La guerra del futuro llegó al departamento. Desde el pasado viernes y hasta ayer domingo en horas de la madrugada, los uniformados fueron hostigados con elementos de última tecnología, causando alarma entre la población civil. Analistas aseguran que la creciente sofisticación de estos ataques plantea nuevas amenazas para la seguridad nacional.

No cesa la violencia en el departamento del Cauca. A través de redes sociales y medios de comunicación local, en la noche del domingo 13 de abril se reportó un nuevo ataque con explosivos contra la estación de Policía del municipio de Morales, el tercero en menos de dos días.

Los hostigamientos de ayer han sido atribuidos de manera preliminar a las disidencias de las Farc y se suman a dos ataques previos registrados el viernes 11 y la madrugada del sábado 12 de abril.

Según fuentes oficiales, los responsables emplearon ráfagas de fusil y drones cargados con explosivos, una táctica que evidencia el avance tecnológico de estas estructuras armadas.

Los videos que circulan en redes sociales y medios de comunicación dejan ver la estación policial bajo fuego, mientras se escuchan fuertes estallidos y disparos. (Lea en CONtexto ganadero: Productores de caña en Cauca denuncian escalada de violencia)

Analistas de seguridad advierten que la utilización de drones por parte de estructuras criminales como las disidencias de las Farc marca un cambio significativo en las tácticas del conflicto armado en Colombia, ya que estos dispositivos permiten realizar ataques precisos desde la distancia, dificultando su detección y neutralización.

Asimismo, advierten que su capacidad para transportar explosivos convierte a los drones en herramientas letales que, además producen un gran impacto psicológico sobre la población civil.

Cronología de los ataques

El primer atentado se registró el viernes en horas de la tarde, cuando un dron impactó un costado de la estación policial. Aunque no hubo heridos, el hecho provocó el desplazamiento de varias familias residentes en los alrededores por temor a nuevos ataques.

El sábado, hacia el mediodía, se produjo un segundo hostigamiento. Videos en redes sociales muestran a uniformados intentando derribar los dispositivos que sobrevuelan el área. En esta ocasión, un policía resultó levemente herido y varias viviendas cercanas sufrieron daños por la onda explosiva.

Tras el incidente, se registró un uniformado con heridas leves, mientras que varias casas del área circundantes a la estación resultaron afectadas por la ola expansiva de las explosiones.

Disidencias, las responsables

Los reportes de la prensa evidencian que la estación de Policía de Morales ha sido un objetivo recurrente de los grupos armados que operan en el norte del departamento. Sin embargo, el atentado más grave ocurrió el 20 de mayo del año pasado cuando dos civiles y dos policías murieron. En aquella ocasión, los guerrilleros también atacaron la sede del Banco Agrario, robando $50 millones.

Esta nueva ola de atentados terroristas no se circunscribe exclusivamente a Morales, pues hay reportes de ataques en Piendamó y Cajibío, y ha sido atribuida por las autoridades a la estructura Jaime Martínez, bajo el mando de alias Iván Mordisco. (Lea en CONtexto ganadero: “A final de año vamos a tener mejor seguridad”: Mindefensa a ganaderos)

La situación en el Cauca, y particularmente en Morales, subraya la urgencia de una respuesta estatal integral que combine presencia militar, inversión social y atención efectiva a las comunidades vulnerables, que hoy enfrentan la amenaza de las balas.