En menos de 24 horas, tres ataques violentos en distintas regiones dejaron un saldo devastador de víctimas y zozobra. La detonación en Florencia coincidió con un carro bomba en Cali, que causó seis muertos, y con la masacre de 13 policías en Amalfi, Antioquia, evidenciando la persistencia del terrorismo y el desafío de los grupos ilegales a la autoridad.
Florencia, Caquetá, amaneció bajo tensión. En la madrugada de este viernes se registró la detonación de un artefacto explosivo de bajo poder en el centro de la ciudad, según reportes preliminares, el estallido afectó la fachada de varios locales comerciales, pero no ocasionó víctimas, según confirmaron las autoridades.
El hecho ocurrió pocas horas después de que circularan audios en redes sociales y cadenas de mensajería advirtiendo a los ciudadanos no salir al centro de Florencia por supuestos ataques inminentes. Aunque inicialmente se pensó que se trataba de rumores, la detonación confirmó el clima de zozobra y reavivó temores históricos en la capital del Caquetá.
La Policía acordonó el área afectada y desplegó equipos antiexplosivos para verificar la procedencia del artefacto y establecer la autoría. Por su parte, la Alcaldía anunció un consejo de seguridad extraordinario con el propósito de reforzar las medidas de control y protección en la ciudad.
Tres atentados en 24 horas
Este episodio se produjo en medio de una ola de violencia que golpeó al país en las últimas 24 horas: en Cali, un carro bomba explotó en inmediaciones del barrio La Base, dejando un saldo de seis muertos y más de 60 heridos. La magnitud del ataque sacudió a la capital del Valle y obligó a la activación de planes de emergencia en hospitales y cuerpos de socorro.
Ese mismo día, en el nordeste de Antioquia, un ataque contra un helicóptero de la Policía en la vereda Los Toros, zona rural de Amalfi, derivó en una de las mayores tragedias recientes para la Fuerza Pública: 12 uniformados murieron en el acto, mientras que otro más, murió mientras recibía atención médica, aumentando a 13 el número de víctimas.
Andrés Julián Rendón, gobernador de Antioquia, informó que los cuerpos fueron recuperados del área donde ocurrió el ataque, tras varias horas de difíciles labores de ingreso a la zona, debido a las condiciones de seguridad.
Con la explosión en Florencia, el carro bomba en Cali y la masacre de policías en Amalfi, Colombia enfrenta una de las jornadas más violentas de los últimos meses. Tres hechos ocurridos en menos de 24 horas dejaron un mensaje común: la persistencia del terrorismo y la capacidad de fuego de organizaciones que desafían la institucionalidad.