La Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) reclamó acciones urgentes para garantizar condiciones que permitan la continuidad del cultivo. Advirte que se requieren reglas estables, infraestructura y apoyo institucional para sostener el crecimiento reciente.
Un llamado al Gobierno Nacional para que los productores arroceros puedan recuperar los apoyos que durante tres décadas habían tenido en materia de incentivo al almacenamiento, así como el cumplimiento de los compromisos adquiridos con el sector, relacionados con control al contrabando y la reducción de la tasa de uso del agua, hizo hoy el presidente de la Junta Directiva de Fedearroz, Milcíades Pizarro Marrugo, durante la instalación del Encuentro Nacional de Presidentes de Comité y Reunión Técnica Nacional Fedearroz 2025, llevado a cabo hoy jueves 20 de noviembre en Bogotá.
El productor arrocero igualmente expresó su profunda preocupación por la ola de inseguridad que afecta el sector agrícola, que impide trabajar con tranquilidad. (Lea en CONtexto ganadero: 35 años de abandono estatal tienen a los arroceros al borde de la ruina total)
“Los arroceros como muchos otros productores, estamos enfrentados a la amenaza continua de diversos grupos delincuenciales, la extorsión y los hurtos; entre otros delitos”, sostuvo el productor Pizarro Marrugo, quien pidió a las Fuerzas Militares y la Policía Nacional no bajar la guardia en la protección de la actividad productiva nacional agrícola.
Entre tanto el gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano, al referirse a la situación actual del sector arrocero nacional, destacó el crecimiento del área cultivada de arroz en un 52 % y un crecimiento en la producción del 61 %, entre el 2012, fecha en la que entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio con EE. UU., y el 2024.
“Nada de esto fue casualidad. Fue el resultado de una apuesta seria: el Programa de Adopción Masiva de Tecnología – AMTEC, diseñado desde 2011 para preparar al productor ante un mercado más competitivo. Los productores que han adoptado estas prácticas —los que siembran con rigor, entienden sus suelos, miden costos, controlan el agua y toman decisiones basadas en datos— hoy están más fuertes. Ellos son la mejor evidencia de que cuando el conocimiento llega al campo, las cifras cambian, las oportunidades aparecen y el miedo se transforma en estrategia”, puntualizó Hernández Lozano.
Ante la presencia del ministro de Agricultura (e), Andrés Felipe Ocampo, el dirigente gremial señaló que si bien se trata de avance importantes y hacen parte de un camino que sigue en construcción, “el futuro del arroz no depende solo de la finca, sino que se necesita inversión en riego, crédito y garantías accesibles, infraestructura vial que reduzca costos, laboratorios, políticas estables de largo aliento, mercados confiables y mecanismos de estabilización”.
El dirigente gremial recordó que Fedearroz tiene clara su misión de seguir trabajando en la seguridad y soberanía alimentaria del país. (Lea en CONtexto ganadero: Ganado y cultivo de arroz, una combinación que rinde frutos en el Bajo Cauca antioqueño)
“Los productores de arroz somos algo más que empresarios rurales: somos custodios de la soberanía alimentaria del país. Colombia depende de nosotros para garantizar alimentos suficientes, accesibles y de calidad. Ese es un compromiso que empezamos desde la semilla y culminamos en la mesa de cada familia, porque donde hay arroz, nunca habrá hambre”.



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