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Cómo se debe definir el POR (punto óptimo de reposo)

Foto: Imagen de wirestock en Freepik

El manejo correcto del punto óptimo de reposo garantiza praderas más productivas y ganado mejor alimentado.

agricultura

El error que muchos ganaderos cometen al rotar potreros y cómo solucionarlo

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

El manejo adecuado de los tiempos de descanso en praderas define la salud del ecosistema y la calidad del forraje disponible para el ganado. Aplicar rotaciones estratégicas en pequeñas fincas ayuda a mejorar la productividad y a equilibrar las especies vegetales.

El manejo adecuado de los tiempos de descanso en praderas define la salud del ecosistema y la calidad del forraje disponible para el ganado. Aplicar rotaciones estratégicas en pequeñas fincas ayuda a mejorar la productividad y a equilibrar las especies vegetales.


En pequeñas fincas donde coexisten diversos tipos de especies vegetales como pastos, leguminosas y arvenses, la definición del punto óptimo de reposo (POR) es fundamental para garantizar la sostenibilidad del sistema, la salud del suelo, y la productividad de los animales.

Entendamos que el punto óptimo de reposo se refiere al período ideal en que un área de pastoreo debe permanecer en reposo antes de ser nuevamente utilizada, considerando la fisiología de las plantas y los requerimientos del ecosistema.

En sistemas de producción con alta diversidad vegetal, el manejo del POR no solo afecta la recuperación de las plantas, sino también la salud del suelo, la disponibilidad de forrajes y la convivencia armónica de especies.

Juan Carlos Robledo, experto en ganadería regenerativa, explica que “normalmente, cuando se tiene una parcela con muchos tipos de individuos vegetales, se toma el punto óptimo de reposo de la especie que el ganadero quiere favorecer”.

El POR varía según las características de las especies presentes. Los pastos suelen tener un ciclo de recuperación más corto, entre 20 y 30 días, dependiendo del clima y las prácticas de manejo. Por su parte, las leguminosas requieren un período mayor, generalmente entre 35 y 40 días, ya que su tasa de crecimiento es más lenta.

Ante este escenario, la sugerencia del profesional es que se favorezca la especie que sea más abundante. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo reconocer el Punto Óptimo de Reposo de una pradera?)

“Es decir, la que en ese momento tenga más follaje. Pero por ejemplo, he tenido casos en donde se tiene un tifton 68 con una brachiaria brizantha. Estas dos especies tienen dos puntos y dos tiempos muy diferentes de recuperación, por eso si los utilizo con el POR del tifton 68, entonces se llegará a usar las brizanthas por fuera del punto óptimo”, indicó.

Por lo tanto, un enfoque efectivo para definir el POR en fincas pequeñas es dividir el terreno en parcelas y realizar rotaciones planificadas. Esto da tiempo suficiente para que cada área se recupere antes de ser reutilizada.

Además, el monitoreo regular del estado de las plantas permite ajustar el POR según las necesidades del sistema. En el caso de los pastos, la altura de entrada y salida puede ser un indicador práctico. (Lea en CONtexto ganadero: Qué factores influyen para determinar el periodo de ocupación y descanso en un potrero)

En este punto, la observación directa del estado de las plantas es esencial. Un pasto debe alcanzar una altura de recuperación óptima antes de ser utilizado nuevamente.

Por eso, hay que tener claro que se deben dividir las parcelas o, en caso que no se pueda, favorecer una especie y comprender que luego de la rotación, la especie seleccionada va a ganar mucho más terreno, dejando un poco de lado a las demás especies, como lo menciona el profesional.