Siguen apareciendo víctimas de Ley de Restitución en Carmen de Bolívar

Muchos ganaderos y agricultores de este municipio de Bolívar se encuentran inmersos en una complicada situación, ya que además de haber sufrido los rigores de la violencia, hoy en día vuelven a ser victimizados por la Ley de Restitución de Tierras.   Los campesinos manifiestan ser víctimas del Gobierno por cuenta de la Ley 1448. Aseguran que son compradores de buena fe y piden que no haya más injusticias por los errores del Estado.   Tulio Ochoa Carey, campesino del municipio del Carmen de Bolívar, manifestó que no entiende por qué el Gobierno insiste en creer las mentiras de personas que vendieron sus tierras a voluntad y hoy las reclaman. (Lea: Ganaderos son víctimas del programa de restitución de tierras)   Indicó que está por creer que un grupo de funcionarios de la misma Unidad de tierras está interesado en que los que vendieron apliquen al proceso de restitución y eso le incomoda mucho.   “Aunque los que vendieron se encuentren lejos o en otros ciudades, los mismos abogados de la Unidad los llamen y estos regresan pidiendo tierras que vendieron hace muchos años”, comentó.   De acuerdo con él, la persona que hoy le está solicitando su tierra era su amigo y además él conoce a toda su familia pues son sus vecinos.   El que hoy reclama, tenía una unidad agrícola familiar que se la había entregado el Incora junto con una deuda por las tierras. (Lea: La restitución de tierras necesita ajustes)   Según Ochoa, esa persona no quería trabajar la tierra y se fue para la ciudad de Barranquilla. Luego de negociar, logró que el que tenía asignada la unidad productiva le vendiera solo las mejoras porque las tierras aún no las había terminado de pagar.   “Los estatutos del Incora en ese momento no permitían que alguien vendiera algo que aún no era propio entonces lo que él hizo fue renunciar a las tierras ante esa misma entidad y me entregó un poder notariado”, relató.   Agregó que él presentó formalmente ese poder junto a otros papeles y peticiones que esta entidad exigía para que le cedieran esas tierras.   El campesino contó que a esa persona le hicieron una revocatoria de dominio, las tierras pasaron nuevamente al Incora y luego le cedieron la posesión a él. (Lea: Uso indebido de Ley de Víctimas perjudica a dueños legítimos de tierra)   “Los de restitución dicen que esa persona no pudo haber vendido esas tierras a tan bajo precio y lo que yo les aclaró fue que yo no le compré las tierras sino las mejoras porque estas no eran de él sino del Estado”, aclaró.   También dijo que una vez el Incora le cedió las tierras, él terminó de pagar a esa entidad el valor de la deuda por las mismas.   Ochoa señaló que el argumento del reclamante es que él fue engañado en su buena fe, que nunca firmó el poder y que esa no es su firma.   “Lo que él afirma es mentira porque el poder está autenticado ante la notaría y sus mismos hermanos saben que así fue. Sin embargo, la oficina de restitución le creyó y ya recibí el fallo en contra”, precisó.   Una parte del predio de esta aparente víctima está dedicado a un proyecto de reforestación y otra parte está enfocada a la ganadería y la agricultura. De allí se desprende su sustento y el de su familia. (Lea: Ley de Restitución también perjudica a los adultos mayores)   Él mencionó que el Estado está cometiendo una gran injusticia contra las personas que quieren trabajar en el campo. De acuerdo con el campesino, el Ejecutivo lo que está haciendo es sembrar semillas de violencia.   “El Estado nos quiere sacar de nuestras tierras en donde estamos trabajando para meter a personas que se fueron porque claramente no querían realizar esta labor y porque no tienen vocación y eso está mal hecho”, lamentó.   Por su parte Enuar Redondo Martínez, agricultor y ganadero, representante de la Asociación Nacional de Despojo del Estado, Asovides, dijo que todas estas injusticias ocurren por falta de información e investigación.   “Aquí el que no tiene con que defenderse tiene las de perder. Se aprovechan de que las personas que ya han sido víctimas del conflicto, que les da miedo hablar o que no tienen dinero para pagar un abogado y les quitan lo poco que tienen”, sostuvo.  (Lea: Restitución de tierras: una bomba de relojería en la Colombia rural)   Como estos, los casos se cuentan por miles en el país. Aunque se han venido lanzando alertas, gran parte de la población que se encuentra en los campos de Colombia parece no haber dimensionado la magnitud de un problema que con el paso del tiempo podría llegar a ser de inmensas proporciones. Si usted es víctima o quiere reportar algún caso escríbanos al correo [email protected].