En una sola semana, 18 ganaderos fueron víctimas de delitos que van desde el abigeato hasta agresiones sexuales. La mayoría de los casos no se denuncian por miedo y desconfianza en las autoridades. La falta de acción estatal deja al sector productivo más estratégico del país a merced del crimen.
En fincas alejadas y sin presencia estatal, los delincuentes imponen su ley. La violencia en el campo ya no distingue entre robo, extorsión o agresión, por lo que el miedo se ha vuelto parte del trabajo diario de los ganaderos. (Lea en CONtexto ganadero: Desmantelan red de abigeato que operaba en Cesar y Magdalena)
La ganadería colombiana enfrenta una creciente amenaza por la violencia criminal en el campo. En la última semana de mayo, 18 casos de afectaciones a productores se registraron en nueve departamentos, una cifra que alarma no solo por su frecuencia, sino por la brutalidad de los hechos y la impunidad que los rodea.
Los departamentos más afectados fueron Huila (4 casos), Sucre (3), y otros como Antioquia, Cesar, Atlántico, Caldas, La Guajira, Nariño y Valle del Cauca, con un caso cada uno.
Los delitos reportados incluyeron abigeato (4), extorsiones y amenazas (4), carneo, hurto (1) y pérdida de ganado (2), así como casos más graves como estafa y hasta homicidio (1). A ello se suma un hecho que estremeció a la comunidad ganadera, en Huila una finca fue asaltada y la esposa del mayordomo fue violada.
Según el general (r) Fernando Murillo, líder de los Frentes Solidarios de Seguridad y Paz de Fedegán, “de esos casos, seis fueron denunciados y 12 no se denunciaron. La actuación fue especialmente de la Policía Nacional y, en otras instancias, de la Fiscalía”.
El general Murillo aseguró que la mayoría son ataque provenientes de la delincuencia común, seguido por grupos ilegales y delincuencia organizada.
Criminalidad organizada
Las capturas han sido mínimas. En Casanare, la Policía capturó a dos delincuentes dedicados al abigeato, incautándoles una moto y una escopeta. En Tuluá, Valle del Cauca, tres personas fueron detenidas justo antes de robar ganado. Pero estas acciones parecen insuficientes frente a la ola de criminalidad que avanza sin freno.
A la violencia contra los productores se suman las amenazas a los vacunadores del ciclo sanitario obligatorio. En total, ya van 31 casos denunciados durante las cuatro semanas, incluyendo nueve en la última semana: 7 por amenazas, 1 por hurto y 1 por extorsión.
De acuerdo con Murillo, las extorsiones “realmente vienen desde las cárceles”. Este experto agregó que la constante es “pedirle a los vacunadores la información que tienen sobre los ganaderos y los lugares donde se va a vacunar”.
Solo la semana anterior se presentaron dos casos en Huila, dos en Norte de Santander y uno en Antioquia, Guajira, César y Sucre, respectivamente. (Lea en CONtexto ganadero: El abigeato le ha costado $560.000 millones a los ganaderos colombianos)
Llamado de Fedegán
Las autoridades locales, especialmente la Policía y la Fiscalía, han sido criticadas por su limitada capacidad de respuesta. Mientras tanto, la inseguridad no solo afecta el bienestar de las familias rurales, sino que pone en riesgo la producción de alimentos y la estabilidad económica de miles de hogares.
Por eso, Murillo hace un llamado a que las personas denuncien ante los casos de inseguridad, para que así las autoridades refuercen la presencia institucional en las zonas rurales y se judicialicen a los responsables.