Una disputa legal entre Colombia y España por el uso del nombre y la imagen de la compañía nacional ha puesto en evidencia la relevancia del registro internacional y la defensa del patrimonio empresarial y cultural. La situación ha generado una ola de respaldo por parte de empresas y entidades en todo el país, incluida Fedegán, en una manifestación de solidaridad sin precedentes.
La cadena de pollo frito Frisby, con más de 45 años de historia y 265 restaurantes en Colombia, enfrenta un conflicto legal con una empresa española que ha registrado el mismo nombre en Europa, generando confusión y cuestionamientos sobre la propiedad intelectual.
Recientemente, Frisby S.A. BIC detectó el uso no autorizado de su marca, imagen y personajes en España, por parte de una entidad llamada Frisby España S.L. Esta última opera cuentas en redes sociales y un sitio web con estética similar a la del restaurante colombiano, lo que ha causado confusión entre consumidores. Frisby Colombia, con más de 45 años de trayectoria en el país, afirmó no tener relación con operaciones en Europa y está evaluando acciones legales para proteger su propiedad intelectual.
Por su parte, Frisby España S.L., con sede en Bilbao, ha declarado ser una empresa independiente que posee el registro legal de la marca en la Unión Europea y que opera conforme a la normativa comunitaria. Esta empresa se encuentra en proceso de abrir su primer restaurante y ha iniciado planes de franquicia.
El caso pone de relieve los desafíos legales que enfrentan las marcas latinoamericanas al expandirse internacionalmente sin registrar previamente su propiedad intelectual en otros territorios. Expertos indican que este tipo de registros es legalmente viable, aunque susceptible a disputa si se demuestra mala fe. Actualmente, el conflicto podría escalar a una disputa internacional.
Frisby, con más de 45 años de historia, 265 restaurantes en Colombia y 4.500 empleados.
Ligada a Colombia
Desde su fundación en 1977 en Pereira, Frisby se ha consolidado como una de las cadenas de comida rápida más queridas en Colombia. Con 265 restaurantes en 57 municipios y alrededor de 4.500 empleados, la empresa representa no solo un éxito empresarial, sino también un referente cultural y emocional para millones de colombianos.
La historia de Frisby está profundamente ligada al sector avícola colombiano. Su fundador, Alfredo Hoyos Mazuera, inició su carrera en una granja avícola, y fue pionero en introducir el pollo apanado en el país. Esta conexión con el agro nacional ha sido parte esencial de su identidad y éxito.
La marca ha trascendido su producto principal para convertirse en un ícono del emprendimiento paisa y del sabor local, siendo reconocida por su calidad y por ser una empresa con impacto social a través de la Fundación Frisby.
Patrimonio empresarial
El caso de Frisby destaca la necesidad urgente de que las empresas colombianas protejan su propiedad intelectual no solo a nivel nacional, sino también internacionalmente. En un mundo globalizado, donde las marcas pueden cruzar fronteras fácilmente, es vital anticiparse y registrar las marcas en los mercados potenciales para evitar conflictos legales y proteger el legado empresarial.
Frisby no es solo una cadena de restaurantes; es un símbolo del emprendimiento colombiano y del sabor que ha acompañado a generaciones. Proteger su marca es proteger una parte del patrimonio cultural y empresarial del país.
Frente a la situación que atraviesa la compañía y considerando el fuerte arraigo emocional y cultural que la marca tiene en Colombia, el país ha respondido con una ola de respaldo sin precedentes.
Empresas nacionales, influenciadores, figuras públicas y políticos se han unido espontáneamente a una campaña en apoyo a Frisby, inundando redes sociales con mensajes de solidaridad.
Marcas como Ramo, Alpina, Tostao’, La Fina, Grupo Éxito, la aplicación de domicilios Rappi o la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), han compartido creativas piezas gráficas en las que combinan sus logos con la imagen del icónico pollo Frisby, como símbolo de unidad y orgullo nacional.
Este fenómeno de “publicidad solidaria” no solo muestra el poder del branding emocional, sino que reabre el debate sobre la necesidad de proteger nuestras marcas más representativas como parte del patrimonio empresarial colombiano.
Empresas nacionales, influenciadores, figuras públicas y políticos se han unido espontáneamente a una campaña en apoyo a Frisby. Foto: Fedegán
¿Qué es registro de marca?
El registro de marca es el proceso legal mediante el cual una empresa o individuo obtiene el derecho exclusivo de uso de un nombre, logotipo o símbolo en relación con ciertos productos o servicios. Este registro se realiza ante las autoridades competentes de cada país o región, como la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) en Colombia o la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) en Europa.
Registrar una marca es esencial para protegerla legalmente contra usos no autorizados y para establecer derechos de propiedad intelectual. Sin un registro adecuado, una empresa puede enfrentar desafíos legales si otra entidad registra el mismo nombre en otra jurisdicción, como ha ocurrido en el caso de Frisby.
Además, la falta de uso de una marca registrada en un territorio específico puede llevar a la pérdida de derechos sobre la misma. En la Unión Europea, por ejemplo, si una marca no se utiliza durante cinco años consecutivos, puede ser objeto de cancelación por falta de uso, lo que permite que otra empresa registre y utilice ese nombre legalmente.