar errores en la detección de celo, se ha desarrollado la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF). Este método utiliza protocolos hormonales que reinician el ciclo reproductivo de las vacas, permitiendo predecir con exactitud el momento de la ovulación.

El resultado de esta herramienta son grupos de animales que pueden inseminarse en una sola jornada, facilitando la logística y permitiendo planear con precisión la fecha de partos.

Para Arenas Ovalle, “la IATF elimina la necesidad de detectar celo, lo que ahorra tiempo y reduce el margen de error humano”.

El protocolo debe ser supervisado por un veterinario y utiliza hormonas como progesterona, estradiol y gonadotropinas. Un control de preñez entre los 30 y 45 días permite evaluar la efectividad del proceso.

En el Manual Práctico Ganadero se destacó que estas técnicas no son un lujo, sino una necesidad. Es por esto que Arenas Ovalle sostuvo que “la inseminación artificial y la IATF son pilares del mejoramiento genético y de la competitividad”.

Aunque la inversión inicial puede parecer alta, el retorno en forma de más preñeces, mejor genética y mayor productividad justifica plenamente su aplicación, especialmente en sistemas extensivos donde el control reproductivo es limitado. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Por qué no se preñan sus vacas con IATF? Experto revela 7 errores)


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