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Foto Juan Carlos Dominguez / IICA

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'La ministra que, en contravía, nos quiere poner a sembrar maíz'

Por - 12 de Julio 2022

Con este sugestivo título Adriana Arcila, columnista y cofundadora de Las2Orillas, hace unos planteamientos que muestran que desde el escritorio las cosas son diferentes a la realidad. Advierte el desconocimiento o mal asesoramiento de la próxima ministra de Agricultura Cecilia López, en cuanto a las bondades del cultivo de maíz en el país o a los frutos esperados.


Con este sugestivo título Adriana Arcila, columnista y cofundadora de Las2Orillas, hace unos planteamientos que muestran que desde el escritorio las cosas son diferentes a la realidad. Advierte el desconocimiento o mal asesoramiento de la próxima ministra de Agricultura Cecilia López, en cuanto a las bondades del cultivo de maíz en el país o a los frutos esperados.

La columnista empieza por señalar que la ministra Cecilia López desconoce las pasadas experiencias que se han tenido con la producción de este cereal en nuestro territorio. Pone de ejemplo el intento de producción agrícola en la margen izquierda del rio Sinú, sobre la que dice que quebró a más de uno, en razón a que es una tierra arcillosa que tuvo que dedicarse finalmente a la ganadería porque nadie quiere perder permanentemente.

También trae a colación el caso de San Onofre, Sucre, que fue un gran productor maíz en unas épocas pero que nadie volvió a sembrarlo por el cambio de clima que pasó de ser bosque húmedo tropical a bosque seco tropical. Explica que se requerirían grandes inversiones de riego para garantizar el agua que es la base de todo agricultor, y cuya falta ha acabado con los últimos intentos de cultivo de maíz en esa zona.

A renglón seguido, Adriana Arcila explica por qué los grandes cultivos del mundo de maíz están en climas templados como el cinturón del maíz en Estados Unidos, Rusia, Ucrania o Argentina. Dice que, como mínimo, porque requieren largas horas de luz que solo se logran en el verano en países donde hay estaciones.

Contrasta su planteamiento con casos que parecerían lógicos como el de México, donde se originó el maíz, o Perú y por qué si Estados Unidos tiene tanta experiencia en este cultivo no siembra en la Florida que es clima tropical como es Colombia

Agrega que las grandes extensiones planas de esos países permiten automatizar las producciones con tractores manejados desde tabletas, fertilizan desde avionetas y cuentan con un invierno que esteriliza la tierra y disminuye la necesidad de fumigantes; que Estados Unidos produce sus propios fertilizantes que a nosotros nos toca importar a un cada vez más inaccesible dólar.

“¿Con qué vamos a fertilizar, justo en una época en el mundo donde hay escasez de fertilizantes? ¿Cómo los vamos a aplicar en nuestra topografía? Tendrá que ser con mano de obra mucho más costosa que tractores robotizados”.

¿Cómo vamos a fumigar, si el fungicida más usado en el mundo, el glifosato (roundup) aquí es innombrable? Sobre todo, en el trópico que produce malezas por millar, a diferencia de un clima templado que no las produce en esa cantidad, pues allá es cantidad de una misma planta, en este caso maíz y aquí es variedad de plantas, varias malezas.

Centra su análisis en que la señora ministra piensa volcar la agricultura del país hacia a un producto donde todos sus insumos son importados: semilla, fertilizantes y fungicidas. Sin considerar que Colombia es solo fuerte en agricultura de productos que se pueden exportar como café, aguacate y flores, que le permiten pagar los insumos en dólares. La agricultura no es solo un problema de tierra, concluye.

Luego regresa a Colombia para señalar que el único caso que conoce exitoso de cultivo de maíz es el de Fazenda, en los Llanos Orientales, que han logrado cambiar la calidad de la tierra con el estiércol que producen, no cuentan con cambios bruscos de climas (Niña o Niño) que afectan las tierras costeras. Y vuelve a concluir: ¿a qué escala es repetible este modelo?

Pasa a los precios de maíz en Colombia, sobre los que señala que nunca han sido ni podrán ser competitivos a nivel mundial, que su capacidad de producción nunca será igual la de los climas templados, con unas rentabilidades que ha sacado a muchos otros países del mercado.

Dice que el gobierno podrá siempre subsidiarlo para que las arepas no nos queden tan costosas, ni el pollo donde el maíz es su principal alimento y la mayor proteína de los colombianos, sea incomparable. No sé si esta será la mejor forma de usar los subsidios, recaba.

Finalmente se plantea ¿por qué los grandes empresarios como Sarmiento Angulo o el pequeño agricultor en el oriente antioqueño no siembra maíz?, ¿por qué las tierras donde se cultivaba maíz se han movido hacia aguacate o lechería? Y trae otra conclusión: Debe ser que estas personas que trabajan desde hace años la tierra, no saben tanto de productividad agrícola como el futuro gobierno.

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