La transformación del modelo productivo permitió a esta asociación del Tolima sobrevivir a la pandemia y dejar atrás la dependencia de su modelo de negocio del acopio tradicional. Con nuevos productos, capacitación y un enfoque cooperativo, hoy avanza hacia un portafolio más amplio y sostenible.
La asociatividad y el valor agregado fueron las dos estrategias que le permitieron a los afiliados a la Asociación de Productores de Leche de Cajamarca y Anaime (Aproleche) en Tolima resolver la dificultad que tenían por cuenta de las caídas repentinas del precio que recibían por la leche.
La agremiación estuvo cerca de cerrar durante la pandemia por cuenta del modelo tradicional de compra-venta de leche cruda. Sin embargo, en ambos factores (asociatividad y valor agregado) encontró una salida para reinventarse y crecer.
“En plena pandemia por el covid 19 estuvimos a punto de liquidar por los altos costos y las deudas. Nadie esperaba la disminución del consumo, el aislamiento, la pérdida de compra de las familias y muchas cosas de mercado que surgieron de manera inesperada”, afirmó Arturo Parra Huertas, presidente de Aproleche.
Transformar la leche
La decisión fue clara: dejar de depender de una sola línea de negocio. “Entregar materia prima para que otro la transforme, no es negocio”, agregó Parra, quien es médico veterinario y máster en negocios. (Lea en CONtexto ganadero: Más unidos, más fuertes: la fórmula para enfrentar el impacto de los TLC en el sector lechero)
En 4 años pasaron de solo vender su materia prima a producir 3 referencias de queso y pronto iniciará con mantequilla de extra calidad y derivados líquidos, yogur y yogur griego. De acuerdo con el dirigente, la idea es vender un producto propio con “notable valor agregado”.
Los lunes y martes producen queso doble crema; los miércoles, queso campesino, y el jueves, queso criollo para surtir el viernes la demanda del mercado en la ciudad de Ibagué, que queda a solo 33 kilómetros de Cajamarca.
La Gobernación del Tolima respaldó a Aproleche con un proyecto, mediante el cual se adquirieron equipos para la producción de los derivados. Con esto diversificaron su portafolio, distribuyendo sus inversiones en diversas áreas para minimizar riesgos.
Importancia de asociarse
Este cambio no solo salvó a la asociación, sino que fortaleció su cultura organizacional. La clave ha sido involucrar a todos los miembros en la visión compartida.
“Les hablo a mi equipo y a los colaboradores que me rodean, para que se involucren en la filosofía, la visión, la directriz de cada gestión, sepan hacia dónde vamos y obremos asociativamente”, sostuvo.
Con 40 asociados, muchos de ellos pequeños productores, Aproleche ha incorporado nuevas generaciones. “Muchos han fallecido y ha habido relevo generacional. Tenemos de todas las edades, madres cabezas de familia y jóvenes entre 20 y 30 años”, comentó.
La asistencia técnica y la formación constante también han sido fundamentales. “Los visita, guía, estimula y los mantiene a la vanguardia”, explicó, refiriéndose al médico veterinario de la asociación. (Lea en CONtexto ganadero: Con drones, ganaderos de Tolima medirán cuánto dióxido de carbono atrapan en sus fincas)
Además, trabajan con el SENA para capacitar a sus asociados. “En alianza con el SENA, trabajamos cursos de técnicos de producción pecuaria”, recalcó.
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