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Foto: elnacionalista.mforos.com.

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Carta abierta de un ganadero al ministro de Agricultura

Por - 01 de Marzo 2023

Esta misiva se publica sin firma para proteger la identidad de su autor, pero no significa que lo expresado a continuación haga parte de la línea editorial de CONtexto ganadero.


Esta misiva se publica sin firma para proteger la identidad de su autor, pero no significa que lo expresado a continuación haga parte de la línea editorial de CONtexto ganadero.   Desde hace una indeterminada cantidad de tiempo (trato de ignorarlo), como un simple ganadero más de este bello país he venido contemplando –‘desde la barrera’–, situaciones a las que a veces no les presté atención, otras, que la verdad no me importaron porque nunca he recibido beneficios tangibles del gremio ganadero al cual pertenezco o eso pensaba; unas más porque al ver como se mezclaban la política con nuestros intereses gremiales me hacían sentir asco político (soy apolítico).   En un principio, el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, se vendió como un funcionario de diálogo. Más temprano que tarde empezamos a presenciar cómo se enfrascaba en una obsesiva persecución contra el presidente de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, José Félix Lafaurie, por el simple hecho de cuestionar –con el derecho que le daba ser la cabeza de nuestro gremio–, los acuerdos de La Habana, además lo acusó de innumerables irregularidades en el manejo del Fondo Nacional del Ganado, lo mismo con Friogán, y más tarde despojó a la Federación del manejo de la vacunación en el país. (Columna: Otra persecución)   El gremio era el encargado de organizar dicho proceso a nivel nacional a través del FNG. El Ministerio terminó entregándosela al Instituto Colombiano Agropecuario, ICA.   Hasta este punto como simple espectador y lector de todos los dimes y diretes entre Iragorri y Lafaurie, sazonado con acusaciones de aquí y allá, con el tema de la paz, el manejo de la tierra de los ganaderos y la propiedad privada en los acuerdos de La Habana, empecé a percatarme del daño tan enorme que nos estaban haciendo a los ganaderos tanto el ministro de Agricultura como el presidente de Fedegán.   Como ganadero, el pasado 9 de julio, después de leer el comunicado de la Federación Colombiana de Ganaderos en donde se informaba que nuevamente había sido suspendida la licitación para el manejo del FNG y de analizar este paso del Ministro, no queda más que sentir indignación por el manejo que la cartera agropecuaria le está dando a esta licitación: a todas luces está siendo arbitraria, abusiva, antiética y un sinnúmero de calificativos que podríamos utilizar.   Cuando muchos de nosotros, quizás la mayoría, ‘observamos desde la barrera’ porque no estamos inmersos en el acontecer político nacional, empezamos a percibir ‘sospechosos’ intereses que de manera evidente el Ministerio de Agricultura está demostrando tener con la actuación frente a la licitación. Esto debería causarnos indignación y desconcierto. (Lea: Gobierno persigue a Fedegán por sus posturas sobre política)   Así como en una oportunidad, a través de redes sociales, de manera personal y atrevida le solicité a José Félix Lafaurie que nos hiciera el favor de dar un paso al costado y nos despolitizara el gremio, (razón por la cual no podrán decir que soy vocero de Fedegán), hoy se percibe la saña con la que el Gobierno está atacando a nuestro gremio al mejor estilo ‘madurezco’, dando este zarpazo a la legitimidad de un proceso licitatorio que no tenía razón legal ni justa para suspenderse.   Si Fedegán de manera transparente, contra todo pronóstico y toda la maquinaria que ha utilizado el Estado para apabullarlo, es el único capaz de ganar la licitación de cara y de frente al país, ¿por qué se pretende por todos los medios usurpar lo que a todas luces ganaría en franca lid?   Si existen dudas sobre un ‘posible mal manejo’ del FNG por parte del gremio, ¿acaso no se pueden crear mecanismos de control para que esto no suceda? ¿No se supone que esa es precisamente una de las funciones del Ministerio de Agricultura? ¿No debe encargarse de regular y controlar en este Ministerio?   ¿Es que el significado que el Ministerio de Agricultura conoce de la palabra ‘transparencia’ es "asociación de mis amigos y de mis intereses personales"? Eso es lo que está mostrando la cartera con esta actuación. (Lea: "Ganaderos son los más perseguidos y señalados": Alejandro Ordoñez)   Estamos ante un precedente funesto para los ganaderos de Colombia, se están utilizando todas las armas políticas del Estado para apabullar al gremio y ahora vemos como con una nueva maniobra del Ministerio de Agricultura, se solicita al Consejo de Estado opinión sobre la capacidad jurídica de Fedegán para poder participar en la licitación, petición que se hace cuando prácticamente la tenía ganada.   ¿Será que este Gobierno llegará hasta el punto de manipular esa alta instancia del Estado?, el tiempo lo dirá, pero desde ya es una agresión descarada al gremio ganadero y al campo; una muestra desvergonzada de parcialidad, injusticia y falta de ética del Ministerio de Agricultura.   Para completar el panorama, o mejor, para ir ‘aclarándonos el panorama’, el mismo 9 de julio, el ministro Iragorri publicó su columna ‘Yo respondo por los ganaderos’, en donde de entrada descalifica la labor de Fedegán, nuestro gremio que por lo menos en el tema de la vacunación defiendo y doy fe de su excelente manejo y profesionalismo, al igual que lo muestran los hechos.   Cita un descomunal número de países a donde estamos exportando, (no me explico, con tanta exportación cómo todavía tenemos hato ganadero), pero más aún cuando apela a las cifras de vacunación y se ve un crecimiento en el número de animales que tiene Colombia. ¡Qué sorpresa!, tenía entendido que era todo lo contrario. (Lea: Iragorri confirma “animadversión política total” de Santos con ganaderos)   Sería interesante que el ministro aclarara de dónde salieron esas cifras. Pensé que el motivo del programa de retención de vientres era precisamente para recuperar lo perdido en los años anteriores, pero me equivoqué, el hato ganadero nacional está creciendo según la columna.   ¿Sabían que los contratistas de la vacunación están obligados a firmar una cláusula de confidencialidad y no pueden dar información de números a nadie? Ni el mismo Ministerio ha pedido informes concretos, solo recogieron las copias de los certificados.   También manifiesta textualmente y cito: “Si Fedegán o, mejor, su compromisario político consideran necesario seguir intentando hacerle daño a este ministro, continúen, que yo espero que Dios me proteja. Pero por favor, no le sigan haciendo daño a la ganadería colombiana”. Reconoce e identifica a Fedegán no como un gremio ganadero sino que lo acusa de tener un ‘compromisario político’ o su adversario, dando a entender claramente cuál es el matiz real de todo este circo político que montó el Ministerio de Agricultura contra el gremio cúpula y de manera irónica y descarada pide que “por favor, no le sigan haciendo daño a la ganadería colombiana”. Qué ameno el señor Ministro, tras de ladrón, bufón.   Nuestra inquietud, señor Ministro, no es como usted dice orgullosamente en su columna: “Yo respondo por los ganaderos”, es realmente una pregunta más humilde a la que quisiéramos una respuesta: ¿Quién le responde a los ganaderos? Esa era la función del Ministerio de Agricultura, hoy totalmente politizado y por supuesto, quedará sin respuesta. (Lea: Delicadas acusaciones del MinAgricultura contra industria láctea)   Finalmente la moneda tiene 2 caras, y no todas se le pueden dar al ministro Iragorri. El pasado 10 de julio la bomba se le acaba de estallar en sus manos; las palabras de su columna suenan huecas y necias. Más aftosa… y esta vez en el centro del país, ¿hora de buscar culpables? Sí.   Haciendo una retrospectiva de todo este proceso total, completa y absolutamente destructivo al gremio ganadero, no queda más que reconocer que ha habido un solo protagonista irresponsable, usurpador de funciones, maquiavélico; maquiavélico por aquello del ‘divide y vencerás’, porque hasta eso logró, dividirnos, no es otro que el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia.   ¿Acaso la función del ministerio no es reguladora, moderadora y vigilante del bienestar de los gremios que el presidente Santos ha puesto a su cargo, en este caso en particular el gremio ganadero y otra serie de responsabilidades? ¿Desde cuándo está en sus funciones autocalificarse como ‘el que responde por los ganaderos’? ¿Desde cuándo le corresponde descalificar a los gremios, manipular licitaciones suspendiéndolas cuando no se desarrollan de acuerdo a sus intereses? El estar en ese manejo maquiavélico es el que ha hecho que esta situación se presente.   Sí, hay responsables y no somos los ganaderos, ni nuestro gremio que nos ha aglutinado hace muchos años; es el Ministerio de Agricultura dirigido por Iragorri quien se ha dedicado a destriparnos poco a poco. (Lea: 5 pecados que ha cometido el ministro Aurelio Iragorri con el agro)   Su cartera debió fortalecer el ICA, luchar por mantener nuestro estatus sanitario internacional, reforzar el control sanitario en la frontera, controlar el movimiento del ganado de contrabando, crear normas de control para que Fedegán fuese transparente y se tuviera que acomodar en favor de los ganaderos de una manera más regulada por el Estado; buscar la forma de rescatar Friogán por y para el gremio; ser el ente regulador y mediador para que los ganaderos no perdiéramos el FNG; luchar para que los préstamos del Estado a los campesinos ganaderos lleguen realmente a ellos y no se queden en las industrias de los potentados con condiciones como si vinieran al campo; abrir oportunidades al campesino que no cuenta con un P y G para acceder a crédito y no le aceptan su tierra como garantía; consolidar la seguridad en nuestros campos, regular el sacrificio de hembras que amenaza nuestra ganadería, luchar por el abusivo incremento de los impuestos a nuestras fincas, etc.   Cuántas cosas necesitamos los ganaderos y campesinos de un Ministro de Agricultura… si usted se hubiera apersonado de nuestras necesidades, de seguro que todos nosotros con humildad y agradecimiento nos quitaríamos nuestros sombreros para despedirle cuando termine su pasajero recorrido y pequeña oportunidad que Dios le dio para haber hecho algo bueno por el campo colombiano y los seres humanos que lo cultivan y pastorean.   Lo que hemos apreciado, señor Ministro, es que usted se ha dedicado a ser juez y parte interesada, incendiando y avivando el fuego de un conflicto que hoy nos tiene perjudicados a todos, prostituyendo descaradamente nuestro gremio con el interés político como ya lo ha reconocido. Lafaurie, por lo menos, es delegado por nosotros para bien o para mal, quizás ha sido demasiado celoso con el gremio y por eso salimos politizados, tampoco puedo decir que no haya cometido errores. Usted tenía que cuidarnos, ayudarnos, guiarnos, corregir situaciones, pero por estar en esa temática política nos perjudicó a todos, descuidó las funciones que le correspondían y ahora estamos en esta situación que ojalá no siga extendiéndose: la improvisación e inexperiencia del ICA en la vacunación serán la causa de estos brotes de aftosa que hoy nos amenazan a todos los ganaderos colombianos.   Con todo y esto, hoy, como un simple ganadero del común, los emplazo a usted ministro Iragorri y José Félix Lafaurie para que le demuestren a Colombia y en especial a nuestro gremio, que todo lo que ustedes dicen no es pura ‘basura’. ( Informe: 4 golpes del Gobierno al sector ganadero de Colombia)   El domingo, el ministro encabezó su columna con estas palabras y cito textualmente: “Los ganaderos debemos unirnos para afrontar la situación y no menguarnos en discusiones mezquinas”. El lunes, Lafaurie expresó al final de su comunicado solicitando el apoyo al Ministerio de parte de los ganaderos y cito: “Porque más allá de cualquier diferencia, la razón de ser de Fedegan es la ganadería y los ganaderos colombianos”.   Los ganaderos colombianos queremos un solo gremio que nos represente, Fedegán, por derecho propio; queremos que el gremio se una nuevamente para el bien de todos, no será fácil, pero debe haber un diálogo constructivo, incluyente, en donde tengan cabida todas las asociaciones ganaderas del país sin excepción, hablar con la nueva asociación y que ustedes 2 como responsables cada uno en su medida de esta debacle, patrocinen el fortalecimiento gremial para el bien de todos los ganaderos, claro está, si realmente, como dicen “es la ganadería colombiana lo que realmente les interesa”.