Este municipio brilla este año con la donación del gremio, un homenaje al campo, la cultura y la sostenibilidad. Más que un gesto simbólico, es un tributo al trabajo de los floricultores y a su papel en el desarrollo económico, social y ambiental del municipio.
Este año, el color y el aroma de 300 mil flores inundan las calles de Madrid, Cundinamarca, gracias a la donación de Asocolflores para su tradicional Festival de las Flores. Las flores serán el corazón del desfile de silletas y darán vida a cuatro tapetes y una gran escultura natural, creadas para honrar la tierra madrileña y destacar la estrecha relación entre la naturaleza, la cultura y la identidad campesina.
“Cada flor de nuestra donación representa a un hombre o una mujer de la floricultura de este importante municipio. Cada tallo simboliza el esfuerzo, la dedicación y el amor de sus trabajadores, así como el compromiso del sector con el desarrollo social, económico y ambiental de esta maravillosa tierra. Enhorabuena por esta Feria de las Flores”, afirmó Augusto Solano, presidente de Asocolflores.
Madrid, el principal productor de flores de exportación del país con más de 1.300 hectáreas sembradas, genera alrededor de 25 mil empleos, el 60 % de ellos ocupados por mujeres, en su mayoría madres cabeza de familia. Desde los años 70, la floricultura ha sido el motor económico del municipio, garantizando estabilidad, empleo formal y progreso sostenible.
Flores que siembran progreso
El alcalde de Madrid, Carlos Chávez, destacó mediante un comunicado de prensa el valor de esta donación como un símbolo de unidad y desarrollo.
“La donación de Asocolflores no solo engalana nuestro Festival de las Flores, sino que refleja la unión entre el sector privado, el público y la comunidad. Madrid florece una vez más gracias al trabajo de nuestra gente y al compromiso de sectores como la floricultura, que impulsa nuestra economía. Este es un homenaje a miles de hombres y mujeres que, con esfuerzo y amor por la tierra, hacen posible que nuestro municipio siga siendo un referente a nivel nacional”, señaló Chávez.
La floricultura madrileña ha demostrado que la sostenibilidad y la productividad pueden ir de la mano. (Lea en CONtexto ganadero: Proflora 2025: el evento que pondrá a Colombia en la cima de la floricultura mundial)
“A través de capacitaciones especializadas, asesoría directa y espacios de transferencia de conocimiento, se ha impulsado el cumplimiento de la normativa ambiental, la eficiencia en el uso del agua y la energía, la reducción de residuos y la adaptación al cambio climático. Gracias a este enfoque, cada flor cultivada en suelo madrilense lleva consigo un sello de responsabilidad ambiental y compromiso con el territorio”, añadió Solano.
El sector floricultor del municipio se enorgullece de ser 100 % libre de trabajo infantil y de ofrecer empleos formales y bien remunerados. Este compromiso se sostiene con programas permanentes de vigilancia, capacitación y alianzas institucionales que aseguran el respeto por los derechos laborales y de la niñez.
La donación de flores para la Feria no solo embellece el municipio, sino que reafirma una historia de trabajo conjunto y sostenibilidad. En palabras de Solano, la floricultura madrileña “siembra progreso, bienestar y orgullo local”.



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