banner

Cargando...

Dolor, unidad y exigencia de justicia: reacciones por la muerte de Miguel Uribe Turbay

José D. Pacheco Martínez 11 de Agosto 2025
Miguel Uribe en una audiencia en el SenadoFoto: Senado de la RepúblicaEl senador y precandidato presidencial falleció en la madrugada del lunes 11 de agosto tras 66 días de hospitalización por las heridas que sufrió en un atentado en Bogotá.

Dirigentes nacionales e internacionales lamentaron el fallecimiento de Miguel Uribe Turbay, ocurrido este lunes tras un atentado armado en junio. Los mensajes resaltaron su labor política, expresaron solidaridad con su familia y reclamaron que el magnicidio no quede impune. La Fiscalía ha capturado a seis personas y busca a los autores intelectuales.


La muerte del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, ocurrida el 11 de agosto tras 66 días de hospitalización por las heridas que sufrió en un atentado en Bogotá, ha marcado un punto de inflexión en el escenario político colombiano. Las reacciones, que abarcan voces nacionales e internacionales, reflejan tanto el impacto humano de su partida como la dimensión política y judicial que adquiere el caso.

Desde el Ministerio Público, el procurador general Gregorio Eljach lamentó “profundamente el fallecimiento del senador y candidato presidencial del Centro Democrático, Miguel Uribe Turbay” y pidió al país “dejar de lado la pugnacidad y la polarización” para abrir espacios de diálogo que conduzcan a la paz.

Para Eljach, “estos hechos repudiables deben ser esclarecidos en el menor tiempo posible por el bien de Colombia y de su proceso democrático”, en una clara alusión a la necesidad de que el magnicidio no quede en la impunidad.


La vicepresidenta Francia Márquez fue enfática en que “la democracia no se construye con balas ni con sangre, se construye con respeto, con diálogo y reconociendo nuestras diferencias, sin importar la posición política”. Invitó a los colombianos a “unirnos, alzar la voz con fuerza para rechazar todo acto de violencia” y a no permitir que “el miedo y el odio sigan arrebatándonos la vida y la esperanza”.

Por su parte, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, subrayó la trayectoria del líder conservador como “un gran ser humano, un líder honesto y valiente” y sostuvo que su asesinato “debe ser un punto de quiebre para Colombia”. “No sólo acaban una vida y destruyen una familia, sino que atentan contra la democracia misma. Quienes dieron la orden deben pagar y deben hacerlo pronto”, afirmó, en una de las declaraciones más duras contra los autores intelectuales del crimen.

Desde el Valle del Cauca, la gobernadora Dilian Francisca Toro recordó que “el país entero oró con fe e ilusión por su recuperación” y advirtió que “hoy debemos alzar la voz para rechazar la violencia que le arrebató la vida”. Su mensaje incluyó un llamado a “desescalar el odio” y “defender juntos la vida”, en un tono que conecta con las demandas de reconciliación.

En el ámbito partidista, el Centro Democrático expresó que “la violencia que nos carcome arrebató a Miguel Uribe Turbay, un hombre cuyo legado de servicio y amor por Colombia nos inspira a todos”. La colectividad sostuvo que “su vida y legado sean la luz que ilumine el camino correcto de Colombia” y pidió oración y fortaleza para su familia.

María Fernanda Cabal, senadora del mismo partido y también precandidata presidencial, evocó sus “dos meses de valiente lucha por la vida” y lo describió como “un hombre íntegro, con todas las capacidades y el compromiso para ayudar a construir un mejor país”.


El impacto de la noticia traspasó fronteras. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio expresó que su país “se solidariza con su familia y el pueblo colombiano, tanto en su duelo como exigiendo justicia para los responsables”, mientras que la congresista María Elvira Salazar destacó que Uribe fue “un servidor público íntegro y un colombiano que amó y defendió a su país hasta el último día”.

Estas reacciones llegan en un momento político especialmente sensible: Colombia se prepara para un ciclo electoral en el que Uribe Turbay aspiraba a consolidarse como una figura de derecha con proyección presidencial. Su asesinato, un atentado que inicialmente dejó heridas graves y del que no pudo recuperarse, abre interrogantes sobre la seguridad de los líderes políticos y sobre el efecto que este crimen tendrá en el clima electoral.

El proceso judicial avanza con la captura de varios presuntos implicados, aunque la Fiscalía mantiene bajo reserva detalles clave de la investigación. Sin embargo, el tono de los pronunciamientos evidencia que la opinión pública y la clase dirigente esperan resultados rápidos, en ese contexto, el señalamiento de que “quienes dieron la orden deben pagar” no es un simple gesto de indignación: es una presión directa sobre las autoridades judiciales y de inteligencia.


banner