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La seguridad alimentaria requiere condiciones predecibles del comercio agrícola

Por - 05 de Julio 2018

El documento OCDE-FAO Perspectivas agrícolas 2018-2027 prevé un debilitamiento en el crecimiento de la demanda mundial de productos agrícolas y alimentos, mientras se esperan mejoras continuas de la productividad en el sector. Como resultado, se calcula que los precios de los principales productos agrícolas continúen bajos durante la próxima década.


El documento OCDE-FAO Perspectivas agrícolas 2018-2027 prevé un debilitamiento en el crecimiento de la demanda mundial de productos agrícolas y alimentos, mientras se esperan mejoras continuas de la productividad en el sector. Como resultado, se calcula que los precios de los principales productos agrícolas continúen bajos durante la próxima década.   Presentado en París por el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, y el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, el informe atribuye la desaceleración de la demanda a una ralentización del crecimiento de la demanda en las principales economías emergentes, al estancamiento del consumo per cápita de alimentos básicos y a un nuevo descenso en tasas de crecimiento demográfico a nivel mundial.   Perspectivas agrícolasprevé que la producción mundial de productos agrícolas y pesqueros crezca alrededor del 20 por ciento en la próxima década, pero con diferencias considerables entre las regiones.   Se espera un fuerte crecimiento en las regiones en desarrollo con un crecimiento demográfico más rápido, incluyendo África subsahariana, Asia meridional y oriental, y Medio Oriente y África del Norte. Por el contrario, se pronostica que el crecimiento de la producción sea mucho menor en los países desarrollados, en especial en Europa occidental.   Los expertos indican que el debilitamiento de la demanda mundial persistirá en la próxima década, socavado por el menor crecimiento demográfico, niveles estables de consumo per cápita de alimentos básicos y ralentización del incremento de la demanda de productos cárnicos, que a su vez frenará la demanda de cereales y harinas proteicas utilizadas como piensos.   Se espera que aumenten las exportaciones netas de los países y regiones con grandes extensiones de tierras, en especial las Américas. Los países con un elevado crecimiento demográfico, en particular en Medio Oriente y África del Norte, África subsahariana y en Asia, verán por su parte un aumento en las importaciones netas.   "Mientras se prevé un incremento de las exportaciones totales de países y regiones con gran superficie terrestre, sobre todo en las Américas, muchos países más pobres con poblaciones en aumento y recursos de tierra limitados serán cada vez más dependientes de las importaciones de alimentos para nutrir a su poblacion", dijo Gurría. "Será esencial -añadió- que tanto exportadores como importadores tengan acceso a un entorno abierto y predecible de políticas comerciales".   "La Revolución Verde del siglo pasado incrementó notablemente la capacidad del planeta para alimentarse a sí mismo, pero ahora necesitamos una revolución de la sostenibilidad ", señaló por su parte José Graziano da Silva.   "Esto incluye hacer frente a unos sistemas agrícolas con un uso intensivo de insumos y recursos, que imponen un alto costo para el medio ambiente. El suelo, los bosques, el agua, la calidad del aire y la biodiversidad continúan deteriorándose. Necesitamos adoptar sistemas alimentarios sostenibles que ofrezcan alimentos saludables y nutritivos, al tiempo que se preserva el medio ambiente y la biodiversidad".   Se prevé que la demanda de cereales y aceite vegetal para la producción de biocombustibles se mantenga sin cambios durante el período estudiado, en contraste con la última década, cuando la expansión de los biocombustibles generó más de 120 millones de toneladas de demanda adicional de cereales, sobre todo maíz.   Ya que es poco probable que las políticas existentes en los países desarrollados respalden a los biocombustibles, la mayor parte del crecimiento de la demanda provendrá de los países en desarrollo, que han introducido políticas que favorecen su uso. En particular, se espera que aumente la utilización de la caña de azúcar para la producción de biocombustibles.   Focus regional   La edición de este año de Perspectivas agrícolas incluye un capítulo especial sobre Oriente Medio y el Norte de África (MENA, pos sus siglas en inglés), que se enfrenta a problemas simultáneos de inseguridad alimentaria, aumento de la malnutrición y gestión de recursos naturales limitados.   La subalimentación se concentra en países asolados por los conflictos y la inestabilidad política. En otros países de la región, la demanda de alimentos está aumentando rápidamente, debido principalmente al crecimiento demográfico. Paralelamente, los niveles muy altos de consumo de trigo, junto con un aumento constante del consumo de azúcar y grasas están llevando a una alarmante propagación del sobrepeso y la obesidad.   Si bien se espera que la producción agrícola y pesquera de la región aumente en un 1,5 % anual, se verá cada vez más amenazada tanto por los limitados recursos terrestres e hídricos como por el impacto esperado de eventos climáticos extremos más frecuentes. Como resultado, la dependencia de las importaciones seguirá siendo alta para la mayoría de los productos básicos.   El informe recomienda que los países de MENA reorienten sus políticas de apoyar los cereales que requieren mucha agua, dando mayor apoyo al desarrollo rural, la reducción de la pobreza y el cultivo de productos hortícolas de elevado valor.   Fuente: FAO