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Los 10 mandamientos que todo administrador de finca debe seguir para multiplicar su producción

Angie Barbosa 23 de Septiembre 2025
Administrador de fincasFoto: Imagen de referencia - repository.ucc.edu.coEl administrador de fincas no solo vive del campo, también de los números

En el campo no basta con tener ganado y tierra, se necesita orden, visión y disciplina. Así lo explica Alberto Veracruz que ostenta este importante cargo en Apulo, Cundinamarca, y nos comparte los secretos que todo productor debe seguir para que su negocio sea rentable y sostenible.


Para Alberto Veracruz, administrador de una finca en Apulo, Cundinamarca, el error más común del productor es pensar que este es solo un lugar de crianza.

“Es una empresa como cualquier otra, y si no se maneja con números claros y con metas definidas, tarde o temprano se estanca”, manifestó. (Lea en CONtexto ganadero: Mejore la administración de su finca con estas acciones)

Con robusta experiencia, hoy llega a CONtexto ganadero con los 10 mandamientos que, según él, deben tener en cuenta quienes llevan a cuestas esta responsabilidad.

Su primer principio es realizar una planeación: fijar metas y un plan estratégico. No se trata de improvisar ni de quedarse en la rutina. Él insiste en que todo arranca por mirar riesgos, presupuestar y prever escenarios.

El segundo es definir una estructura, que significa tener roles claros. “Cuando cada trabajador sabe qué debe hacer, cómo reportar y a quién acudir, se evitan roces y pérdidas de tiempo”, explica.

El tercero es el liderazgo: un administrador no solo manda, también motiva.


Ganado, pasto y gente


El corazón de la finca es el ganado, pero su manejo exige disciplina. Veracruz enfatizó en que llevar un registro detallado de cada animal es fundamental: edad, peso, partos, tratamientos y producción, por lo cual es el cuarto mandamiento. Así pues, se puede medir resultados frente a lo planeado, porque lo que no se mide, no mejora.

“El que no lleva inventario de su ganado está a ciegas; no sabe si gana o pierde”, precisó. (Lea en CONtexto ganadero: Las funciones de la administración de finca)

El quinto tiene que ver con con planear con objetivos claros en la reproducción: si la meta es carne, leche o doble propósito, eso marca el rumbo. El sexto mandamiento es velar por la alimentación del ganado.

Cuidar el pasto es la séptima prioridad, por eso es importante la rotación de potreros, fertilización, siembra de pasto mejorado y leguminosas hacen parte de lo que él llama un círculo virtuoso.

“Si no hay pasto de calidad, no hay leche ni carne. El forraje es la fábrica de la finca, pero pocos lo tratan como tal”, agrega.

El octavo mandamiento es la salud animal, insiste en la vacunación, bioseguridad y control de plagas.

Pero va más allá: bienestar también es sombra, agua limpia y espacio, lo que sería el noveno precepto .

“Un animal estresado baja la producción y puede enfermar más fácil. Es así de sencillo”, advirtió.

La clave del éxito está en manejar la ganadería con disciplina, registros claros y visión empresarial. Foto: propiedades3.webnode.com.co


Cuentas claras, finca fuerte


El administrador de fincas no solo vive del campo, también de los números. Veracruz es tajante: nunca mezclar gastos personales con los de la finca. Por eso el décimo mandamiento es llevar las cuentas claras.

“El que no lleva un presupuesto se engaña solo; cree que produce más de lo que es en realidad”, puntualizó.

Veracruz recomendó llevar una contabilidad estricta de ingresos y egresos, hacer análisis de rentabilidad y ajustar decisiones según el mercado.

“No se trata de vender por vender, sino de vender con rentabilidad. Y eso solo se sabe cuándo uno tiene las cuentas al día”, expresó.

Recordó que cada finca es distinta y no hay recetas universales. Adaptar las acciones a las condiciones locales, apoyarse en expertos y nunca dejar de aprender son los principios que complementan la lista. (Lea en CONtexto ganadero: Los 10 mandamientos de la salud animal)

“Administrar una finca no es tarea de un día, ni de un mes. Es un proceso constante que exige disciplina, paciencia y sobre todo amor por el campo. El que cumpla estos mandamientos verá cómo su finca no solo produce, sino que crece y se sostiene en el tiempo”, concluyó Veracruz.


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