La iniciativa de la fuerza armada y la Federación Colombiana de Cafeteros busca consolidar alternativas productivas, fortalecer la economía rural y aportar a la construcción de paz desde uno de los territorios más afectados por el conflicto armado en Colombia. Autoridades del orden prestan asistencia logística.
El departamento del Cauca es escenario de una nueva apuesta por la paz territorial. En articulación con la Tercera División del Ejército Nacional, la Federación Nacional de Cafeteros avanza en la entrega de un millón de chapolas (plantas jóvenes de café) a familias que voluntariamente han sustituido cultivos de coca por cafetales.
Así lo anunció Germán Bahamón Jaramillo, gerente general de la Federación, quien destacó el trabajo conjunto con el general Federico Mejía y su equipo en el territorio caucano.
“Estamos llegando a la primera meta y es entregar 1 millón de chapolas a quienes decidieron erradicar cultivos de coca. Sembramos café, cosechamos paz”, expresó el directivo a través de sus redes sociales. (Lea en CONtexto ganadero: Cafeteros advierten riesgos para el sector por acercamiento comercial con China)
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De la mano de la Tercera División en cabeza de mi General Federico Mejia, apoyamos las iniciativas que impulsa el Ejercito Nacional en el departamento del Cauca para el fortalecimiento del campo.
— German Bahamon Jaramillo (@GermanBahamon) July 21, 2025
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La iniciativa se enmarca en las acciones de estabilización y consolidación del territorio, y representa un esfuerzo por ofrecer alternativas agrícolas sostenibles, rentables y de largo plazo para los campesinos afectados por el conflicto armado y el narcotráfico.
El Ejército, por su parte, ha jugado un papel clave en la logística, acompañamiento y seguridad para garantizar que estas iniciativas lleguen efectivamente a las zonas más golpeadas por la violencia.
Este programa también contempla asistencia técnica y acceso a mercados, con el objetivo de que el café cultivado en estas zonas no solo reemplace cultivos ilícitos, sino que se convierta en fuente digna de ingresos y desarrollo para las comunidades rurales.
Bahamón puntualizó que la estrategia busca convertir al café en símbolo de resiliencia y transformación en uno de los departamentos más afectados por el conflicto armado y los cultivos ilícitos en Colombia.