Fue aplicada en pleno ciclo de vacunación bovina en los 47 municipios de ese departamento y destapó que cerca de 500 actuaciones ilegales afectan directamente al sector ganadero. Dolores, Ortega e Ibagué encabezan la lista de municipios más golpeados. El abigeato representa el 25 % de los casos.
Durante el primer ciclo de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis bovina de 2025, una encuesta reveló un panorama sombrío para la seguridad rural del departamento del Tolima.
En medio de una jornada pensada para proteger la salud animal, salieron a la luz 478 incidentes delictivos reportados por los propios habitantes rurales, ganaderos y empresarios del agro.
El sondeo, que abarcó a 25.903 encuestados entre hombres, mujeres y empresas de los 47 municipios tolimenses, mostró que el abigeato es el delito más recurrente con 135 casos, seguido de cerca por la extorsión con 125, el hurto con 103 y el carneo con 69.
También se registraron 19 secuestros, 5 casos de invasión de tierras y 2 delitos clasificados como “otros”. (Lea en CONtexto ganadero: Ganaderos desplazados y carne clandestina. Así va la crisis de la inseguridad)
Según el general (r) Fernando Murillo, líder de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, la encuesta no solo evidenció los principales focos de criminalidad, sino que reafirmó el abandono institucional que sufren los productores rurales.
“Así está la región del Tolima, donde a partir de una encuesta realizada en el primer ciclo de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis bovina de 2025, se pudo encontrar que el delito de mayor impacto es el abigeato”, declaró Murillo, subrayando el impacto directo en la economía ganadera y la percepción de inseguridad entre los campesinos.
De los municipios más afectados, Dolores lidera con 110 incidentes, lo que representa el 24 % del total departamental. Le siguen Ortega (59 casos), Ibagué (38), Suárez (24) y Coyaima (22).
En zonas rurales específicas como la vereda Potrerillo (Ortega), se identificaron 181 delitos, una cifra alarmante que pone en entredicho la presencia estatal en esta zona.
La información recopilada reveló patrones, entre ellos que donde hay concentración ganadera, hay presencia delictiva. En veredas como Guaimaral (Dolores), se reportaron 45 casos de abigeato; en La Loma (Ibagué), se presentaron 45 incidentes repartidos entre extorsión, hurto y carneo; mientras que en Las Vegas (Suárez), la extorsión fue casi total, 43 de los 44 casos reportados.
Esta situación representa un riesgo latente para la sostenibilidad del sector agropecuario en el Tolima. Muchos ganaderos han optado por reducir o abandonar sus operaciones por temor a ser víctimas de la delincuencia, lo cual no solo representa pérdidas económicas, sino también una amenaza a la seguridad alimentaria y al empleo rural.
Las cifras muestran que la inseguridad no solo es una preocupación urbana, pues el campo colombiano enfrenta una ola de violencia, muchas veces invisibilizada por falta de datos o mecanismos de denuncia.
La encuesta, impulsada por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y analizada por Frentes Solidarios de Seguridad y Paz, se convierte en una herramienta clave para exigir acciones concretas.
El General (r) Murillo enfatizó la necesidad de intervención inmediata por parte del Estado, debido a que “la seguridad rural debe dejar de ser una promesa para convertirse en una política pública efectiva”. (Lea en CONtexto ganadero: ¿La inseguridad pone en riesgo la inversión en ganadería?)



/?w=256&q=100)
/?w=256&q=100)
/?w=256&q=100)
/?w=256&q=100)
/?w=256&q=100)