laminitis en bovinos
Foto: CONtexto Ganadero

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Prevenga las 3 clases de laminitis que afectan pezuñas de bovinos

Por - 21 de Diciembre 2015

La laminitis es una enfermedad que ataca al ganado bovino. Los animales adultos y de lechería especializada son más vulnerables a padecerla. La prevención es el camino a seguir para evitar que ingrese al predio pecuario.


La laminitis es una enfermedad que ataca al ganado bovino. Los animales adultos y de lechería especializada son más vulnerables a padecerla. La prevención es el camino a seguir para evitar que ingrese al predio pecuario.   La patología puede aparecer en forma aguda, subclínica o crónica. En todos los casos se altera la producción de leche y los ingresos en la finca. (Lea: La mastitis navideña ataca vacadas en Colombia)   Su prevalencia en ganado de leche se debe a la ingesta de cantidades excesivas de alimentos con alta carga energética. Los concentrados poseen elevados carbohidratos que terminan por alterar los cascos de los rumiantes.   La aparición de la enfermedad en ganado de leche se da en el preparto o días después del parto cuando ya ha habido un deterioro del casco de la pezuña que aparece con úlceras y lesiones.   La laminitis subclínica es la de más prevalencia en los hatos del mundo, por lo que tiene relevancia económica. Esta se descubre cuando ya el animal la ha contraído y se percibe por hemorragias y lesiones podales.   Los rumiantes con laminitis aguda o subaguda se postran en las rodillas para minimizar el dolor en las pezuñas. Inflamación yaumento de la pulsación en los vasos sanguíneos distales se perciben en esta categoría de la enfermedad.   La laminitis crónica es consecuencia de varias crisis presentadas en el animal enfermo por daño en sus pezuñas. Estas se deforman o aparecen con hundimiento de los tejidos internos. Los animales que han atravesado varias lactancias son vulnerables a este clasificación de la patología.   Patricia Eugenia Guío, médica veterinaria-zootecnista y profesional del Fondo Nacional del Ganado, FNG, en Villavicencio, Meta, señaló que los machos pueden sufrir de laminitis por daño en pezuñas expuestas a zonas húmedas o enlodadas, pero sin duda, el consumo excesivo de concentrados, es la causa principal de su aparición.   Los animales con laminitis, enfatizó, pueden perder la pezuña, lo que generará que el ganadero tenga que decidir si descarta el rumiante, que puede generar más gastos por el uso de antiinflamatorios y antibióticos, o conservarlo, si se trata de un bovino de alta producción.   En todo caso, lo mejor será no permitir que la laminitis toque las puertas de los predios pecuarios mediante la aplicación de estrategias de prevención que comienzan con elegir una dieta nutricional balanceada, evitar que los animales permanezcna periodos largos en el lodo o caminen en terrenos empedrados. (Lea: Una vaca enferma frusta al ganadero)   “La enfermedad baja la producción, causa cojeras, aumenta intervalos entre partos y en ocasiones se pierde la pezuña”, recalcó Guío.   Esteban de Jesús García Camargo, profesional en Zipaquirá, Boyacá, de Gestión Productiva y Salud Animal del FNG, explicó que el consumo alto o sin precaución de concentrados genera casos de laminitis, pero los pastos pueden ser de igual manera causantes de la patología, si no se dan de forma balanceada.   Añadió que los animales con exceso de peso, lo cual se mide en rangos corporales, pueden desgastar sus pezuñas y terminar con un caso de laminitis. En el sector ganadero los rumiantes con más de 4.5 de corporalidad son considerados de alta masa muscular.   “Los traumatismos pueden generar cojeras, y el consumo de mucha energía en pastos y concentrados la laminitis. Los hatos con animales adultos y de leche son más susceptibles a la enfermedad, que es mejor prevenir”, subrayó el profesional del FNG.

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