Un grupo de trabajadores rurales ha completado diversos procesos académicos que abarcan reproducción bovina, manejo forrajero y sostenibilidad. Estas habilidades ya se reflejan en sus sistemas productivos, donde implementan buenas prácticas, tecnología y planificación estratégica.
Administradores, vaqueros y mayordomos mayores de 35 años del departamento del Meta han fortalecido sus competencias técnicas mediante procesos de formación diseñados para poner en práctica el aprendizaje en sus fincas. Se trata de 20 trabajadores rurales que ha participado en cursos teórico-prácticos orientados a mejorar la productividad y sostenibilidad de sus unidades ganaderas.
Recientemente culminaron un programa de Inseminación Artificial realizado por Fedegán, a través del Centro Tecnológico Ganadero (Tecnigán) del Meta, en alianza con el SENA. Durante los últimos meses también recibieron capacitación en biotecnología reproductiva, planificación forrajera, costos de producción y ganadería sostenible, con actividades desarrolladas en Granada (Meta).
“Desarrollaron la matriz DOFA que les permitió reflexionar sobre fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de sus empresas ganaderas”, explicó Héctor Pachón Pachón, secretario técnico de Fedegán en el Meta.
La formación incluyó técnicas como inseminación artificial, inseminación a tiempo fijo, uso de semen sexado, aspiración folicular, fertilización in vitro, transferencia de embriones, vitrificación y congelación de embriones.
Adicionalmente, realizaron un taller sobre manejo hormonal para la reproducción en alianza con Vecol, y actualmente esperan confirmar la preñez de 50 novillas como resultado de estas prácticas. (Lea en CONtexto ganadero: Firman convenio para impulsar la ganadería sostenible del Meta)
En el componente ambiental, los participantes aprendieron sobre sistemas silvopastoriles con especies como leucaena, cercas vivas, setos forrajeros y árboles dispersos. Uno de los asistentes implementó un piloto de aforo y manejo por franjas móviles, logrando reducir el sobrepastoreo y mejorar la recuperación de las praderas.
El programa también incluyó manejo de forrajes mediante ensilaje, henolaje y henificación, con el fin de garantizar oferta de alimento durante épocas críticas.
Arbey Chavita, CEO de la ganadería El Paraíso de IAN, destacó los resultados: “Somos un grupo de personas entusiastas y visionarias. Lo aprendido nos favorece en nuestras ganaderías”. Relató que ya aplica aforos para mejorar el uso de potreros y la producción de silos para alimentación estratégica.
Según Chavita, el acompañamiento técnico y la disposición de los instructores han sido claves. “Los compañeros comparten lo que hacen diariamente en sus fincas, lo cual permite aprender de experiencias reales y comparar modelos productivos”, afirmó.
El productor aseguró que continuará participando en los talleres ofrecidos por Tecnigán y el SENA para fortalecer la adopción de buenas prácticas ganaderas.



/?w=256&q=100)
/?w=256&q=100)
/?w=256&q=100)
/?w=256&q=100)