bienestar animal
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Una vaca enferma frustra al ganadero

Por - 15 de Octubre 2015


Juan Manuel Ramos Rama, doctor en medicina y tecnología Veterinaria de la Universidad de la República de Uruguay, estuvo en Colombia para dialogar con ganaderos sobre las formas de prevenir malestares que repercuten en la producción de leche y preñez de las vacas.   Su participación como conferencista en el III Simposio Internacional de Bienestar Animal en Bogotá ayudó a los productores que aistieron al evento a despejar dudas sobre 3 puntos que desglosó al detalle. Se trata de la razón de ser del bienestar animal en el predio, la incidencia del factor humano en el manejo de los rumiantes y la importancia de conocer las enfermedades, que parecen inofensivas como las cojeras, pero que pueden atrasar producciones lácteas.   CONtexto ganadero aprovechó su visita al país para abordar con él esos 3 puntos y esto fue lo que nos dijo. (Lea: Conozca los pasos para diagnosticar la mastitis subclínica en vacas)   CONtexto ganadero (CG): ¿Qué impacto tienen las cojeras en la productividad del ganadería de leche?   Juan Manuel Ramos Rama (JMRR): Tienen un impacto importante, realmente muy importante en la productividad, en el bienestar y en la fisiología de la vaca. Las cojeras son enfermedades que destruyen tejidos, lesionan las vacas y hacen que disminuyan la ingesta de alimentos y eso las lleva a una brusca disminución de la producción de la leche, de su condición corporal y el hecho repercute en la fisiología reproductiva de la vaca.   Una vaca coja se echa porque está adolorida y lo hace en condiciones medioambientes malas. La enfermedad se relaciona con la mastitis alta en tambos (hatos). Por eso, la cojera no es solo la enfermedad que destruye tejidos, sino la que lleva a que aparezcan otras problemáticas en producción y reproducción que la convierten en una patología compleja.   CG: En Colombia tenemos zonas que en invierno se vuelven pantanosas, lo que incide en que se produzcan las cojeras, ¿qué factores deben tener en cuenta los ganaderos para no curar sobre la marcha ante la presencia de cojeras, sino que actúen para prevenirlas?   JMRR: Los factores de riesgo con capacidad para producir daño en pezuñas son varios. Ese que tu nombras es uno, como barro, humedad y el fango, porque debilita la resistencia mecánica del pie. (Lea: Bienestar animal busca bajar dolor y aumentar productividad en reses)    En época de lluvia la probabilidad de que las cojeras aumenten son importantes. Por tanto, es un factor a tener en cuenta. El productor debe estar atento y debe tomar en cuenta esta problemática y no subestimarla. Además tiene que hacer un monitoreo y diagnóstico rápido de aquella vaca que comienza a andar mal.   Porque la clave para trabajar con cojeras es diagnosticarlas rápido. Las cojeras frustran a las personas porque cuando las van a tratar, las vacas no se curan y en realidad es porque las están tratando muy tarde y la capacidad de sanación es baja.   Se debe tener presente que la humedad aumenta las cojeras y hay que estar atentos a las señales que dan las vacas para evitar lesiones graves y que no tienen curas en casos crónicos.   CG: ¿A que hace referencia el concepto de que el equipo humano es la base de la medicina preventiva de la enfermedad?   JMRR: En realidad los equipos humanos son la base de la medicina preventiva de todas las enfermedades del campo. Las personas que viven en sistemas de producción y a diario están con las vacas son quienes pueden diagnosticar rápido.   Me refiero a trabajadores en fincas que cumplen un rol importante y que deben estar entrenados para dar un diagnóstico precoz de todas las situaciones, porque los técnicos, agrónomos y veterinarios estamos lejos de las fincas y no vemos todos los días a las vacas.   El esfuerzo en los sistemas de producción de leche en Uruguay es dedicar tiempo a entrenar a las personas para que de alguna manera ellas puedan leer el sistema productivo y puedan tomar una decisión ollamar a alguien que lo pueda hacer, porque cuando el problema explota y las lesiones en las vacas son graves no se puede hacer mucho. (Lea: 5 factores que alteran el comportamiento de las vacas)   Las personas que trabajan en las fincas son la base de la eficiencia de los programas de salud, de la crianza de terneras, de la prevención de las cojeras y la detección de celos; por eso, la reproducción también depende de ellos. Debemos darnos cuenta de que es importante tener un asesor y veterinario, pero en el día a día, las personas que están en fincas tienen mucho por aportar.   CG: ¿Qué consejos dar a los ganaderos para que tomen medidas de bienestar animal en sus fincas, entendidas no solo como prácticas de confort si no de mantener la sanidad y la producción láctea?   JMRR: El concepto de bienestar animal tiene el peligro de ser muy abstracto por preocuparnos en que es moralmente correcto tratar bien a las vacas. En realidad mi experiencia es que eso no les ha importado mucho a las personas.   Entonces tiene impacto real el bienestar animal cuando se lesionan las vacas y disminuye la producción, por tanto, preocuparnos por las vacas es ante todo un beneficio económico.   Pero a su vez hay un tema que va de la mano, y es que si las vacas se enfermen o lesionan, porque no nos preocuparnos por sus condiciones de manejo y nutrición adecuadas, porque no tengan dolor, será más difícil dar antibiótico, desviar la leche de antibióticos, hacer que la vaca camine porque no quiere hacerlo y eso agota y enoja a los empleados y se crean ambientes laborales de mucho trabajo.   Ya de por si la producción de leche es exigente, y cuando no nos preocupamos por el bienestar y tenemos un rodeo de hospital grande, se termina frustrando a las personas y es un círculo vicioso que lleva a tratar más mal a las vacas. (Lea: 7 consecuencias de no tener el Registro Único de Vacunación)   El bienestar animal paga y debemos preocupamos por esforzarnos y entender cuáles son las mejores normas de manejo y nutrición para que las vacas no enfermen.

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