La federación impulsa campañas de siembra en departamentos como Huila, Tolima y Meta para reducir la dependencia de importaciones. La estrategia incluye entrega de semillas, asistencia técnica y acuerdos de comercialización.
La soya en Colombia se ha consolidado como un insumo fundamental para la industria agropecuaria y alimentaria, siendo uno de los granos con mayor dependencia de las importaciones.
La demanda total de soya en Colombia, necesaria para abastecer tanto el consumo directo como la transformación industrial, durante 2024 ascendió a 2.953.142 toneladas. De estas, 678.996 toneladas son en grano, de las cuales el 35 % fue producción nacional y el restante 65 % importado; y 1.709.884 toneladas en torta de soya, utilizada principalmente en la elaboración de alimentos balanceados, las cuales son producidas con 2.274.146 toneladas de grano de soya, considerando que para producir una tonelada de torta se requieren 1,33 toneladas de soya en grano. Del total demandado, 92 % fue importado, y 8 % producción nacional.
Para cubrir este requerimiento con producción nacional, sería necesario sembrar aproximadamente un millón de hectáreas de soya, con un rendimiento promedio de 3 toneladas por hectárea. (Lea en CONtexto ganadero: Colombia exportó más de 53 millones de kilos de cereales, leguminosas y soya en el 1er semestre)
La dinámica de la soya en el mercado está determinada principalmente por la alta demanda de la industria de alimentos balanceados, especialmente para las cadenas avícola, porcina y bovina, que concentran más del 85 % del consumo nacional. El flujo comercial del grano se caracteriza por una marcada dependencia de las importaciones provenientes de Estados Unidos, mientras que la producción local se concentra en la Altillanura colombiana, particularmente en el departamento del Meta, que aporta más del 90 % del total nacional.
A pesar del crecimiento observado en las áreas sembradas y en la productividad durante los últimos años, la oferta nacional sigue siendo insuficiente frente a una demanda que supera los 2,9 millones de toneladas anuales (grano y subproductos), lo que mantiene al país como importador estructural de soya, torta de soya y aceite de soya. De esta manera, mientras la demanda de la industria crece, la producción nacional no es suficiente, al no aumentar al mismo ritmo de la demanda para poder cubrirla.
La importancia de la soya en la industria nacional radica en su papel como fuente fundamental de proteína y energía para la alimentación animal, además de su creciente uso en la elaboración de alimentos para consumo humano y aceites vegetales.
En términos nutricionales, la soya destaca por su alto contenido de proteína (36 %), lípidos (30 %), carbohidratos (19 %) y fibra dietaria (17 %), que aportan beneficios metabólicos y cardiovasculares comprobados. Su diversificación industrial y su potencial para generar valor agregado representan una oportunidad estratégica para fortalecer la producción local, reducir la dependencia externa y contribuir a la seguridad y soberanía alimentaria del país.
Si bien, la soya tiene un alto potencial de crecimiento en Colombia, especialmente en la Altillanura, una región con amplias extensiones de tierra aptas para la siembra mecanizada, disponibilidad de agua y condiciones agroecológicas favorables para el cultivo, lo que la ha consolidado como la principal zona de producción nacional, aprovechando la experiencia técnica y la infraestructura desarrollada en los últimos años.
Es importante considerar el potencial para la siembra de soya de otras zonas del país que cuentan con suelos y condiciones agroclimáticas aptas para expandir este cultivo, con el objetivo de reducir la dependencia de las importaciones y contribuir al abastecimiento nacional de proteínas vegetales.
Fenalce fortalece producción
Teniendo en cuenta el panorama anterior y considerando la crisis del sector arrocero, la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya – Fenalce inició una campaña de fortalecimiento de producción de soya en los departamentos de Huila y Tolima, gracias a la cual 115 productores de arroz se beneficiarán con la siembra de 575 hectáreas de esta leguminosa. Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Fondo Nacional de la Soya para financiar la entrega de semillas, y brindar asistencia técnica, capacitación y apoyo a la comercialización a los productores.
En total se entregarán 34.500 kilos de semilla mejorada de soya. Cada productor recibirá 300 kilos para la siembra de 5 hectáreas. En Huila 40 productores serán beneficiados en total (12.000 kg de semilla - 200 ha), mientras que en Tolima serán 75 (22.500 kg semilla - 375 ha). Se cubrirá entre los dos departamentos, alrededor del 70 % en soya. (Lea en CONtexto ganadero: Fenalce entregó más de 33 mil kilos de semillas a agricultores afectados por clima y precios)
“La soya es un cultivo promisorio y alternativo para los productores de arroz y maíz. Especialmente, estamos enfocándonos en los productores de arroz de la zona, para que roten con soya, atendiendo el llamado del Gobierno nacional de apoyarlos para que sean más eficientes con sus cultivos, mejorando su actividad agrícola y teniendo otras alternativas de mercado dentro de su sistema productivo. Por eso, esperamos que la entrega de semillas de soya represente un alivio a las dificultades que han tenido los arroceros y sea de gran ayuda para Fedearroz, un gremio hermano; a la vez que aumentamos nuestras áreas de siembra y favorecemos la demanda interna de soya en el país”, afirmó Arnulfo Trujillo Díaz, gerente general de Fenalce.
El gerente añadió, “a través de la rotación de cultivos, se busca incorporar la siembra de este grano, trayendo múltiples beneficios como romper ciclos de plagas y enfermedades, mejorar los suelos gracias a la fijación de nitrógeno y lograr una mayor productividad. Sumado a esto, se busca favorecer la demanda interna de soya, reduciendo las importaciones y apoyando la industrialización y la economía circular”.
Esta campaña, liderada por Fenalce y financiada por los fondos parafiscales, cuenta con el apoyo y reconocimiento de instituciones como el Servicio Nacional de Aprendizaje - SENA, el Instituto Colombiano Agropecuario - ICA, Italcol, Agrosavia, la Gobernación del Huila, la Universidad Surcolombiana y Fedearroz, quienes han ofrecido instalaciones, maquinaria y acompañamiento técnico para fortalecer la eficiencia y competitividad del cultivo de soya. Sumado a esto, se están sosteniendo acercamientos con la industria para lograr acuerdos de comercialización que permitan la compra de la producción nacional.
El objetivo de la federación es extender esta campaña a otras zonas del país en las que se pueda cultivar esta leguminosa bajo el sistema de rotación agrícola. Antes de iniciar esta campaña, Fenalce desarrolló varias parcelas demostrativas en terrenos propios ubicados en los departamentos foco de esta iniciativa.
Unido a esta campaña, Fenalce cuenta con un contrato de prestación de servicios con la Bolsa Mercantil de Colombia (BMC), para la ejecución del “Programa de fortalecimiento a pequeños y medianos productores de arroz para mejorar su competitividad y reactivación económica mediante el apoyo con alternativas de rotación con maíz, soya, algodón y arroz colombianos”.
Este programa, que irá de noviembre de este año a diciembre de 2026, cuenta con una inversión total de 3.000 millones, y beneficiará sólo en soya a 750 productores en el departamento del Meta con la entrega de 2 bolsas, cada una con 60 kilos de semilla certificada de soya (120 kg), para la siembra de 2 hectáreas por agricultor, es decir, 1.500 hectáreas en total. La inversión es de 720 millones.
Foto: Fenalce
¿Cómo va el cultivo de soya en 2025?
Este año el cultivo de soya en Colombia mantiene una tendencia de crecimiento sostenido, reflejando la consolidación del grano en la Altillanura como principal zona productora. Para el primer semestre de 2025 se estiman 93.728 hectáreas sembradas, un incremento del 11,8 % frente al mismo periodo de 2024, impulsado por la recuperación de áreas en el Meta. La producción alcanzaría 233.639 toneladas, con un aumento del 10,6 % anual, aunque el rendimiento promedio nacional muestra una leve reducción del 0,8 %, situándose en 2,5 t/ha, lo que refleja la influencia de factores climáticos. Meta Altillanura concentra más del 95 % del total nacional, seguida por el Valle del Cauca, Tolima y Casanare.
Importaciones de soya
En el ámbito del comercio exterior, las importaciones de soya entre enero y julio de 2025 sumaron 372.976 toneladas, lo que representa un incremento del 31,4 % respecto al mismo periodo de 2024. Casi la totalidad del grano (99,9 %) provino de Estados Unidos, con participación marginal de China. Los principales importadores fueron ADM Colombia, Solla, Italcol y Avidesa, quienes abastecen principalmente a la industria de alimentos balanceados. Por su parte, las importaciones de torta de soya, el subproducto de mayor demanda, también crecieron 20,7 % hasta alcanzar 1,09 millones de toneladas, provenientes en su mayoría de Estados Unidos y Bolivia.
Precios de la soya
En cuanto a precios, el promedio nacional de la soya en septiembre de 2025 fue de $1.751 por kilogramo, un 7 % superior al año anterior, mostrando cierta recuperación tras las caídas observadas en 2023 y 2024, cuando la sobreoferta internacional y nacional presionaron los valores internos. En conjunto, el 2025 marca un año de recuperación productiva y comercial, aunque la creciente dependencia de las importaciones continúa siendo un desafío para la competitividad del cultivo nacional.
Usos de la soya
La soya es un producto versátil y de alto valor agregado, fundamental para la industria de alimentos balanceados. Además, tiene una creciente participación en la alimentación humana, en productos como aceites, bebidas, harinas y alimentos funcionales que aprovechan sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Su contenido de proteínas, lípidos saludables y fibra dietaría también la convierte en un insumo de interés para las industrias de alimentos, farmacéutica y cosmética, lo que refuerza su papel estratégico en la diversificación productiva.
/)
/)