Por Dana Micán Serrato, analista de Proceso Estadístico de la Subdirección de Salud y Bienestar Animal de Fedegán-FNG
En los últimos años, la ganadería en Colombia ha mostrado una evolución significativa en la relación entre el número de predios y la cantidad de animales bovinos y bufalinos.
A primera vista, los datos históricos del inventario ganadero reflejan una reducción en el número de fincas, mientras que el volumen de ejemplares ha ido en aumento. Esto podría interpretarse como un indicio de una mayor eficiencia en el uso de la tierra, aunque el análisis de la extensión de los predios revela una dinámica más compleja.
Desde 2019 hasta 2024, el número de predios ha disminuido de 652.614 a 613.350, mientras que el inventario de animales ha aumentado de aproximadamente 28,7 millones a más de 30 millones. (Lea en CONtexto ganadero: Colombia construye el futuro de la ganadería con datos confiables)
Esta tendencia sugiere que la actividad ganadera se está concentrando en menos fincas con un mayor número de semovientes, lo que en principio podría implicar una optimización de los recursos productivos. Sin embargo, este cambio no significa necesariamente que se esté utilizando menos tierra, sino que es posible que las explotaciones sean más grandes y mejor gestionadas.
Uno de los factores que podría estar contribuyendo a esta evolución es la implementación de prácticas de manejo más eficientes y sostenibles. Sistemas como la ganadería silvopastoril y el pastoreo rotacional permiten una mayor densidad animal sin comprometer la calidad del suelo y la disponibilidad de forraje.
Estudios han demostrado que estas técnicas pueden incrementar la productividad sin necesidad de expandir la frontera agropecuaria, favoreciendo el equilibrio entre producción y conservación ambiental (Rueda et al., 2021).
Por otro lado, la tecnificación del sector también juega un papel clave en esta transformación. El acceso a mejores sistemas de alimentación, selección genética y monitoreo de indicadores productivos ha permitido que las explotaciones aumenten su producción sin requerir más extensión de tierra.
Según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA, 2023), las innovaciones en el manejo del ganado han llevado a una mayor eficiencia en la conversión alimenticia y en la tasa de crecimiento de los animales, lo que se traduce en una mayor producción por hectárea utilizada
No obstante, la disminución del número de predios no implica necesariamente una reducción en la cantidad de tierra utilizada para la ganadería. De hecho, el análisis de la distribución de las fincas según su tamaño muestra que, aunque existe una alta proporción de predios pequeños (entre 1 y 10 hectáreas), también hay una presencia significativa de explotaciones de mayor extensión.
La tendencia sugiere que algunas unidades productivas pueden haber sido absorbidas por ganaderías más grandes o que ha habido una consolidación de predios, lo que explicaría el aumento del inventario animal sin una reducción proporcional en el área total utilizada.
Otro aspecto importante por considerar es el impacto de esta transformación en el bienestar animal y la sostenibilidad de los sistemas productivos. Si bien un mayor número de animales por unidad de superficie puede indicar eficiencia, también es fundamental garantizar que la capacidad de carga no sea sobrepasada, evitando problemas como el sobrepastoreo y la degradación del suelo.
Desde la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) y el Fondo Nacional del Ganado (FNG), se ha resaltado la importancia de implementar estrategias de manejo que permitan mantener un balance entre productividad y sostenibilidad, asegurando que el crecimiento del sector se realice de manera responsable y en armonía con el entorno.
En conclusión, la evolución del sector ganadero en Colombia indica un uso más eficiente de la tierra, con una mayor cantidad de animales en menos predios. Podría tratarse de una reducción de la cantidad de terrenos dedicados a la ganadería así como a una posible concentración de la actividad en explotaciones más grandes y mejor gestionadas. Para que este modelo sea sostenible a largo plazo, es fundamental evitar la sobrecarga de los predios y garantizar el equilibrio entre producción y conservación.
En este sentido, la implementación de sistemas silvopastoriles juega un papel clave, ya que permiten mejorar la calidad del suelo, optimizar el uso del forraje y reducir el impacto ambiental. No obstante, la adopción generalizada de estos sistemas requiere el respaldo de políticas públicas mediante incentivos económicos, asistencia técnica y acceso a financiamiento. Solo a través de un enfoque integral que combine eficiencia productiva con sostenibilidad ambiental, el sector ganadero podrá continuar su desarrollo de manera responsable y resiliente.
Referencias:
1. Food and Agriculture Organization of the United Nations. (2019). Transforming the livestock sector through the Sustainable Development Goals. FAO. https://www.fao.org/3/ca1201en/CA1201EN.pdf
2. Instituto Colombiano Agropecuario. (2022). Informe anual sobre la ganadería en Colombia 2022. ICA. https://www.ica.gov.co
3. Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. (2023). Estrategias para la sostenibilidad del sector ganadero en Colombia. https://www.minagricultura.gov.co
4. Pica-Ciamarra, U., Otte, J., & Chilonda, P. (2021). The role of livestock in economic development and poverty reduction. FAO. https://www.fao.org/3/i3461e/i3461e.pdf