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Tres errores en el engorde que están costando dinero a los ganaderos

Angie Barbosa 14 de Agosto 2025
3 errores en el engorde que nadie mencionaFoto: canva.comEl tercer error, y tal vez el más silencioso, es no registrar información del lote.

Aunque el manejo del ganado de engorde parece una tarea repetitiva, pequeños descuidos pueden frenar el peso y la rentabilidad. Carlos Fernández, productor con dos décadas de experiencia, revela que la falta de planificación, el descuido del bienestar y la ausencia de registros son trampas costosas en la ceba del ganado.


En muchas fincas, el alimento se da “a ojo” y sin ajustar cantidades según la etapa de crecimiento del animal. Carlos Fernández, ganadero de engorde con 20 años de experiencia, advierte que este es uno de los errores más caros. No planificar la ración significa desperdicio de insumos y retrasos en el peso final.

"En el engorde, si usted da comida sin medir ni evaluar el avance, el animal no va a ganar lo que debe y su costo por kilo producido se le dispara. Eso no se ve de inmediato, pero en tres meses la pérdida es evidente", afirmó. (Lea en CONtexto ganadero: Cuál es el error más común en el engorde de bovinos)

La recomendación, según Fernández, es diseñar un plan de alimentación con un nutricionista animal, haciendo ajustes periódicos. No se trata de dar más comida, sino de dar la comida correcta en el momento indicado.


Descuidar el confort del animal


El segundo error, poco comentado, es el manejo del espacio y el bienestar. Fernández asegura que la incomodidad y el estrés ralentizan la ganancia de peso incluso con buena alimentación.

"Un bovino que vive apretado, en lodo, o sin sombra suficiente, no va a comer ni a rumiar como debe. El estrés le cambia el metabolismo y termina bajando la eficiencia del engorde", explicó.

Esto significa que el corral debe permitir desplazamiento cómodo, tener áreas secas y acceso constante a agua limpia. Para muchos productores, mejorar la infraestructura parece un gasto, pero en la práctica es una inversión que se traduce en más kilos vendidos por animal. (Lea en CONtexto ganadero: El bienestar animal dejó de ser opción y se volvió exigencia en la ganadería moderna)


Ignorar los datos


El tercer error, y tal vez el más silencioso, es no registrar información del lote. Fernández sostiene que muchos productores trabajan “a memoria”, confiando en la observación y sin datos concretos de peso, consumo y ganancias.

"Si usted no sabe cuánto pesaba su novillo hace un mes, no tiene cómo saber si el alimento que le está dando está funcionando o no. Trabajar así es como manejar un carro sin tablero, solo viendo por la ventana", señaló.

El uso de balanzas, registros semanales y control de consumo no solo permite detectar problemas a tiempo, sino también replicar las prácticas que generan mejores resultados. El dato se convierte en la brújula del negocio.

En palabras de Fernández, los tres errores tienen algo en común: no parecen urgentes hasta que el de resultados los expone. La clave está en prevenirlos con planificación, infraestructura adecuada y control de información. Así, el engorde deja de ser un trabajo rutinario para convertirse en un proceso medido y rentable.


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