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PorCONtexto ganadero-05 de Diciembre 2024
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Por - 29 de Enero 2018
Los procesos que suceden en este sistema ecológico son bastante dinámicos y describen las interrelaciones existentes entre plantas, animales, suelos y clima. Cada componente del sistema afecta o es afectado por los otros componentes.
Los procesos que suceden en este sistema ecológico son bastante dinámicos y describen las interrelaciones existentes entre plantas, animales, suelos y clima. Cada componente del sistema afecta o es afectado por los otros componentes. Dada la multiplicidad de factores que intervienen en la dinámica y comportamiento productivo de las pasturas, estas son consideradas un ecosistema. Reconocido el hecho de que varios de los componentes de un sistema de pasturas están ligados, es importante tener en cuenta que la respuesta adecuada de las especies forrajeras a las condiciones de corte o pastoreo puede ser conseguido a través del manejo apropiado de las praderas. En verdad las forrajeras utilizadas actualmente en praderas son aquellas que se adaptan a las condiciones del medio ambiente en el que vivirán por largo tiempo con capacidad para rebrotar después de cortes y pastoreos sucesivos. Entonces el conocimiento de la reacción de las plantas a los cortes y pastoreos es básico para concebir un sistema de manejo que propicie una alta productividad de las forrajeras con elevado valor nutritivo que permita el ajuste del crecimiento de los pastos a las necesidades de los animales, sin comprometer la persistencia de la pradera. El manejo adecuado de las praderas exige al mismo tiempo ciencia y arte. El conocimiento es importante para entender las interacciones que ocurren en las praderas, pero la perspicacia y observación personal detallada son imprescindibles para mantener el equilibrio en el sistema planta - animal - suelo - clima - manejo. Las interacciones Las plantas, los herbívoros, los insectos y los microorganismos son los principales componentes biológicos que interactúan en un sistema de praderas, así por ejemplo, los animales afectan el crecimiento de las plantas a través de la defoliación, el pisoteo y el retorno de los nutrientes contenidos en las heces y en la orina. Por otro lado las plantas afectan a los animales a través de la cantidad y la calidad del forraje disponible, el cual varía en función de la producción de las plantas forrajeras. Los microorganismos interactúan directa o indirectamente con las plantas y con los animales. Las interacciones pueden ser benéficas o perjudiciales. Los microorganismos, como las bacterias fijadoras de nitrógeno, los hongos y la microflora del rumen, estimulan el crecimiento de las plantas y los animales. En cuanto a los microorganismos patógenos pueden causar una enfermedad y llevar hasta la muerte. Las interacciones bióticas Un aspecto dinámico de las interacciones bióticas puede ser visualizado a lo largo del tiempo por la acción de microorganismos que descomponen los residuos de plantas y animales, liberando nutrientes para el sistema. Los componentes biológicos de la pradera pueden interactuar con los componentes del clima y del suelo. Los factores climáticos como la temperatura, las lluvias y la radiación pueden afectar el crecimiento de las especies forrajeras. De la misma manera las plantas pueden alterar el microclima de la pradera, dependiendo del manejo que les es impuesto a través de la mayor o menor circulación de aire y penetración de la luz a la comunidad vegetal. Las características físicas y la fertilidad de los suelos pueden afectar el crecimiento y la composición química de las plantas forrajeras. Por otro lado, la extracción de agua y de nutrientes por las raíces y la devolución de los residuos vegetales al suelo afectan las condiciones químicas del mismo. De forma similar, los animales pueden afectar las condiciones físicas y químicas de los suelos a través del pisoteo y la deposición de excretas en la pradera. Los pastos como cultivos Uno de los principios esenciales en la producción de forrajes es la consideración de los pastos como cultivos, esto quiere decir que el ganadero debe pensar precisamente como agricultor y desarrollar todas las prácticas agronómicas necesarias para el apropiado establecimiento de las pasturas. Debe iniciar con la selección de las especies adaptadas al medio ecológico y luego la adquisición de las semillas certificadas, junto con los insumos necesarios para un proceso adecuado de la siembra, que además debe incluir la preparación de suelos, épocas, densidades, métodos, distancias de siembra, evaluación y monitoreo de plagas, enfermedades y plantas competidoras, hasta conseguir unas praderas bien establecidas productivas, nutritivas y persistentes. Fuente: Capacitación a profesionales en establecimiento y manejo de praderas. Alberto Mila Prieto. I.A., M.Sc Javier Bernal Eusse. I.A., Ph.D. FNG-Fedegán-SENA, Junio 2011
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